¿Estamos marchando por un mejor sueldo o por un mejor país?

Los venezolanos navegamos en un mar de problemas, tanto que si protestáramos un día al año, por cada uno de ellos, posiblemente no alcanzarían los días para que cada sector de la vida social y económica exprese su rechazo hacía el actual gobierno.

Un salario mínimo miserable de 7 dólares al mes establecido por el dictador venezolano, es sencillamente inaceptable, sean cuales sean las razones. En medio de esta tragedia los empleados de la administración pública, principalmente docentes y empleados de la salud, han salido a las calles a demandar un sueldo digno que les permita sobrevivir a la actual crisis que vive el país.

Marchas convocadas a diario con gigantescos niveles de participación, una euforia contagiante y un nivel excepcional de civismo, son características de cada una de las manifestaciones que, hasta hora, sobrepasan las 20.000 en todo el territorio nacional, desde su inicio en el mes de enero, sin registrarse ningún hecho de violencia, a pesar de las provocaciones y amenazas del gobierno, a través de sus grupos delincuenciales autodenominados colectivos.

Pero considero que todos tenemos la obligación de hacernos una pregunta muy pertinente. ¿Estamos marchando por un mejor sueldo o por un mejor país?

Particularmente tengo la certeza que el salario no es el problema, así como no lo es la falta de insumos en los hospitales, ni tampoco el abandono de los planteles educativos, ni la vialidad agrícola destruida, ni los bajos precios de los productos de las cosechas, ni los elevados impuestos, ni la inseguridad jurídica, ni la devaluación, ni los apagones, ni nada de eso.

EL PROBLEMA ES MADURO y su camarilla de aduladores. Ellos son los promotores de nuestra desgracia.

Debemos entender que mientras este gobierno siga en el poder, nuestros problemas seguirán existiendo y cada vez con mayor impacto en nuestra calidad de vida, porque Maduro, nos necesita pobres para dominarnos, a través del hambre.

Es imperante asumir con conciencia, que nos urge un cambio y que ese cambio pasa indefectiblemente por un cambio político en el país. Los sueldos pírricos que hoy devengamos, es sólo una de las muchas violaciones a nuestra constitución, por eso esta lucha debe también abarcar, el derecho a la salud, el derecho a la educación de calidad, la defensa de la moneda por parte del gobierno, la independencia de los poderes públicos, garantizar la seguridad alimentaria, entre otras cosas.

Todos los sectores de la sociedad civil venezolana, deben integrarse de cualquier forma a esta lucha.

Los docentes están dando una gran lección al resto del país, pero aquí tenemos que protestar todos. Los agricultores, los comerciantes, las amas de casa, los estudiantes, todos.

Todos tenemos razones suficientes para salir a la calle a levantar nuestra voz.

La prosperidad no es algo que diseñas para el futuro, es algo que construyes en el presente y lo único que necesitamos es la determinación de construir un mejor país.

Froilán Sánchez

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