ESPECIAL/ Joel Silva.- Buques con más de 21 mil toneladas métricas de azúcar están en el muelle en Puerto Cabello, mientras que en el país los centrales azucareros privados y aquellos que administra el gobierno emprenden labores de zafra desde el año pasado para atender la demanda nacional, así como la recepción del rubro que vienen produciendo los cañicultores, todo esto en medio de la crisis económica y la carestía de insumos y servicios que ello acarrea.
Emilio Vargas y Julio Pérez, presidente y secretario de la Sociedad de Cañicultores del Central Toliman (SOCATOL), junto a Yolman González e Ismael Pena, directivos y socios de la Asociación Civil de Servicios Agrícolas de los municipios Papelón y Guanare (ASAPAGUA), acusan que conforme al cuadro de programación de buques en capitanía de Puerto Cabello, fecha 24 de enero 2024, el buque Atayal Star con carga de 8.500 TM de azúcar está atracado en muelle, mientras el buque Musa Oba con 12.855,49 TM de azúcar sulfuro granular en muelle externo, esperan programación de descarga y transporte a destino no informado pero que afecta la comercialización del producto del trabajo en los centrales operativos de la zafra, especialmente a los productores que están a la espera de una buena rentabilidad que permita seguir creyendo en las bondades del rubro que, con tanto sacrificio, cuidan y entregan cada zafra.
Resalta Vargas que esa competencia desleal distorsiona la colocación del producto terminado en los centrales, además afecta el proceso productivo y de liquidación, tal como ocurrió en la zafra reciente pasada y que provocó calamitosos resultados en el desempeño, más que todo a nivel de los cañicultores, sobre todo en los pequeños productores que no tienen oxigeno propio para superar dificultades y contingencias negativas.
-La entrada de azúcar foránea no es conveniente en época de zafra, los precios de liquidación de caña arrimada genera obligados incumplimientos y frustración que también perturban a los agentes asociados, sea proveedores, familias y vinculados comprometidamente con la actividad agroalimentaria y comercial. En época que no hay zafra hay que cubrir el consumo con azúcar crudo que se procese en los centrales que a la vez favorece al empleo nacional; ahora la azúcar que está llegando es refinada sin saber de revisión de condiciones sanitarias y pago de aranceles, tampoco se sabe quién la va a distribuir – destacó.
Por su parte Yolman González, en nombre de los nucleros, dice que esa azúcar excedentaria de otros países viene incluso con muy baja calidad, tal como se ha recogido entre factores vinculados a la cadena agroproductiva.
-Muchas empaquetadoras están siendo beneficiadas, ahora lo que inquieta y preocupa es la época en que introducen esos volúmenes en plena zafra. Se aumentó la superficie de siembra de caña en Venezuela cerca del 25% este año con relación al anterior; esa credibilidad en el rubro se vería como amenaza de expectativa negativa para futuras jornadas – sostuvo.
Estiman que en caso de que esa azúcar sea entregada a algún central privado o del gobierno se estaría configurando un duro golpe a la credibilidad del circuito que hace esfuerzo mancomunado con el gobierno por asegurar la soberanía agroalimentaria nacional como bien común, comercial y jurídico protegido por el Estado.
Vale mencionar que esta misma posición fue respaldada por los dirigente Oswaldo Hidalgo (Asapagua), Miguel Pimentel (Socadulce), Nelson Pineda, Carlos Mellado, Juan Nunes (Cooperativa Caña Blanca).
Combustible
Continúan diciendo que sólo en Portuguesa zafran 25 mil toneladas diarias, necesitando de tres a cuatro gandolas de diésel para cubrir requerimientos operacionales y de transporte; en el caso de Guanare, Papelón y San Genaro se requiere al menos una gandola diaria.
Las vías que se han reparado involucraron a cañicultores particulares, asociaciones y puntuales apoyos de gobernación y alcaldías, también requiere combustible para atender vialidades muy deterioradas.
Emilio Vargas explicó que las cantidades de diesel requeridas en el rubro caña son muy altas en comparación con los ganaderos. Ahora bien, para favorecer a pequeños cañicultores se vienen adelantando conversaciones con autoridades del Ministerio de Agricultura y Tierras para lograr atender algunas necesidades.
A la zona Guanare-Sabana Dulce de Papelón se prometió para la zafra una gandola y media diaria de diésel pero sólo en el mes ha llegado una a nombre de Socatol.
-Se requiere para nuestros asociados (500) tener asignado un código de PDVSA para que el distribuidor autorizado de la zona (DISCOLPOCA), despache a nuestros cañicultores.
DISCOLPOCA es el único distribuidor autorizado pero sólo atiende a sus clientes tradicionales. El pasado jueves recibieron 36 mil litros y hay que acotar que no despachan los fines de semana.
La realidad inmediata indica cinco núcleos o prestadores de servicio están parados por falta de combustible, mientras cuarenta y dos están a punto de paro por el mismo motivo – añadió.
Los cañicultores indican que hay una negociación fraudulenta denunciada con mucho sigilo y temor a consecuencias.
Ellos acusan ventas por encima de los precios regulados por parte de distribuidores no codificados que operan con agentes que se anuncian bien conectados o con influencias, aprovechándose de la necesidad o escasez de combustible de los actores comprometidos con la cosecha.
La idea es que activen mecanismos de averiguación y detención de estas pandillas que afectan el ciclo honrado de la producción.