Violencia, partido único y autoritarismo: la sombra del fascismo sobre Guanarito

     Los eventos acontecidos hace algunos días en Portuguesa, cuando  miembros del PSUV intentaron impedir violentamente la entrada de la líder opositora María Corina Machado al municipio Guanarito, sirven como un recordatorio alarmante de la erosión democrática y el ascenso de tendencias autoritarias en nuestro país.
     El fascismo, caracterizado por su ultranacionalismo, antidemocracia y el uso de la violencia para suprimir la disidencia, encuentra un terreno fértil en sistemas de partido único. Estos sistemas, donde un solo partido domina la esfera política, eliminan la competencia y silencian las voces críticas.
     La historia nos ha mostrado repetidamente cómo la combinación de fascismo, partido único y violencia conduce a la opresión, la violación de los derechos humanos y la destrucción de las instituciones democráticas.
     En el caso de Venezuela, la sombra del autoritarismo se cierne cada vez más sobre el país. El régimen de Nicolás Maduro, a través de su control del aparato estatal y la represión sistemática de la oposición, ha debilitado considerablemente la democracia.
     Los actos de violencia como los de Guanarito, no son eventos aislados. Son parte de un patrón más amplio de intimidación y hostigamiento hacia los disidentes, con el objetivo de silenciarlos y sofocar cualquier posibilidad de cambio político.
     Es crucial que la comunidad internacional condene enérgicamente estas acciones y exija al régimen de Maduro que respete los derechos básicos de sus ciudadanos, incluyendo el derecho a la libertad de expresión, reunión y participación política.
     La democracia no puede prosperar en un ambiente de miedo y violencia. La defensa de los valores democráticos y la lucha contra el fascismo en todas sus formas es una responsabilidad compartida que nos incumbe a todos.

     Los defensores de la libertad, la democracia y el Estado de derecho, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante este tipo de acciones propias de la antipolítica que nos quieren imponer. No podemos permitir que este tipo de acciones se normalicen.
     Exigimos un pronunciamiento oficial de los directores del PSUV sobre esta acción llevada a cabo por sus militantes. ¿Fue un hecho aislado? De ser así, ¿cuál será la acción disciplinaria? O lo que podría ser por: ¿están siguiendo líneas del partido?
     Los hechos de Guanarito son un llamado a la acción. Debemos alzar nuestras voces en contra de la opresión y exigir el respeto a las libertades fundamentales. Solo a través de la movilización ciudadana y la presión internacional podemos detener el avance del autoritarismo y construir un futGuro más democrático para Venezuela.

Felipe Jiménez Dueño

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