Monseñor Salas en Jubileo de Pastorales y Movimientos de la Iglesia: «Debemos reconocer, enmendar y abrir el corazón para seguir creciendo como discípulos»


Especial.- Este fue el mensaje central que Monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure, compartió con los peregrinos que se juntaron en parroquia Catedral Nuestra Señora de la Corteza, para participar del Jubileo de las diversas instancias pastorales,grupos de Apostolado y Movimientos de la Iglesia Diocesana.
Luego de recorrer algunas calles de la ciudad, en Santo Viacrucis, los peregrinos invitados al banquete fueron recibidos por el prelado, portando en sus manos a Jesús Sacramentado, en compañía del pbro Alexander Uzcátegui Terán.
Ya en el templo, Monseñor Salas en sus palabras de bienvenida manifiesta lo hermoso que representa el momento vivido y desde el símbolo de la Cruz Jubilar puedan unirse «para ser una sola iglesia, una sola experiencia de amor, y que siempre se pueda contemplar esta cruz, como el árbol de la vida, el árbol del amor de Dios.
Hoy podremos retornar edificados como lo que somos, hijos de Dios, dijo, porque el Señor está presente entre nosotros, después de este viacrucis, que nos permite reuniros para ser luz, esperanza, para sentirnos peregrinos.
Ya en su homilía, el Excmo Obispo, hizo mención a varios aspectos de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco, que refiere, entre sus capítulos, a la transformación misionera de la Iglesia, que trata de una Iglesia en salida que debe renovarse.
Asimismo, la Doctrina Social de la Iglesia, que implica ser evangelizadores con espíritu y alegría, porque la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento.
La exhortación apostólica Evangelii Gaudium, se convierte en un mensaje, un valioso vademécum para los laicos de hoy, invitados a ser elementos evangelizadores para llevar la Buena Nueva de Jesús a cada situación humana y tratar de convertir a los individuos y a la sociedad mediante el poder divino del mismo de Dios.
De allí, que desde esta visión del Santo Padre, se proyecte la importancia de este Jubileo, porque permite redescubrir, desde sus talentos, desde su condición, la misión evangelizadora de la iglesia, dijo.
Aprovechó, asimismo, el celebrante, exhortándoles a tomar conciencia de la responsabilidad de la Iglesia, que nace desde el bautismo y la confirmación.
Otro de sus llamados fue a evangelizar más, a formarnos mejor, para asumir responsabilidades y tener mayor compromiso para hacer presente los valores cristianos en el mundo social, político y económico actual. /Prensa Catedral Mayami Alvarado

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