Primarias: Capital y provincia


Todavía hay muchas nubes sobre la decisión de la Plataforma Unitaria Democrática y sus aliados en la escogencia del camino de la participación popular para abanderar a la oposición venezolana para el proceso presidencial del 2024. No solamente un régimen “entrépito” que pretende involucrarse en una fiesta donde nadie lo ha invitado, ni tiene ningún derecho ni ningún mecanismo para sabotear esa ruta, salvo que no sea la violencia, el arma que les queda a los que nunca tienen razón, o las marramuncias.
La renuncia de la Vicepresidenta de la Comisión, el abandono precipitado que le dejó ver todas las costuras rojas, del Conde del Guácharo, las presiones internas, las conspiraciones de las que habla Roberto Henríquez, los mensajes sin destino que pudieran darle argumentos a los adversarios, que aunque ven el empeño que ha tomado la oposición en la reconquista del camino electoral, siguen promoviendo un clima de violencia que nadie ha dibujado, salvo los radicales estimulados por el capitán del odio desde su mazo, golpeando e insultando a algunos de nuestros precandidatos, son las aguas procelosas por los que caminamos desde Jesús María Casal hasta el más humilde de nuestros dirigentes.
Otra tormenta que podemos presagiar es que si a Maduro se le ocurre como lo están evaluando, recortar los mandatos de alcaldes y gobernadores, cuya elección también toca al igual que la AN, Consejos Legislativos y Concejos Municipales en el 25, eso generaría muchos roces en la Plataforma y sus aliados, si repiten el mismo modelo cupular del 21 de noviembre cuando desde Caracas escogían candidatos a gobernadores y hasta concejales.
Toda esa preocupación o culillo que no esconde la dictadura, indica que aunque sigamos mal, repitiendo a Petkoff, “vamos bien”. Décadas de equivocaciones han sido corregidas por la retoma de la vía electoral. Las encuestas serias que indican que el 82 por ciento de los venezolanos, desde hace más de tres años, rechazan a Nicolás Maduro, nos conducen a que el escogido o escogida el 22 de octubre, será el próximo Presidente de la República, quien debe iniciar tiempos de prosperidad para Venezuela.
Falta mucha agua por correr a lo interno, comenzando por el alto costo de la realización de la consulta. Reagrupaciones como la que se menciona con AD, Un Nuevo Tiempo y Fuerza Vecinal alrededor del abogado guariqueño Carlos Prosperi, la posibilidad del fracaso de las negociaciones, en cuanto a las inhabilitaciones, en fin, los obstáculos previstos e imprevistos. Pero la constancia de la Comisión Nacional y el compromiso de las voluntades políticas van de la mano con la aspiración venezolana de tener un abanderado unitario para enfrentar al régimen.
Aquí vuelvo al título. A mi juicio, en lectura lenta y casi rebuscada, el tema centralismo versus Federación, siempre está presente en cualquier proceso electoral, porque a pesar de las miles de promesas, Caracas ni los que llegan a Caracas y son vislumbrados por el poder, se acuerdan de la provincia en el ejercicio del gobierno. Ello forma parte del ADN venezolano. La visión democrática de Miranda fue derrotada por el caudillismo de Bolívar. Venezuela siempre ve la necesidad de un papá o de una mamá y ello impide el verdadero desarrollo ciudadano de la Nación. Lo que se necesita en este país es respeto al único imperio que ha de reconocerse: el de las leyes. No las que nacieron del hígado rojo de la élite cívico-militar que destruyó a Venezuela, pero sí las que brotaron del vientre verdaderamente constitucional.
El país necesita cambios a fondos para darle autonomía suficiente a las regiones; estados, municipios y el rescate de las parroquias, basadas en las organizaciones populares al servicio de su gente y no de un partido. En ello, por ejemplo, hay candidatos que tiene aportes importantes que hacer con el manejo del IVA y de otras tributos, amén de la revisión del porcentaje del situado constitucional de un país que pregona descentralización y de los ingresos se toma el 80 por ciento para el poder central.
Seguiremos hablando del tema, porque quiero llevar de mi parte el planteamiento de una candidatura de la provincia encarnada en Freddy Superlano, que ganó claramente el primer debate, que le produjo un histórico revés al chavismo en su cuna y la capitalina, la admirada y respetada María Corina Machado.

IVÁN COLMENARES

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