Tragedias prenavideñas


“Nos ha tocado ser testigos presenciales y protagonistas activos del fenómeno y experimento político más traumático, complejo e inentendible que ha sufrido América Latina en su época post indigenista (aztecas, mayas e incas), sólo comparable con el choque cultural provocado por Colón al llegar a este nuevo continente. Este proceso todavía no entendido en su completa definición histórica y sus dimensiones políticas quinientos años después”. Eso me le escribía un gran amigo y excolaborador de mi paso por el Ejecutivo regional, que se preguntaba, además, que “cuántos años más nos tomará para entender este terremoto disruptor continuado que sigue aturdiendo nuestra historia como nación y república”.
Lo traigo a colación por dos cosas. Pareciera que el 22 de octubre conseguimos la varita mágica para salir de este régimen. Nos dio una guía y una lideresa para, entre todos, encontrar la fórmula en democracia y en paz, términos que pronuncia de la boca para fuera la alta jerarquía roja, la salida a esta grave crisis institucional y humanitaria que vive Venezuela. Por cierto, cada vez que veo los noticieros españoles que son de los pocos que veo, Pedro Sánchez en este negociado antihistórico que hace para garantizar su investidura como jefe de gobierno, se me parece tanto a Maduro, como elefante en cristalería. La dirigencia nuestra está clara que vivimos en dictadura, donde las únicas libertades que nos queda es hablar, menos en radio y televisión, morirse de hambre o irse de su país. Y de verdad que hay que organizarse seriamente para evitar una nueva frustración. La otra es por esa locura de referendo sobre el Esequibo, en el que, a mi juicio, estamos entrampados, haciéndoles unas preguntas a un alumnado que poco sabe del tema en cuestión.
La pregunta 3 por ejemplo. Se interroga sobre reconocer o no, la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, si el Acuerdo de Ginebra que Venezuela legitima como instrumento válido, establece que, al terminarse la posibilidad de diálogo bilateral, se recurre a un tercero, en este caso, el secretario general de la ONU quien debe apelar a una instancia definitoria y en ese Acuerdo, no se excluye a la CIJ. Claro, creo que se actuó en forma unilateral por parte de los vecinos. Pero debe recordarse, porque los venezolanos tenemos memoria corta, que Chávez por intermediación del nefasto Fidel Castro, hizo aseveraciones públicas, como “dueño” de este país, y permitió la explotación por parte de Guyana en territorio que es aún nuestro.
La pregunta cinco sí es la guinda del merengue, porque se promete creer un nuevo estado y que en él “se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio…”. No han podido atender ni siquiera a la mitad de los ciudadanos venezolanos en estos 23 años de despilfarro, saqueo y destrucción y van a atender, y además con qué recursos, lo que debieron hacer en estas dos décadas y media y de revolución. Lo malo para los habitantes del Esequibo, es que el Dairén queda muy lejos.
DOLOR EN PIRITU
Un camión 350, que presentó una falla mecánica, se vino en retroceso y le pasó por encima al cuerpo de Melquisedec Ortiz, dirigente demócrata en Píritu, que andaba en bicicleta. Con tan graves daños, se llevó al Hospital de la capital de Esteller pero hubo que ser trasladado al Casal Ramos de Acarigua-Araure, porque es comunicacionalmente notorio, este gobierno regional no se ocupa de la salud, sino de los negocios de la salud. No hay insumos en los centros de atención y sigue el enfrentamiento inútil de la emperatriz y embajadora de la salud con la directora regional del Ministerio. Pero lo más grave es que a pesar del espectáculo del showcero gobernador de Portuguesa, que pasea ambulancias y patrullas por las capitales de municipio, en el Hospital de Píritu no hay ambulancia y como muestran las fotos enviadas por los amigos de Melquis, hubo que ser trasladado en la parte trasera una camioneta a la ciudad de Acarigua, mientras Tivo, cuyo compromiso es con él, fanfarronea y envía flayers cada dos horas a Nico, no asigna una ambulancia a los hospitales portugueseños y hay que triangular, como dicen ellos, para tener la posibilidad que presten una.
Melquisedec es un dirigente amable, trabajador, que de tanto tiempo que lo conozco, creo que no ha sido recompensado ni por los suyos, que no le levanta la voz a nadie, que es incansable en el área electoral y hoy tiene la desdicha de pasar por esta tragedia, que aunque no es culpa, sino del destino, se agrava mucho más por el drama infernal que vive el sector salud en Portuguesa, que es una competencia de las tres instancias del poder ejecutivo: nacional, regional y municipal, que deben cumplir con el mandato constitucional de que todos tenemos derecho a la salud. Pero eso es pura paja para el régimen. Como decía José Tadeo Monagas: la Constitución sirve para todo.

IVÁN COLMENARES

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