La inflación impacta en mujeres venezolanas en áreas esenciales como alimentación y aseo personal, revela informe de ONG Caleidoscopio Humano

CARACAS.- El último informe de la ONG Caleidoscopio Humano, «Inflación en Venezuela durante 2022», señaló que la inflación que registra el país desde hace varios años impacta negativamente a las mujeres venezolanas, especialmente en la alimentación y en el aseo personal. 

El informe asegura que las mujeres venezolanas forman parte de los grupos vulnerables al no contar con una capacidad adquisitiva estable, lo que profundiza la brecha de desigualdad y acarrea el deterioro de sus condiciones de vida.

Caleidoscopio Humano señala que muchas mujeres y adolescentes no pueden acceder a los productos de gestión menstrual, pues el salario mínimo es de 130 Bs, el equivalente a 5,37$, mientras que el costo de 8 unidades de toallas sanitarias supera los 3$.

«De acuerdo con la Organización Global Citizen, todos los días, alrededor del mundo, cerca de 800 millones de niñas y mujeres menstrúan, pero no todas tienen la posibilidad de acceder a toallas, tampones u otros elementos necesarios para este periodo hormonal. En el peor de los casos, tampoco tienen acceso a agua potable en sus hogares, lo que les impide una higiene adecuada», señala la ONG.

El informe destaca también que la mujeres venezolanas para acceder a servicios de salud deben recurrir al sector privado y la mayoría de los exámenes y tratamientos deben ser costeados por ellas mismas debido al deterioro de la red de salud pública.

Sin opciones

La situación con la inflación en Venezuela y la caída del salario mínimo imposibilita la adquisición de los productos de higiene menstrual, por lo que muchas se ven en la obligación de utilizar opciones que pueden poner en riesgo la salud.

Otro de los factores que afecta de forma diferenciada a las mujeres es el poco acceso a métodos anticonceptivos, que niega la autonomía sobre sus cuerpos e impide la planificación familiar.

El informe destaca que muchas personas #LGBTIQ+ no pueden acceder a empleos formales. Por la falta de oportunidades y la estigmatización, se ven obligadas a ejercer trabajos mal remunerados y los hace más vulnerables a la explotación sexual.

TCD/ LN/

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