Messi y Mbappé rescatan al PSG y a Galtier in extremis frente a un aguerrido Lille

PARÍS.- Kylian Mbappé y Lionel Messi rescataron a Christophe Galtier cuando una fuerte tormenta está azotando al París Saint-Germain. Los parisinos derrotaron 4-3 al Lille y le salvaron el pellejo a su entrenador, que vivió en el abismo buena parte del choque.

El Parque de los Príncipes vivió una jornada digna de estudio. Pasó de la más absoluta decepción al jolgorio más extravagante con la figura de su asesor deportivo, Luis Campos, como principal protagonista.

Con todo perdido, y un 2-3 en contra tras el tanto de Bamba en el 69, Campos apareció en la tribuna para gesticular contra su equipo. Envuelto en varios conflictos con algunos jugadores en las últimas semanas, parecía frotarse las manos ante una más que probable destitución de Galtier.

Sin embargo, de los gritos y los gestos pasó al éxtasis con el tanto de Messi. El campeón del mundo le dio la vuelta al resultado con su gol de tiro libre para acabar con una racha de tres derrotas consecutivas. Campos, como un aficionado de bar, saltó al césped en los últimos compases del choque y hasta se dio el lujo de dar órdenes.

Seguro que el asesor del PSG esperaba una reacción contundente de su equipo, envuelto en una dinámica peligrosa y rodeado de polémicas. La última, la protagonizó esta semana Neymar, que tras la caída en la ida en los 8vos de final ante el Bayern (0-1), se marchó a jugar póker y comer hamburguesas.

Anteriormente, tras perder frente al Mónaco 3-1, también se desató una problema de fuego cruzado entre Campos y algunos futbolistas; cuyo rendimiento no cambió cuando se les demandaba dar un golpe sobre la mesa.

Además de esto, Neymar acabó lesionado y apareció la peor imagen de Messi. Pese a que salvó al cuadro parisino, ya que antes del gol estaba deambulando por el césped del Parque de los Príncipes.

Sólo Mbappé fue capaz de echarle el resto a una jornada, en la que el Olympique Marsella acabará como mínimo a cinco puntos del líder.

Deprimido por los últimos resultados, el París Saint-Germain vivió de las apariciones de Mbappé y de la varita de Messi para silenciar las críticas. Sus aciertos no escondieron las carencias de los hombres de Galtier, que cometieron errores de juveniles que casi le costaron caro.

Y es que antes del primer tanto de Mbappé, el Lille le dio dos sustos tremendos al cuadro local. El primero, a los cuarenta segundos, cuando Timothy Weah se encontró con una pelota dentro del área. Gianluigi Donnarumma sí salió enchufado y con sus piernas despejó el que habría sido un jarro de agua fría para su equipo.

Pero ahí no acabó todo el ejercicio de despropósitos defensivos. Instantes antes de que Mbappé abriera el marcador, Kimpembe le regaló a Jonathan David un mano a mano tras una cesión imprudente sobre Donnarumma. Otra vez el italiano salvó los muebles de sus compañeros.

Entonces, ahora sí, apareció Mbappé para paralizar el tiempo en el Parque de los Príncipes. Su jugada, ejecutada en apenas unos segundos, valía una entrada. Entró por la banda izquierda, enfiló el área con Tiago Djalo y Bafode Diakite delante como una oposición seria e impenetrable.

Se deshizo de ambos con un túnel monumental sobre el primero, resistió las embestidas de los dos y batió a Chevalier con un derechazo.

Su tanto no sólo inauguró el marcador, sino que también tranquilizó a un equipo inseguro que jugó con fuego. Tres minutos después marcaron el segundo por medio de Neymar. El brasileño cerró a placer una jugada colectiva, que terminaron de hilvanar Messi y Vitinha y que disfrazó la polémica del póker y la hamburguesa.

Con ese gol, el PSG se las prometió muy felices. El Lille parecía acabado. Todo parecía indicar que se iba a derrumbar como un castillo de naipes. Sin embargo, se hizo con la manija del partido y volvieron los sustos a la portería de Donnarumma.

Primero, con un cabezazo de Jonathan David que salvó el portero italiano; y, segundo, con el acierto de Diakite, que firmó un 2-1 inquietante para el conjunto parisino de cara al segundo acto.

La tensión aumentó cuando Neymar tuvo que abandonar el terreno de juego en los primeros compases del duelo tras la reanudación. Una entrada de Benjamin Andre derribó al brasileño, que se torció el tobillo derecho para cerrar su concurso en el choque a los 51 minutos.

El París Saint-Germain se llevó otro disgusto con el tanto de penalti de David, el número quince del delantero canadiense este curso.

Este precedió el zambombazo de Bamba que provocó la molestia definitiva de Luis Campos. Entonces, casi al final, aparecieron Mbappé y Messi para cerrar la victoria de los suyos que le dio oxígeno a Galtier.

EFE/

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