RIAD, Arabia Saudí.- El qatarí Nasser al-Attiyah (Toyota) ganó su quinto rally raid Dakar en autos el domingo 15 de enero, al término de la décimo cuarta y última etapa en Dammam (Arabia Saudita), en la que el argentino Kevin Benavides ganó su segundo rally Dakar en motos.
Tres veces ganador de etapa este año y ya vencedor del famoso rally en 2011, 2015, 2019 y 2022, Nasser al-Attiyah aventajaba en más de una hora al francés Sébastien Loeb (Prodrive) y al brasileño Lucas Moraes (Toyota), de 25 años, que competía por primera vez.
Condiciones meteorológicas «realmente difíciles para todos»
En cabeza desde la tercera etapa, que partió el 31 de diciembre de las orillas del Mar Rojo, cerca de Yanbu, el piloto de 52 años vio cómo se abría una oportunidad cuando sus principales competidores mordieron sucesivamente el polvo saudí.
«Estoy muy contento de volver a ganar el Dakar y de haber revalidado mi título. Las condiciones meteorológicas de este Dakar han sido realmente difíciles para todos. Mathieu (Baumel, su copiloto) hizo un gran trabajo», dijo al-Attiyah.
Sébastien Loeb se despidió de la victoria final en la 2ª etapa, con una desventaja de una hora y 26 minutos debido a tres pinchazos. Si bien volvió a fracasar en su intento de conquistar el Dakar, el antiguo campeón del mundo de rallyes WRC marcó, sin embargo, una buena actuación al hacerse con seis victorias de etapa consecutivas en esta edición, una actuación sin precedentes.
«Después del inicio de rally que tuvimos, no podíamos esperar mucho mejor que eso. Nasser estuvo intratable en todo momento, hizo una gran carrera y no cometió errores», declaró el alsaciano de 48 años.
«Un sueño» para Benavides
Por su parte, Stéphane Peterhansel (Audi), gran favorito, se retiró el 6 de enero tras un accidente en el que resultó herido su copiloto Edouard Boulanger.
Atascado en el mismo lugar, el español Carlos Sainz no pudo superar las más de 28 horas de penalizaciones que tuvo que pagar y finalmente tiró la toalla en la novena etapa, el 10 de enero.
En la categoría de motos, el escenario fue mucho más impresionante y fue el argentino Kevin Benavides, tras 15 días de encarnizada batalla, quien finalmente se impuso al australiano Toby Price en la última etapa.
En la meta del domingo, en Dammam, tras casi 45 horas de carrera y más de 8.000 km recorridos en el ultraconservador reino, Kevin Benavides se impuso finalmente al australiano por 43 segundos. «Es increíble. Es un sueño, es mi segunda victoria en el Dakar. Esta edición ha sido increíble. Luchamos mucho con Toby (Price) y Skyler (Howes). Estuvo muy cerca», afirmó el suramericano.
Crédito de tiempo
Al igual que en la carrera de coches, Kevin Benavides también se benefició de la retirada de serios aspirantes a la victoria final, encabezados por el británico Sam Sunderland, defensor del título, que se vio obligado a retirarse tras una caída en la primera etapa.
El 3 de enero fue el turno del estadounidense Ricky Brabec, ganador de la edición de 2020, de retirarse tras una caída durante la 3ª etapa entre Al-Ula y Haïl. El 10 de enero desapareció de la clasificación el catalán Joan Barreda, que en 2022 había hecho historia al superar las 27 victorias de etapa del gran Jordi Arcarons.
La batalla estuvo reñida entre los demás pilotos, sobre todo por la introducción de bonificaciones para recompensar a los pilotos que abrieran las pistas. Un sistema que ayudó especialmente a Howes, que se benefició de más de doce minutos de compensación y mantuvo el liderato de la general durante varios días.
También fue un crédito de tiempo que permitió a Kevin Benavides hacerse con la victoria final.
El argentino estaba en una posición ideal para ganar su segundo Dakar al imponerse en la penúltima etapa y recortar 12 segundos al líder provisional, Toby Price, quien recuperó 23 minutos después de la etapa por asistir al lesionado Matthias Walkner.
Esta 45ª edición del emblemático rally Dakar, reputado como el más difícil del mundo, fue incluso más larga que el año anterior: un prólogo y 14 etapas a través de rocas, arena y dunas, incluida una, la séptima, anulada por las motos.
AFP/
