Aumenta las células inmunes que combaten la enfermedad: Expertos recomiendan el ejercicio físico para pacientes con cáncer

MADRID.- Todo el mundo debería practicar ejercicio. Sin importar la edad o las condiciones físicas, prácticamente todas las personas deberían moverse y realizar algún tipo de deporte de forma regular.

Lo cierto es que el ejercicio físico es altamente beneficioso, pues se trata de uno de los grandes aliados que ayudan a las personas a mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, muchas veces se cree que, cuando alguien padece alguna enfermedad, es mejor abandonarlo y centrarse en el descanso. Pero eso no es así, o al menos en el caso de los pacientes que padecen cáncer.

De este modo, siempre se ha sabido que el ejercicio físico es bueno para disminuir los riesgos de padecer cáncer, pero muchas veces se ha considerado que, en personas que ya padecen la enfermedad, lo mejor era descansar.

Pero ahora, dos investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Turku, en Finlandia, han descubierto que el deporte puede mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer.

Concretamente los estudios, que se han publicado en la revista Informes Científicos, han concluido que llevar a cabo unas sesiones breves de ejercicio ligero o moderado cada semana podría aumentar la cantidad de células inmunitarias que destruyen el cáncer.

Cómo actúa el deporte en pacientes con cáncer

Tal y como señalan las presentes investigaciones, el deporte puede disminuir los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer, y también puede mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes.

Según Tiia Koivula, asistente en la investigación, hasta ahora se tenía más información investigada “de que el ejercicio puede incluso mejorar el pronóstico del cáncer”, pero todavía “no se sabía completamente cómo el ejercicio controla el cáncer”.

Algunos estudios anteriores han señalado que el ejercicio afecta el funcionamiento del sistema inmunitario, por lo que se transfieren más células inmunitarias al sitio del tumor y se vuelven más activas en la destrucción de las células cancerosas.

Ahora, estos dos nuevos estudios han querido saber si una sesión breve de ejercicio afecta la movilización de las células inmunitarias en pacientes con cáncer.

Para ello, analizaron a 28 pacientes con linfoma y cáncer de mama recientemente diagnosticados. Los pacientes con linfoma tenían entre 20 y 69 años y los pacientes con cáncer de mama entre 37 y 73 años.

Durante el estudio, los pacientes realizaron un ejercicio de 10 minutos en bicicleta. A todos ellos se les tomaron muestras de sangre una vez antes del ejercicio y dos veces después del ejercicio.

En cuando a la resistencia del pedaleo, “se determinó individualmente para cada paciente para que correspondiera a una actividad física ligera o moderada”, puesto que el objetivo principal era “que los pacientes pudieran pedalear durante 10 minutos seguidos sin agotarse, pero que su ritmo cardíaco aumentara».

Una vez obtenidos todos los datos, los investigadores analizaron la cantidad de varias células inmunitarias diferentes, que también se conocen como glóbulos blancos, de las muestras de sangre y compararon las cantidades en las muestras antes y después del ejercicio.

De este modo, vieron que, durante el ejercicio, las células T citotóxicas y las células asesinas naturales aumentaron en el torrente sanguíneo de los pacientes con linfoma.

Además, en pacientes con cáncer de mama, el ejercicio también aumentó la cantidad total de glóbulos blancos, así como la cantidad de monocitos intermedios y células B, además de las células T citotóxicas y las células asesinas naturales.

El cambio fue rápido y transitorio y, en la mayoría de los pacientes, el número de células inmunes volvió a un nivel correspondiente al valor de reposo en las muestras de sangre que se tomaron 30 minutos después del final del ejercicio.

Según señalan Koivula, es importante destacar que se vio “un aumento en las células inmunes citotóxicas durante el ejercicio en ambos grupos de pacientes”, puesto que estas células inmunitarias “son capaces de destruir las células cancerosas».

Además, también se encontró una relación entre la intensidad del ejercicio y el cambio en la cantidad de células inmunitarias en ambos grupos de pacientes. Así, cuanto más aumentaba la frecuencia cardiaca y la presión arterial de los pacientes, más células inmunitarias se transferían al torrente sanguíneo.

¿Qué tipo de ejercicio es beneficioso para el cáncer?

La experta explica que, aunque los resultados indican que cuanto mayor es la intensidad del ejercicio, más células inmunitarias se transfieren desde los órganos de almacenamiento al torrente sanguíneo, “es notable que también el ejercicio de intensidad ligera o moderada que dura solo 10 minutos causa un aumento en el número de células inmunitarias que son importantes para combatir el cáncer».

Sin embargo, en todos los casos sería importante encontrar un ejercicio físico en el que el paciente disfrutara, pues hay que tener en cuenta que los tratamientos contra el cáncer aumentan el cansancio de la persona y pueden disminuir su motivación.

Aun así, los científicos califican los resultados como “reconfortantes”, pues el estudio ha demostrado que solo diez minutos de bicicleta o caminar al supermercado puede ser suficiente para estimular el sistema inmunológico del cuerpo.

Ahora, es necesario continuar las investigaciones “para estudiar si las células inmunitarias se transportan al tumor después del ejercicio, donde podrían destruir las células cancerosas”. Así, aunque “se ha demostrado que esto sucede en estudios preclínicos”, la investigación en pacientes que padecen cáncer es todavía “bastante incompleta”.

En definitiva, las conclusiones indican que los datos son positivos, puesto que demuestran que, cuando el sistema inmunitario de las personas con cáncer se debilita tras el tratamiento, el ejercicio puede ser un estimulante “especialmente importante”.

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