Mi palabra/ TRUMP Y SUS PAYASOS DESENMASCARADOS SIN ANDAR DISFRAZADOS

 Víctor CORCOBA HERRERO /

*“Nadie puede llevar por mucho tiempo el disfraz”

 Séneca…

En la entrada de un lujoso centro comercial de la ciudad de Bogotá, donde todos parecen pertenecer a una misma clase por el intenso frio, el cual obliga abrigarse aunque sea, con una chaqueta usada recogida de la basura, producto del consumismo desbordado de cualquier producto puesto a la venta por las grandes empresas comerciales, que presentan la mercancía, como si estuviéramos todo el tiempo en época del carnaval; le escuché decir a un taxista, como utilizando un parlante, pero con la disimulada precaución de dirigirse directamente a sus dos compañeros de oficio, el cual estaban de frente en una tertulia esperando la tarde, el cual traía la noche tan rápidamente, como la desesperación de los peones del imperialismo al ver y oír los disparates de Trump, para terminar de echarle fuego  a la candela ¡Trump, anda medio loco y sus títeres tienen las caras, como los pelados, cuando tienen hambre!

La expresión de este humilde trabajador, tan agobiado por cualquier habitante de esa ciudad atrapada por el intenso y congestionado tráfico, el cual obliga a cualquier rebelde trabajador a despertarse a las 4 de la mañana, cuando la cobija parece atraer, como el amor en plena juventud bajo el intenso frio de una capital, que parece copiarse de las grandes ciudades europeas, pero hasta ahí, porque en lo demás pierde el encanto, cuando cualquier ciudadano, así vaya a recoger flores, termina metido en un mar de problemas en medio del intenso tráfico, formado por vehículos de carga y paseo e interminables filas de bicicletas, más la patinetas eléctricas en las ciclovías y para variar las motocicletas, el cual representan y forman parte de una solución salvaje y violenta del capitalismo salvaje en aras de hacer dinero, sin importarle la vida de nadie; salvo de los mismos promotores e incitadores, así se encuentren con la frente pegándola al suelo.

Todos los títeres de los últimos gobiernos estadounidenses se encuentran señalados o juzgados por sus criminales acciones, que ni siquiera, con el disfraz más poderoso totalmente dolarizado les permiten escapar y la prueba más evidente la conseguimos en las informaciones, cuando señalan al expresidente Álvaro Uribe Vélez, como un delincuente convicto, pero no confeso, porque parece imposible, que él mismo se convierta en su propio acusador en medio de un aparataje hecho con una montaña de dólares, producto de todos sus disparates para construir una fortaleza, formada desde jueces, hasta llegar a humildes parroquianos, que por la falta de conciencia le siguen los pasos al monstruo, a pesar de llevar un disfraz muy conocido. Todo esto parece un libreto para una película, pero es la pura realidad en el cual vive Colombia.

Pero, cuando hablamos de libretos, no podemos dejar a un lado la cómica escenificación de Zelensky, cuando estuvo frente a Donald Trump, creyéndose el todopoderoso representante de Ucrania, en sus incontrolables arrebatos de un personaje, el cual no entiende, que oponerse a la paz en momentos de tanta conflictividad promovida por los encumbrados personajes del imperialismo con la única facultad, si se puede llamar así, amasar dólares, como agua, cuando empiezan a caer incontrolables aguaceros, condenando todo lo que consigue a su paso a padecer, como si estuviera al lado de represas totalmente llenas de agua a punto de estallar y de paso con vientos huracanados,  el cual le complican la esperanza a las personas más optimistas. Por algo Zelensky, salió, como divorciado limpio y al instante se entera, que ha sido traicionado por quien creía su amigo fiel e incondicional, para el cual ha trabajado, como si estuviera cuidando su propia vida.

La lista es larga de los desahuciados por la historia en nuestra América y no vale la pena perder tiempo en revisar, pero siempre hay un, pero, como decía un viejo amigo, porque en nuestra Venezuela, a pesar de haberse convertidos en unos verdaderos bichos, no podemos dejar de revisar la enumeración, como si estuvieran entrando legalmente por la migración. De Guaidó, solamente se acuerdan sus padres, así pase lo que pase, porque de lo contrario el lazo consanguíneo se pierde, como echarle una gota de agua al mar. Y de María Corina Machado, oír decir en el accidentado vuelo de retorno, el cual despegó y regresó a Bogotá, en cuestiones de minutos por un accidente, el cual no le deseo a nadie, que viva esa experiencia –la despresurización de la nave– para luego reprogramarlo para el día siguiente; una expresión que lejos de soltar la carcajada, me tape la boca para contener la risa y no formar parte del elenco comiquísimo ¡A esa, no la vuelvo acompañar ni de matrimonio, porque ella, le dio la razón a Diosdado, con sus loqueras e impertinencias, como un borracho atrapado por el alcohol  en una fiesta!.

 narciso_t_29@hotmail.com 

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