Monseñor Gerardo Salas Arjona en misa solemne por el Día de la Juventud: «No permitan que los usen para fomentar una vida superficial»

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En un ambiente festivo pleno de risas y alegría, este domingo 12 de febrero, la parroquia Catedral abrió sus puertas para celebrar la santa eucaristía, en ocasión del Día de la Juventud.
La misa fue presidida por Monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure, concelebrada junto a sacerdotes miembros del clero diocesano.
En este día, el mensaje de nuestro Obispo se centró en el Salmo 118 … Muéstrame Señor el camino; …enséñame a cumplir tu voluntad». Así nos evoca el salmista dijo, para celebrar con gran gozo el Día del Señor, coincidente con rendir homenaje a la juventud, lo cual se convierte en oportuna experiencia de contemplar en Catedral, el contagio de la alegría, la vitalidad, esperanza de esta Diócesis y de Venezuela.
El primer mensaje de Monseñor a los jóvenes cristianos fue «el vive y te quiere vivo». De igual manera expresó que ser joven más que una edad es un estado del corazón, donde cabría preguntarse: en qué estamos invirtiendo nuestra juventud?, qué promesa tengo en el corazón para llevar adelante? Cuáles son mis sueños? El reto planteado por el prelado se orienta hacia consolidar una iglesia joven para soñar, donde «a través de la santidad de los jóvenes, la iglesia pueda renovar su ardor espiritual y su vigor apostólico».
En cuanto a las escrituras, expresó que el libro del Eclesiástico insiste en dos palabras claves para el proceder como cristianos: guardar los mandamientos y permanecer fiel a ellos, dos vias que invitan al cristiano a transitar la vida. Esto nos indica que el hombre es libre de pensar y actuar, puede elegir entre el bien o el mal, pero siempre rendirá cuentas a Dios de todo lo que ha hecho, por ello él juzgará a cada uno según sus obras.
Monseñor también exaltó tres criterios que el papa Francisco invitó a los jóvenes a poner en práctica: detenerse a observar los acontecimientos que confirman nuestra historia, es decir, jóvenes con raíces capaces de construir un futuro de esperanza, como segundo punto, discernir para aceptar que la propia vida está iluminada por la Palabra, que sean capaces de responder a los desafíos del hoy y mañana, exhortándoles a no permitir que los usen para fomentar una vida superficial.
El Papa propone otro camino, dijo, hecho de libertad, de entusiasmo, de creatividad, de nuevos horizontes, pero al mismo tiempo, cultivando esas raíces que alimentan y sostienen.
Cómo tercer punto, les señaló la acción de ser protagonistas de su vida y de la vida de la iglesia, para que el mundo pueda cambiar.
Por último, citó palabras de San Juan Pablo II, en su encuentro del 11 de febrero de 1996 en Caracas: «sean protagonistas de su propia historia»…»Ante un mundo de apariencias, de injusticias y materialismo que nos rodea» , invitando a ser una opción fundamental por Cristo en sus vidas.
Culminada la santa eucaristía, los jóvenes de las diversas parroquias asistentes marcharon en procesión para retornar la reliquia de la virgen de la Corteza a su nicho en la iglesia San Miguel Arcángel; dando por culminada la programación aniversario. /Prensa Catedral, Mayami Alvarado

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