En Mexico hay que concretar la vuelta de compañías petroleras estadounidenses

La oposición sentada en México, tiene en sus manos un papel fundamental para mantener nuestros lazos históricos con los valores de occidente. El tema electoral, coyuntural, tiene una importancia cosmética en las negociaciones. Todo político con algo de conocimiento de la realidad sabe que sucederá en 2024.

Pero, no voy ahondar en eso.

Lo que la oposición debe dejar allanado, -y que fortalecerá a nuestros socios-, está en el asunto energético. Cuando hablo de nuestros socios, me refiero a los valores de occidente, que nada tienen que ver con Rusia, China e Irán, que están usando Venezuela como su trampolín económico e ideológico en el continente.

Es hora que al igual que en su momento lo hizo el Presidente Raúl Leoni con el Presidente estadounidense Johnson, la clase política advierta del enorme error que significa dejar el sector petrolero en manos de los rusos, chinos e iraníes, impidiendo a las compañías estadounidenses – no solo hablo de Chevron- operar de manera amplia.

La política es el arte de lo que se oculta, nunca de lo que se ve. Si bien es cierto, pareciera que una reanudación de licencias sin restricciones para empresas americanas favoreciera momentáneamente a Maduro. No es así.

El gran ganador sería occidente y EEUU, que no pueden dejar en manos de intereses contrarios a sus valores, asuntos como la Faja del Orinoco.

La faja del Orinoco contiene, según cifras publicadas por el “BP Statistical Review 2020”, 303.8 mil millones de barriles de petróleo en reservas probadas. Esa cifra es desdeñada por conocedores del área en cuanto al factor de recobro utilizado en su certificación. Existen referencias en informes técnicos de dominio público en los que se señala que en los mejores casos el factor de recobro hasta 1999 fue del 8%, mientras la certificación actual llega a estimar factores de recobro hasta 20%, lo cual, hasta donde se conoce por los profesionales petroleros, no ha sido logrado.

En todo caso, aún con un factor de recobro inflado artificiosamente, la Faja del Orinoco es mayor reserva petróleo del hemisferio. Tal cifra implica un yacimiento de “Energía”, con potencial capacidad para suplir a Venezuela y otros países en la región.

¿Sigue siendo prioridad las reservas de la Faja para Estados Unidos? Considerando su éxito con el fracturamiento hidráulico y el sustancial incremento de su producción diaria, no es materia de urgencia para el presente.

Sin embargo, la Faja constituye el elemento de energía más importante del hemisferio. No habrá posibilidad de influencia práctica de EEUU en la región , sino está ahí. No la habrá, si Rusia y China, siguen avanzando no solo en la FAJA del Orinoco sino en las reservas de oro, coltan y minerales de Venezuela

Durante la década de 1950, las compras de petróleoforáneo crecieron enormemente en los EEUU, debido principalmente a la aparición de nuevos campos petroleros en el exterior que producían crudos a bajos precios. Hasta entonces, la política de importación petrolera estadunidense había permitido la libre entrada de productos, a pesar de que existían una serie de presiones informarles.

En 1955, el Congreso de los EE.UU. sanciona la Ley de Extensión de los Acuerdos Comerciales otorgando al presidente de EEUU el derecho de limitar la entrada de renglones que considerara importados en cantidades amenazantes a la seguridad nacional.

En 1957 el gobierno consideró que las importaciones de petróleo crudo habían alcanzado un punto en que constituían una amenaza a la seguridad y se estableció un programa de restricción voluntaria, que consistían en mantener las importaciones en un 12 por ciento de la producción nacional.

Ese programa, que no establecía sanciones, buscaba lograr un equilibrio entre la industria petrolera norteamericana y las importaciones del resto del petróleo que necesitaban los Estados Unidos.

Venezuela protestó argumentando varios elementos. En primer lugar, consideraba el país que las restricciones conducirían a las compañías a reducirla producción en sus concesiones. Por otro lado, adujo que el petróleo venezolano siempre estuvo disponible en época de guerra o paz, por lo que ser considerado dentro de su esfera de seguridad nacional, en lugar de amenaza.
La discusión y la sanción se alargó por 7 años, hasta que teniendo como marco la reunión de Jefes de Estado en Punta del Este, Uruguay, el 11 de abril de 1967 se reúnen Leoni y Johnson. El encuentro tiene lugar en la casa ocupada por el presidente venezolano.

