Pedro Galdón.- Trabajadores activos, jubilados y pensionados del Estado, principalmente, de los sectores de salud y educación, de «Las ciudades gemelas» salieron nuevamente a la calle este miércoles 01 de marzo a seguir exigiéndole a su patrón salarios justos, en esta ocasión, marchando por la Av. Eduardo Chollet de Araure hacia la Sede de Operaciones de la Alcaldía del municipio homónimo, donde se reunieron los líderes sindicales del magisterio hace un par de meses con el gobernador Primitivo Cedeño, y en cuya entrada e instalaciones los manifestantes expresaron su indignación y sus demandas a viva voz a las autoridades que allí laboran.
Los protestantes se concentraron y partieron hacia la mentada institución en horas de la mañana del Terminal de Pasajeros de Acarigua, tomando la Av. Eduardo Chollet y entrando en la Zona Industrial de Araure. En la Sede de Operaciones, dirigentes de los sectores y grupos involucrados en la manifestación conversaron con sus directivos dentro de sus instalaciones, mientras el resto de los marchantes se quedó en las afueras voceando consignas y haciendo algarabía.
De acuerdo con el secretario de la Federación Venezolana de Maestros en el estado Portuguesa, Pablo Rangel, quien fue uno de los representantes de los protestantes en dicho encuentro, las autoridades declararon que las sanciones internacionales al gobierno nacional y el “bloqueo económico” les impiden conceder sus demandas salariales.
Aseveró que, al denunciar el exorbitante e inaudito gasto de dinero y recursos por parte del gobierno en las celebraciones carnavalescas, los directivos de la Sede de Operaciones afirmaron que estas fiestas fueron financiadas por empresarios, no por el Estado.
Rangel dijo que el gobierno ha incumplido con el “contrato social” que firmó con el pueblo venezolano en 1999 y con su Artículo 91, y que los trabajadores seguirán en la calle hasta que observe la Carta Magna y dignifique sus personas y profesiones, concediendo sus demandas.
Este jueves 01 de marzo, los trabajadores públicos realizarán un “cara a cara” en las comunidades donde residen para informarle a sus conciudadanos vecinos su situación y obtener su apoyo en su lucha por sus reivindicaciones.
