SAO PAULO.- Un fin de semana que debía ser de alegría por la época de carnaval en Brasil se transformó por la tragedia sucedida en São Paulo, donde las fuertes lluvias que cayeron en las últimas horas provocaron graves inundaciones.
Según el gobierno estatal, al menos 40 personas fallecieron, según el último balance de las autoridades, mientras siguen las operaciones para hallar a otras 40 desaparecidas.
Alrededor de 500 personas, entre bomberos, policías, militares y voluntarios, están involucradas en las actividades de rescate este lunes 20 de febrero.
Un conteo oficial apuntó que 1.717 ciudadanos tuvieron que dejar sus casas durante el temporal por las inundaciones y los deslizamientos que sepultaron y afectaron decenas de viviendas.
Por caso, en Sao Sebastiao, la localidad más afectada, hubo 35 muertos y se registraron 600 mm de lluvia en un día. En este contexto, el gobernador paulista Tarcísio de Freitas debió decretar el estado de emergencia para las ciudades de Ubatuba, São Sebastião, Ilhabela, Caraguatatuba y Bertioga.
Para acelerar los trabajos de rescate, el Comandante del Ejército dio luz verde para el despliegue de tropas y aviones para colaborar en la búsqueda de los desaparecidos luego de que el Ministerio de Desarrollo regional y el Gobierno local pidieran asistencia extra.
Defensa Civil afirmó que las lluvias en el litoral de São Paulo fueron del doble de lo que estaba previsto cuando lanzaron las advertencias. Medios locales apuntaron que hubo 250 milímetros, un hecho sin precedentes.
“Ahora tratamos de mantener la integridad física de las personas, brindando atención en salud a los heridos y alojando a los desplazados, con agua, productos de higiene y un lugar de albergue”, detalló un portavoz de Defensa Civil.
Además de las pérdidas humanas, también hubo daños materiales importantes, como carreteras interrumpidas que fueron inhabilitadas.
Lula sobrevoló São Paulo
El presidente de Brasil acudió junto a algunos de sus funcionarios a las zonas más castigadas por las fuertes lluvias que sucedieron el pasado fin de semana en la región norteña del estado paulista.
“Sobrevolando la región azotada por las lluvias en Sao Sebastiao. Ahora me reúno con el gobernador Tarcísio de Freitas, el alcalde Felipe Augusto y ministros de nuestro Gobierno para trabajar juntos y enfrentar esta crisis”, posteó el líder en sus redes sociales.
El mandatario interrumpió sus días de descanso en el estado de Bahía para ocuparse de los pasos a seguir en esta emergencia.
Es importante que «no construyamos casas en un lugar que pueda ser escenario de otras lluvias, donde otras personas puedan morir en un deslizamiento de tierra», dijo ante los medios, tocando el problema del urbanismo improvisado en el país.
EFE/
