Matamoros: Genio bañado de pueblo, música anecdótica y legado universal

GENIO BAÑADO DE PUEBLO; Uno de los más insignes precursores del son cubano, el bolero-son y el son montuno es sin duda alguna Miguel Matamoros, Santiagueño que fundó por allá en 1925 junto a Rafael Cueto y Siro Rodríguez la popular y afamada agrupación cubana llamada “Trío Matamoros”; referencia obligada en el historial de la música afrocubana con un arsenal de éxitos que les permitieron triunfar en Cuba y más allá de sus fronteras, así como sentar las bases para el desarrollo de muchos artistas que en los años venideros saltarían al estrellato interpretando las composiciones de Miguel, el prolífico autor de tantas joyas de la música latinoamericana.
La principal característica de las composiciones de Matamoros son la sencillez de sus letras adornadas con una maravillosa armonía de voces y un ritmo contagioso desbordado de la ejecución magistral de sus instrumentos de cuerda dominado por la singular sonoridad del tres cubano en conjunto con la percusión; el propio Miguel, pocos años antes de morir, en entrevista al historiógrafo cubano Alberto Maguercia, explica el origen sencillo y popular de algunas de sus composiciones más laureadas como por ejemplo el “Son de la Loma” con el super conocido estribillo: “Mamá yo quiero saber ¿de dónde son los cantantes?” que además del trio fue interpretada con gran éxito por la orquesta Aragón y el maestro Compay Segundo años más tarde.
MÚSICA ANECDÓTICA; cuenta el cantautor como el Son “Camarón y Mamoncillo” es una canción patriótica y muchos en la misma isla no lo sabían; resulta que en plena guerra de independencia (1895) llegó a la entonces provincia española de Santiago de Cuba un grupo de voluntarios catalanes para apoyar la lucha patriótica, estos usaban gorro rojo mientras que los mambises (término usado para identificar a los guerrilleros locales que luchaban contra España) usaban gorro verde y cuando bajaban de los cerros y montes de manera incógnita al pueblo para concertar el encuentro entre ambos grupos preguntaban “¿Dónde están los camarones (rojos)?” Y por su parte los catalanes preguntaban “¿Dónde están los mamoncillos (verdes)?”, de allí Matamoros compuso el popular son que entre sus estrofas dice: “Allá por el año tres, se bailó mejor el Son; era corto y a la vez, más caliente y sabrosón” y se encadenaba al pegajoso estribillo “¿Camarones dónde están los mamoncillos, mamoncillos dónde están los camarones?”.
Esta composición surgió de la anécdota contada por la señora Manuela Despaigne quién le dijo a Miguel la ingeniosa forma que en aquella guerra usaron como clave para pasar información sin ser descubiertos; otra canción con un estribillo muy popular es el que reza: “El que siembra su Maíz, que se coma su pinol” la cual surgió del ingenio de Matamoros para referir la desaparición de un popular hombre en Santiago al que le decían “El Mayor”, este personaje vendía pasteles por la calle y de un día para otro no se vio más, con lo cual se crearon diversas conjeturas, entre ellas,  que estaba muerto y finalmente se posicionó la idea de que estaba preso en Guantánamo por algo malo que hizo, la metáfora así hace referencia al refrán popular “El que la hace la paga”.
“Lágrimas Negras”, otro de los éxitos popularizados por el trío, se basó en los sollozos de una mujer que estaba hospedada en el cuarto contiguo al de Miguel en una visita que el grupo hizo a Santo Domingo en 1930 y que le mantuvo desvelado aquella noche; la mañana siguiente preguntó a la dueña de la posada y esta le contó que la tarde anterior su enamorado la había abandonado por otra; esa misma tarde compuso el bolero-son, aún sin conocer a la desdichada mujer y seguramente sin que ésta supiese que aquella composición estaba inspirada en su dolor “…Y lloro sin que tú sepas que el llanto mío tiene lágrimas negras, tiene lágrimas negras como mi vida” y el famoso estribillo final “Tú me quieres dejar, yo no quiero sufrir; contigo me voy mi santa, aunque me cueste morir”.
LEGADO UNIVERSAL; La obra de Miguel Matamoros y sus interpretaciones con el trío, no sólo han trascendido el tiempo, sino que se han reinventado en las voces de los más grandes artistas de épocas más cercanas y que para nuestra generación están impresos quizás de manera inconsciente por la magia de aquellos estribillos pegajosos; así pues en la voz de la Billo´s Caracas Boy´s (Mamoncillo y Camarón), La sonora Matancera (El que siembra su Maíz), Celia Cruz y Daniel Santos (Lágrimas Negras), así como múltiples versiones y adaptaciones hechas por agrupaciones como La Dimensión Latina y grandes boleristas de América, ha perpetuado estos temas compuestos originalmente en los casi ya centenarios años 30 del siglo pasado.
Pero la obra de Miguel Matamoros y su trío, va mucho más allá de estas tres composiciones, pues también surgieron de la pluma del cubano temas como “Vámonos pa´la conga” que posteriormente versionó y colocó en los primeros puestos el cantante Venezolano Ricardo Montaner; “Buche y pluma na´ma” versionada por la portorriqueña Myrta Silva y el inmortal Benny Moré, “Frutas del Caney” que versionó el sonero del mundo Oscar D´León y convirtió en referencia de la música tropical; “Hueso no má”  sobre la cual el grupo Los 50 de Joselito hizo una versión de merengue campesino muy exitosa e igualmente es el autor del tema “Veneración” que en nuestro país fue un exitazo en las voces de Los Melódicos, seguramente por el titulo no será fácil identificar la pieza, pero el estribillo final si lo habremos bailado una y mil veces “Y si vas al cobre quiero que me traigas una virgencita de la caridad”. Alusión al amor fervoroso del pueblo cubano por su patrona la virgen del cobre, “Cachita” como le llaman cariñosamente los isleños y entre ellos por su puesto el Genio Miguel Matamoros.
Richard Rico López
Hasta una próxima entrega…para opiniones y sugerencias: detrasdelanotaUH@gmail.com y cuenta en X (Twitter): @RichardRico2011

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