Leoni, junto a su canciller Ignacio Iribarren Borges, le da la bienvenida a Johnson y sin mayores preámbulos hace mención a las correspondencias enviadas en dos ocasiones anteriores, a través de Pérez Guerrero y Gonzalo Barrios, puntualizando que en ese momento el problema mas serio que tenía Venezuela era el asunto petrolero. Y que parecía que todo se pondría peor por las nuevas restricciones referentes al sulfuro presente en el petróleo venezolano, agregando que era un asunto al que se tenía que conseguirle una solución.

Johnson responde que entiende lo importante que es el petróleo para la economía de Venezuela y que ha tratado de ayudar a solventar el problema tanto como ha podido. Indica que durante su administración, entre 1964 y 1966, el volumen de importación de petróleo venezolano hacia los Estados Unidos creció a 1.604 millones de barriles, frente al período de Kennedy, entre 1961 y 1964, que el volumen fue de 1.394 millones de barriles. Eso signifi có que se pasó de $3.1 billones durante Kennedy a $3,5 billones durante Johnson.

A los requerimientos de Venezuela, Johnson ofrece tres planes concretos. En primer lugar, asistencia técnica para eliminar el sulfuro del petróleo venezolano. En segundo término, ofrece utilizar más petróleo venezolano, dejando claro que Estados Unidos compra mas petróleo de Venezuela que de cualquier otro país.

Por último, ofrece comprar una mayor cantidad de asfalto “a precios bajos”. A través de una nueva orden presidencial, el Secretario del Interior va a tener la potestad de aumentar la cantidad de asfalto para importar, lo que podría utilizarse para el producto venezolano: “El presidente Johnson dijo al presidente Leoni que si no tenía objeciones de enviar este asfalto adicional a bajo precio, daría la orden al día siguiente”.

Después de exponer sus tres puntos, Johnson es tajante: “Esto (…) es todo lo que podemos hacer en este momento”.

Por su lado, Leoni contesta que a pesar que los EE.UU. ha aumentado la cantidad de petróleo que importa desde Venezuela, hay una tendencia creciente desde 1959 de comprar los grados más baratos, lo que lleva a menores retornos. Se ha incrementado la compra de petróleo residual de menor costo sobre el petróleo crudo de mayor valor “(…) y cada vez que el precio del barril baja cinco centavos hay una gran pérdida para Venezuela.” A esta tendencia, que ha sido notificada reiteradamente por Venezuela desde 1959, hay que agregarle que ha bajado el precio del barril cada año. Este problema incluye a las compañías petroleras, que ven mermada su ganancia al igual que la nación venezolana. Por eso el empeño del gobierno de Venezuela en solventarlo.

Sin embargo, el argumento de mayor peso para Leoni es el siguiente:

El problema del mercado del petróleo venezolano en los EE.UU. no debe ser considerado sólo desde la posición de que Venezuela busca únicamente su beneficio, sino a la luz de lo que Venezuela representa en Latinoamérica. Venezuela ha construido una democracia con principios sólidos que reflejan los de la Alianza para el Progreso (…), (pero) es tierra fértil para los enemigos de la democracia y de los EE.UU. (…) A pesar de las actividades guerrilleras, hemos podido mantener una situación política estable. Si Venezuela es incapaz de mantener una estabilidad presupuestaria que derive en dificultades para financiar los programas que se llevan adelante para el desarrollo nacional y progreso social, no tengo dudas que sería objeto de una convulsión social. Nuestros enemigos naturales no han sido capaces de poner un pie en Venezuela hasta ahora, pero si Venezuela se ve sacudida por un desbalance social, esto podría darle la bienvenida a nuestros enemigos comunes. Por ello el problema del petróleo venezolano es de importancia para la seguridad del hemisferio.

La amenaza comunista y la posible inestabilidad de la democracia en Venezuela vuelven a ser argumento esgrimido por Leoni para obligar a los Estados Unidos a mejorar las condiciones de compra del petróleo venezolano.

Sobre el punto relacionado con el nivel de sulfuro presente en el petróleo venezolano, Leoni, a pesar de su queja al comienzo de la conversación, comenta que no revierte mayor problema, pues las compañías petroleras, especialmente la Creole, están trabajando para buscarle una solución a corto plazo. Así mismo, agradece la posibilidad de colocación inmediata de un mayor volumen de asfalto pues así puede llevarse algo en concreto a Venezuela. Por su lado, Johnson se compromete a iniciar conversaciones con Canadá para intentar una reducción de los volúmenes de exportación a los EE.UU.

Finalmente, Johnson advirtió a Leoni que “posiblemente tenga que alejarlo de perseguir a los comunistas en su país con el fin de ayudarlo a eliminar a los tejanos furiosos que lo hostigarán” (por darle preferencia petrolera a Venezuela).

LEOCENIS GARCÍA

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