Quizás el ritmo que más profundidad, piel y vida misma contenga en sus letras y melodías sea el Bolero y con este género ocurre una peculiar metamorfosis similar a la transición de la libélula para hacerse mariposa, y es que si tomamos a cualquier adolescente de esta generación o de las anteriores es altamente probable que un Bolero le parezca música fea, anticuada y poco agradable, pareciera que sólo con el saborear de la mieles y también las hieles del amor, el alma se prepara para recibir con profunda identificación las miles de emociones y pasiones que sólo este género musical puede llegar a concentrar en una canción; En las siguientes líneas nos pasearemos por uno de esos temas inmortales que forman parte de la identidad latinoamericana y están en la cúspide de las preferencias musicales de todo aquel que se ha visto doblegado por los avatares del romance y el amor.
“Atiéndeme, quiero decirte algo, que quizás no esperes, doloroso tal vez; escúchame, que, aunque me duela el alma, yo necesito hablarte y así lo haré… Nosotros, que fuimos tan sinceros, que desde que nos vimos amándonos estamos, nosotros que del amor hicimos, un sol maravilloso, romance tan divino”. Esta idílica canción que se compuso hace 80 años en Cuba, ha sido interpretada por más de 400 artistas (entre ellos Sara Montiel, Jorge Negrete, Pedro Infante, Plácido Domingo, el Trío los panchos, Luis Miguel, Daniel Santos y La Sonora Matancera) y detrás de ella se encuentra una historia de las más conmovedoras al ser escrita desde la desesperación del que ama y se tiene que despedir; la canción fue escrita por Pedro Junco un joven originario de una de las familias aristocráticas de la Habana de aquel entonces; el joven se formó en la élite musical de su época iniciándose a la precoz edad de 6 años, haciéndose un maestro del piano y poseedor de una magistral voz de barítono.
LA VIDA DEL BOHEMIO; Pedro Junco, estaba precedido por su fama de seductor y bohemio, un galán altamente atrayente que entre sus conquistas de juventud tuvo desde una trapecista de circo hasta una monja; así como mujeres solteras y casadas que se rendían ante el encanto del singular músico, sin embargo entre esas aventuras nunca conoció el amor; éste llegó a su vida en la persona de María Victoria Mora Morales, joven aristócrata a quién conoció en una fiesta y con la cual surgió lo que los románticos llaman “amor a primera vista”; no obstante, cuando la acaudalada familia de la joven se enteró del historial de bohemio de Pedro, le prohibió rotundamente a su hija que volviera a verlo y esta resolución lo único que logró fue incrementar el interés de María por el joven Junco y a una sucesión de citas secretas en las que vivieron un intenso romance.
CARTA HECHA CANCIÓN; Lamentablemente la tragedia hizo aparición en aquella historia y con apenas 23 años en su haber, Pedro fue diagnosticado con Tuberculosis y tuvo que ser aislado en un hospital lejos de la Habana; arrebatado por el dolor, escribió una carta como medio para plasmar su desconsuelo y despedirse de su amor; pero en esa circunstancia ¿quién se la haría llegar? Y de hacerlo ¿Cómo superaría la vigilancia que el padre de María seguramente tendría sobre su correspondencia?, en medio de su melancolía logró hacerle llegar en forma de canción a su amigo y trovador Tony Chiroldes, aquel sentimiento escrito ya en forma de pieza musical con la finalidad de que María la pudiese escuchar en su programa radial favorito transmitido por la estación radial de Pinar del Río CMAB.
Así fue como en febrero de 1943 fue interpretada por primera vez la canción “Nosotros” la cual inmediatamente se convirtió en éxito y alegría postrera para su joven autor que en Abril de aquel mismo año cerraría sus ojos para siempre sin poder ver nuevamente a la mujer que le inspiro tales sentimientos; cuentan que en el sepelio sus amigos músicos entonaron la canción ante la presencia callada y sollozante de María Victoria a quién seguramente le quedaron grabadas en el alma cada una de las palabras y frases de tan magistral canción; “No es falta de cariño, yo te quiero con el alma, te juro que te adoro y en nombre de este amor y por tu bien te digo adiós”.
Richard Rico López
Hasta una próxima entrega…para opiniones y sugerencias: detrasdelanotaUH@gmail.com y cuenta en X (Twitter): @RichardRico2011
Nosotros: La vida del Bohemio y una carta hecha canción
