Depurada ha sido la filosofía y la historia. Innumerables han sido los recuentos que palpan las realidades y acontecimientos históricos. Allí nos ubicamos en el año de 1914, inicio de la Primera Guerra de Europa, mal llamada Guerra mundial, pero que en definitiva marcó efectos protagónicos en nuestro planeta. La obra del escritor austríaco Robert Musil, en su novela “El Hombre sin Atributos”, nos deja ver que el eje de la obra gira en torno a la «Acción paralela», un evento de suma importancia cuyo objetivo es contraponer los treinta años de monarquía de Guillermo II al septuagésimo aniversario del emperador austriaco Francisco José. Nunca se llega a saber bien de qué trata la acción, aunque se crean comisiones y se discute sobre ella a lo largo de todo el libro. Kakania es el término con el que el autor se refiere al Imperio austrohúngaro, del cual la historia ha marcado cuenta por originarse allí el estallido de esa primera conflagracion bélica a la que hemos hecho referencia.
La influencia de KAKANIA, sobre el tema que nos ocupa, viene dada en la obra de Musil, dado que en ella se entiende ese eje de “acción paralela”, similar a las recientes estrategias de reconocimiento de poderes políticos distintos a los institucionales. Verbigracia, el caso Guaidó y todos los efectos que produjo tal ficción internacional; con las concebidas pérdidas económicas para todos los venezolanos. Y cuando me refiero a todos nosotros, debo excluir a los que directa o indirectamente se apoderaron de ingentes ganancias originadas de esa estructura del Estado. En ello contamos a los que han estado en el poder y a quienes no. Pero lo más trascendente aún, que podemos observar en la obra de Musil, es la presencia de personales tarifados que con sus actuaciones destruyen la estructura de las instituciones. Personales creados como demoledores de la ética y la moral, y solo a quienes les importa su interés económico personal. Al analizar esto en esa obra citada de “EL HOMBRE SIN ATRIBUTOS”, indefectiblemente vemos retratada a la política que se ha generado a partir de los últimos 25 años en el país. Germen de cultivo que habría nacido quizás del famoso “ta barato, dame dos” de los otrora monarcas de los años 70 y 80, asiduos visitantes del imperio y por sobre todo del inefable Miami.
Este panorama, nos ha traído a ser unos venezolanos sin visión de futuro. El país es el mismo durante los últimos 50 años. Nada ha cambiado; no hay ni desarrollo de nuevas vías ni de ninguna infraestructura, más por el contrario, lo que actualmente vemos es desolación y destrucción de lo poco que había. Salvo algunas nuevas tiendas para ricos en las Mercedes, y las crecientes cadenas de TRAKI, RED VITAL, FARMATODO; lo demás ha sido empobreciendo absoluto del venezolano. Ya el acceso a un vehículo para una persona, requiere de ingresos altos, no hay financiamiento ni cartera de créditos. El desarrollo está reñido bajo la estela de un cacarear de sanciones que han sido impuestas, quizás por ese poder hegemónico en la economía que ejercen USA y demás países poderosos, pero que han tenido que ver con malas políticas internas que generaron desigualdades y flagrantes violaciones a la propiedad privada, lo que a la postre conlleva a que las inversiones extranjeras hoy en día sean exactamente eso, “extranjeros” sin ánimos de venir al país hasta tanto un Estado Político respete las reglas de juego de la Constitución y de la economía. El Imperio Austrohúngaro, llamado por el autor como KAKANIA, plasmó su solidez en la cultura y desarrollo intelectual en la época, resaltando su grandeza en una economía sana y en pos del respeto a su soberanía; sin embargo, cuando desde dentro, comenzaron las diferencias para su división, dando paso primeramente a su autodestrucción y posteriormente al devenido enfrentamiento político que selló el inicio de esa Primera Guerra de 1914.
Hoy día, acudimos en el país, ante un divisionismo interno entre los estratos sociales conformados por los enchufados y quienes tenemos que llevar la peor parte. Enchufados que ven su mundo de oportunidades bajo la corrupción y el flujo del dinero fácil logrado a expensas de un Estado cómplice y vulgar, cargado de mentiras y desprecios por lo verdaderamente venezolano. Enchufados que se agolpan en los VIP de cuanto show o evento internacional que viene al país pagando precios de entradas astronómicas, solo en Venezuela, que para cualquiera de nosotros significaría un alivio para este mes de diciembre. Enchufados de KAKANIA, al estilo de los zares rusos o de reyes de Europa, compuestos por una élite que se rasga las vestiduras por un Esequibo que ni conoce y que con el tiempo ya ni hablarán de eso. Me causa risa ver a tanto político hablando de historia cual eruditos conocedores del acontecer de los tiempos de la Patria. En verdad dan risa, cuando confunden Guayana con Guyana y piensan que Surinam queda en Africa. Dan risa de tanta desfachatez. Creo que esa influencia de KAKANIA en la obra de Musil, sirve para dejar claro que aquí solo llegan a KAKA.
Rafael García González.