Científicos descubren el sencillo hábito diario que evita perder la memoria con la edad

MADRID.- Uno de los mensajes repetidos por su importancia relacionado con la salud es el de beber suficiente agua para tener una correcta hidratación. Hay que tener en cuenta que aproximadamente el 70% del cuerpo está compuesto por agua, mientras que el cerebro se va a un porcentaje mayor. Por lo tanto, es esencial tener una buena ingesta de líquidos para que el organismo funcione correctamente y se disminuya todo lo posible el riesgo de tener algún tipo de problemas de salud. 

Uno de los aspectos de la deshidratación que suele pasar desapercibido es su impacto en el rendimiento cognitivo. Se ha demostrado que incluso una deshidratación leve puede afectar al desempeño cognitivo, como la atención, la memoria y el tiempo de reacción. Esto se debe a que la deshidratación puede provocar una reducción del flujo sanguíneo y del suministro de oxígeno al cerebro, lo que puede afectar a su capacidad para funcionar de forma óptima.

Cuanta más agua, mejor para la memoria

Ahora, un equipo de investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV), el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y el Centre de Recerca Biomèdica Xarxa de Fisiopatologia de l’Obesitat i la Nutrició (CIBERobn) han centrado sus esfuerzos en averiguar qué tipo de relación hay entre el nivel de hidratación y el funcionamiento cognitivo en individuos adultos mayores con sobrepeso u obesidad.

Según los resultados, que se han publicado en la revista BMC Med, las personas con problemas de obesidad o de síndrome metabólico con un bajo nivel de hidratación presentaron un deterioro de la función cognitiva con el paso del tiempo, si se compara con las que estaban bien hidratadas. Esta peor relación se observó especialmente en hombres.

De este modo, los sujetos que se encuadraban en la máxima categoría de ingesta de agua – de 1 a 1,5 litros –mostraron un aumento de 0,17 puntos en las pruebas neuropsicológicas, en comparación con los que habían bebido menos de medio litro a lo largo del día.

Por otra parte, los resultados no han sido tan significativos cuando se ha tenido en cuenta el consumo total de líquidos, que no se limita a beber agua únicamente, sino que también se incluye el agua que hay en los alimentos y otras bebidas. En este caso, los individuos que ingirieron la mayor cantidad de líquidos totales experimentaron un aumento de tan sólo 0,12 puntos en comparación con los que consumieron la menor cantidad de agua.

Así se puede mejorar la hidratación fácilmente

La mejor manera de prevenir la deshidratación es la prevención. Es decir, que es tan sencillo como consumir agua incluso cuando no hay síntomas de tener sed. Sigue estos consejos para conseguirlo:

Bebe mucha agua: la manera más obvia de mantenerse hidratado es beber mucha agua. Procura beber al menos entre 8 y 10 vasos de agua al día, y más si realizas alguna actividad física.

 Consume alimentos ricos en agua: las frutas y verduras como la sandía, los pepinos, las fresas y la lechuga tienen un alto contenido en agua y pueden dar un empujón extra para estar hidratado.

 Establece recordatorios: es fácil olvidarse de beber agua a lo largo del día, así que prueba a programar recordatorios en tu móvil para no perder el ritmo.

 Lleva una botella de agua contigo: tener a mano una botella de agua te ayudará a mantenerte hidratado.

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