ESPECIAL.- “Hagamos de esta, mi primera Misa Crismal, una nueva oportunidad para renovar nuestro compromiso de seguir renovando y testimoniando juntos que la palabra de Dios se sigue cumpliendo aquí y ahora”.
Este fue el mensaje central de la homilía que ofreció Monseñor Gerardo Salas Arjona, Obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure, al presidir su primera Misa Crismal en la parroquia Catedral Nuestra Señora de la Corteza.
La ceremonia concelebrada junto al presbiterio diocesano, contó con la presencia de autoridades regionales y municipales de Araure y Páez, que acompañaron a los devotos que hacen vida en los templos de la Diócesis, religiosas y religiosos, movimientos y pastorales, todos volcados a testimoniar su fe, en estos días de la Semana Mayor.
Esta Misa Crismal fue escenario para la renovación de las promesas sacerdotales, por parte del presbiterio diocesano. Asimismo se realizó la bendición y consagración de los santos óleos y la recepción de las ofrendas de la campaña Compartir 2023, dedicada a reducir el riesgo de desastres.
La ceremonia además permitió al Obispo expresar un cúmulo de ideas, considerando el Evangelio de Juan 13, 21-33 36-38, destacando asimismo palabras del Papa Francisco quien “no se cansa de insistir que somos servidores y no patrones, hermanos y no señores, vamos adelante señalando el camino, otras detrás para animar a los que se han rezagado, pero en resumen, todos los que han recibido la ordenación sacerdotal, quieren ser servidores de nuestros hermanos”.
También, expresó el deseo de hacer de esta primera Misa Crismal, una nueva oportunidad para renovar, bajo la protección de la Santísima Virgen de la Corteza, el compromiso de seguir caminando y testimoniando juntos, que la palabra de Dios se siga cumpliendo “aquí y ahora”.
Para Monseñor Salas Arjona, la Misa Crismal se constituye en una muestra de comunidad eclesial y de caridad pastoral, agradeciendo a todos el esfuerzo para su realización en tiempos de dificultades.