Francisco urge a la paz a su llegada a Sudán del Sur: «No más violencia ni derramamiento de sangre»

JUBA.- Sudán del Sur, un país azotado por guerras y hambruna, es hoy el escenario de un encuentro inédito.

El papa Francisco llegó este viernes 3 de febrero a la nación más joven del mundo, que vive en continúa espiral de violencia, pese a que en 2018 firmó un acuerdo de paz con Sudán, del que se independizó en 2011, pero con el que estalló una guerra civil en 2013.

Con años de estancamiento de una aplicación efectiva del acuerdo, las hostilidades siguen siendo continuas.

«Les ruego, de todo corazón, que acepten cuatro simples palabras: no mis palabras, sino las de Cristo. ‘¡Basta de esto!’ (…) No más derramamiento de sangre, no más conflictos, no más violencia y recriminaciones mutuas sobre quién es el responsable», señaló el sumo pontífice en su primer discurso, ante una audiencia que incluía el presidente Salva Kiir y otras figuras del gobierno.

Las palabras del Papa toman especial relevancia luego de que en la víspera de su llegada 27 personas murieran en Ecuatoria Central, donde se encuentra ubicada Juba, la capital del país.

Los hechos se registraron por un enfrentamiento entre pastores de ganado y una milicia local.

No obstante, las peticiones de Francisco podrían empezar a dar sus primeros frutos. Este viernes, y durante sus declaraciones frente al Papa, el presidente Kiir prometió que reanudará las conversaciones con los grupos armados que no firmaron el acuerdo de paz hace más de cuatro años.

El presidente pronunció esas palabras al tiempo que hizo alusión a uno de los actos de Francisco más recordados por los sudaneses. En abril de 2019, durante una reunión en el Vaticano, el pontífice se arrodilló para besar los pies de los líderes de Sudán del Sur, momento en el que los instó a no volver a la guerra civil.

«No fue en vano», remarcó Kiir este 3 de febrero sobre el gesto que tuvo el Papa.

Posteriormente, el Papa sostuvo un encuentro privado con el mandatario en el Palacio Presidencial, antes de pronunciar un discurso ante otras autoridades, diplomáticos y representantes de la sociedad civil.

Allí, Francisco también se refirió a la necesidad de combatir la corrupción y a la distribución inequitativa de los abundantes recursos naturales de la nación, como el petróleo.

«Emprendemos esta peregrinación ecuménica de paz tras escuchar el ruego de todo un pueblo que, con gran dignidad, llora por la violencia que padece, su persistente inseguridad, su pobreza y los desastres naturales que ha vivido», agregó el líder religioso.

De acuerdo con un informe de Naciones Unidas, emitido en 2021, este país posee algunas de las mayores reservas de crudo en África subsahariana, pero enormes cantidades de sus ingresos se han desviado de las arcas públicas. Sin embargo, el Gobierno sudanés rechaza las acusaciones.

Una «peregrinación de paz» sin precedentes

Procedente de República Democrática del Congo, Francisco llegó a Juba, la capital de Sudán del Sur, la segunda y última etapa de su peregrinaje africano, para lo que el Vaticano señala como una «peregrinación de paz» sin precedentes.

Aunque la visita está encabezada por el pontífice, por primera vez Francisco también es acompañado por el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields.

Los tres dirigentes representan así a las principales tradiciones religiosas activas en la nación, con una población predominantemente cristiana.

Miles de personas cantaron y tocaron tambores, bajo 35 grados centígrados de temperatura cuando el pontífice fue recibido por el presidente, Salva Kiir, en el aeropuerto internacional de Juba, la capital.

People line the streets hoping to see Pope Francis as he arrives in South Sudan for an unprecedented joint ‘pilgrimage of peace’ with his Anglican and Scottish Presbyterian counterparts https://t.co/xrFU59l9u5— Reuters (@Reuters) February 3, 2023

Pero la bienvenida a Francisco fue percibida más allá de la terminal aérea. Enormes multitudes de feligreses cristianos, musulmanes y bailarines tradicionales ondearon banderas del Vaticano, de Sudán del Sur, Escocia y Reino Unido, en las carreteras de la capital. Algunos de ellos incluso portaban camisetas con la fotografía del Papa.

A lo largo del camino hacia el palacio presidencial, donde el papa prosiguió con una reunión con el mandatario, y otros funcionarios, miles de ciudadanos se agolparon para observarlo al tiempo que instaban a la paz en su país.

«Deseo recibir bendiciones del Papa y también de Dios. También estoy buscando la paz de Sudán del Sur ahora que el Santo Padre nos visita», afirmó John Banga, de 27 años, un residente católico de Juba que se encontraba entre la multitud. La visita papal surge, sin duda, como una señal de aliento para esta nación.

Además de alentar la estancada aplicación del proceso de paz, en medio de continuos enfrentamientos, Francisco instó a la ayuda internacional debido a las dificultades humanitarias.

La situación empeora cada vez más, con una población que experimenta una de las más graves crisis alimentarias del mundo, como lo señalan reportes de organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Oxfam.

Reuters/ AP/ EFE/

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