Mi palabra/ ¿EN QUÉ ANDAS AHORA? ¡EN UNA DE CONCIENCIA!

NARCISO TORREALBA/
 
***“La conciencia es la luz de la inteligencia
 para distinguir el bien y el mal”
Confucio…

En una amena conversación de unos parroquianos, casi todos de la misma edad, a quienes he visto en varias oportunidades, pero nunca he tenido la oportunidad de intercambiar palabras con ninguno de ellos, escuché el siguiente diálogo, iniciado por el más locuaz y presumido, el cual le daba vuelta a la llave de una motocicleta recién comprada, sin haberle quitado el papel de la agencia, y apenas le preguntó a uno de ellos, a quien parece conocer, desde la infancia ¿En qué andas ahora? Recibió una respuesta muy útil por lo reflexivo para emplear en la vida ¡En una de conciencia, después de la estrellada de hace tres años, que casi me mato y estoy vivo de milagros? Todos se vieron las caras, para finalmente sonreír; no sé, si en un gesto de aprobación o de burla, pero lo que, si es cierto, es que terminaron, como buscando en el subconsciente algún hecho para recordar.
De todas las necesidades del ser humano para poder vivir, en medio de este maremoto creado por el mismo hombre, está establecer consciencia antes la avalancha, el cual se aparece en momentos inesperados desatados por la propia naturaleza y por la otra, al no pensar, como el peligro asecha de manera constante y  quien no recapacite se lo consigue con los brazos abiertos para atraparlo y formar parte de las noticias, que por momentos aparecen y desaparecen, como algo muy común por lo repetitivo, dejando solamente lamentos en los que están directamente involucrados. Los desafiantes del peligro se encuentran en toda sociedad y actividades, la mayoría de las veces no aceptan ni advertencias antes tantos hechos y ejemplos, que van relacionados directamente con la muerte.
Los saldos de muertos y heridos los fines de semana por el abuso en la conducción de las motocicletas, es alarmante y los comentarios se extienden en todas las ciudades y ni siquiera así, se ve aparecer una pequeña luz en la conciencia para ayudar a minimizar las muertes en los que hacen uso de estos vehículos, que en la gran mayoría de los casos son jóvenes, el cual parecen unos practicantes para después participar en los casting de donde salen en parte los protagonistas de las increíbles películas, exhibidas en las últimas aplicaciones vía internet, hasta convertirse todo esto en un gran negocio, sin importarles nada, con tal de ver los dólares en las cuentas bancarias.
Si, un gran número de motorizados se han convertido en unos suicidas, que podemos decir de los fumadores, el cual no escuchan las advertencias médicas y menos las presentaciones de los cigarrillos en las cajetillas, el cual anuncian por anticipado enfermedades, el cual conducen directamente a la muerte y es tan así, que en días pasados, me conseguí a un joven, con un cigarrillo en la mano, que parecía desesperado por terminarlo de consumirlo, como una barra de chocolate y cuando le pregunté por la edad, me respondió de manera esponjada ¡17 años! Le hice saber del peligro en el cual se estaba metiendo, porque iba directamente a una esclavitud por años en un vicio sin ningún sentido y la respuesta que me dio, fue tan risible, que ni por la edad se puede aceptar: ¡Yo lo contrarresto con ejercicio y una buena alimentación! Esto me hizo recordar a un médico, excelente profesional y una gran persona, quien se alimentaba como un verdadero atleta, ya que, no dejaba de hacer ejercicios, pero tampoco dejaba de fumar y parece que menos oía a la hermana una excelente especialista de la Nefrología, con un espíritu maternal comprobado; al final los estragos del cigarrillo lo llevaron a la tumba de manera prematura.
La vida es tan jodida –dijera un tío, ya pasado de los 90 años– que, cuando uno llega a viejo, el cual  parece el momento para vivir plácidamente, es cuando se aparecen los martirios y sufrimientos llamados popularmente los achaques de la edad y si a esto le añadimos los retos, que consciente e inconscientemente aceptamos, como un complemento en el modelo de vida, por supuesto, que los desequilibrios emocionales se van presentando uno detrás del otro y llega el momento, que todo nos parece vacío, si no andamos metido en lo que han dado en llamar moda y de esto en muchos casos no escapan personas de la llamada tercera edad, que lejos de ayudar a crear conciencia forman parte del mismo problema. Nadie, que no se cuide puede llegar a saborear la vejez, con todos sus sufrimientos, porque al fin y al cabo forman parte del ciclo vital, ya que, toda edad tiene su encanto e invita a ver el mundo, como un jardín de flores.
             

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