Yaxmin González Jiménez
ACARIGUA.- Para el Colegio de Bioanalistas en Portuguesa resulta “sumamente preocupante” el elevado grado de intrusismo laboral que se viene dando con la proliferación de laboratorios ilegales y de personas que están usurpando las funciones de estos profesionales de la salud poniendo en riesgo la vida de los pacientes.
De acuerdo a lo señalado por la representante del referido gremio en la entidad, Narky Rojas, esta situación es tan alarmante en el estado como a nivel nacional, teniendo en cuenta la cantidad de laboratorios que no tienen bioanalistas sino a personas que se dedican a la toma de muestras de exámenes de forma ilegal, convirtiéndose en un daño y perjuicio para la salud pública.
“Encontramos también que hay enfermeras, entre otros profesionales de la salud tomando muestras, personas sin ningún tipo de capacitación actuando de manera inescrupulosa, mientras el Estado venezolano ahora pretende hacer la licenciatura de bioanalisis en tres años en la universidad bolivariana”, acotó.
Rojas expresó que los colegios tienen previsto solicitar una reunión con autoridades del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (Sacs) y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para que tomen cartas en el asunto y se apliquen las acciones legales pertinentes para frenar esta situación.
Comentó que los únicos municipios donde no se han detectado irregularidades son Sucre, Unda, Boconoíto y Ospino, “los demás municipios tienen toma de muestras ilegales, cuando cada laboratorio debe tener un bioanalista de planta no itinerante, debe tener copia de título en la cartelera del establecimiento, las horas de trabajo, entre otros requisitos profesionales.
La representante del gremio señaló asimismo que ninguno de los laboratorios públicos cuenta con reactivos, ni posee las condiciones necesarias, para brindar una atención adecuada ya que no tienen agua ni una infraestructura óptima. Hay equipos muy sofisticados que trajeron hace poco, como por ejemplo, en el Hospital JM Casal Ramos, sin embargo no hay una planta eléctrica para evitar las fluctuaciones de luz, así como de agua, lo que hace imposible que esos equipos estén operativos”, apuntó.