Giro de Italia: Magnus Cort reina en el caos de la 10ma etapa y Thomas mantiene la ‘maglia rossa’

VIAREGGIO.- Ni el mejor guionista dramático hubiera escrito un guion como el que se está representando en un Giro de Italia que empezaba la segunda semana de carrera este martes con bastantes interrogantes instalados en el pelotón. Con cambios de recorrido de etapa a causa de la nieve, cruzando los dedos los organizadores para que no haya que alterar más jornadas y para que desde arriba se corte el grifo del agua, con varios corredores que no tomaban la salida, unos por Covid, otros porque se encontraban mal y otros porque consideraban que ya habían hecho lo que tenían que hacer y que ya podían pensar en próximos objetivos, y con varias caídas que se producían a lo largo de los 196 kilómetros de la décima etapa del Giro de Italia, entre Scandiano Viareggio.

Un día en el que se valoró la posibilidad de recortar el recorrido. Un día en el que el pelotón todavía estaba en estado de shock por el abandono de Evenepoel, en el que Primoz Roglic daba el susto al inicio al sufrir un problema mecánico y tener que cambiar la bici y en el que Geraint Thomas lucía por primera vez en su carrera la maglia rosa de líder. «La luciré con orgullo, pero sólo deseo que Remco se recupere lo antes posible», dijo el líder del Ineos y nuevo jefe de la carrera en un bonito detalle.

El perfil de la jornada, con muchos kilómetros llanos y con dos cotas en el recorrido a sortear -siendo la más relevante la de Passo delle Radici, 2ª en el kilómetro 90 del día– se prestaba para vivir una bonita batalla entre los caza etapas y los equipos de los sprinters, mientras que los gallos que quedan en el corral buscaban salvar el día de la mejor posible.

De entrada se formó una escapada de cuatro corredores –Magnus Cort, Davide Bais, Derek Gee y Alessandro de Marchi– que al final quedaría en tres. Tres fueron los que sobrevivieron al frente de la dilegencia del Giro, mientras por detrás les dejaban hacer. El día avanzaba y las imágenes no invitaban al optimismo, con corredores que paraban para abrigarse bien y protegerse del frío y de la lluvia, y con varios de ellos que se iban al suelo, especialente en la bajada de la cota de 2ª categoría. El asfalto estaba muy delicado y no todos supieron leerlo bien. Gaviria, Vine o Barta se caían; Vlasov abandonada y Bettini se llevaba por delante a un auxiliar que se bajó del coche en una recta para auxiliar a un corredor que estaba en el suelo. Imperaba el caos.

Por delante, los tres escapados –Cort, Derek y De Marchi- fueron avanzando hasta el paseo marítimo de Viareggio y llegaron con margen más que suficiente para jugarse entre ellos el triunfo. Por detrás, el pelotón estaba roto en mil pedazos y en el grupo de los notables Ineos controló todos los movimientos hasta los últimos tres kilómetros.

Ya en la larga recta final, Magnus Cort fue el más listo y fuerte para lograr la tercera victoria de la temporada, la número 26 como profesional e einscribir su nombre en la lista de los pocos corredores capaces de ganar enb las tres grandes vueltas ciclistas: Giro. Tour y Vuelta. Sólo quedan 119 ciclistas en carrera de los 176 que tomaron la salida, con la incertidumbre de saber cuántos empezarán este miércoles la 11ª etapa del Giro, en otro día que se espera pasado por agua y con el bicho suelto en el pelotón.

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