PARÍS.- Francia alerta sobre un grave panorama de efectos globales.
Este 24 de agosto, en el primer Consejo de Ministros tras el periodo de receso de verano, el presidente Emmanuel Macron aseguró que el mundo se enfrenta al fin de una abundancia de bienes y recursos y «de cierta despreocupación».
«Creo que asistimos a una gran convulsión, un cambio radical. En el fondo, lo que estamos viviendo es el fin de la abundancia, de la liquidez sin costo», sostuvo Macron en unas sombrías declaraciones que contrastaron con su habitual tono optimista.
¿Las razones? El mandatario apuntó a una serie de crisis. Entre ellas se destacan los efectos del cambio climático, que están generando notorias sequías en varios países, tras temperaturas extremas e incendios.
Para Macron, la escasez de algunas materias primas y del agua está sobre la mesa y habrá que tomar medidas urgentes al respecto.
Una alerta de la que hizo eco el portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran, quien aseguró que el verano de 2022 ha sido el de “después del cambio climático, de toma de conciencia total, incluso entre los más escépticos».
Además, el mandatario francés señaló la interrupción del comercio internacional que causó daños durante el período de pandemia y la guerra en Ucrania. Un conflicto que sigue disparando el precio del gas y de la energía eléctrica en medio de las sanciones a Rusia, país que llegó a catapultarse como el principal exportador de hidrocarburos para varias naciones del Viejo Continente.
El dirigente francés consideró que “la libertad tiene un costo” y el conflicto en curso en suelo europeo ha traído «el fin de la despreocupación» en todo el continente.
Francia podría eliminar los topes a los precios de la energía
Ante el difícil panorama, Francia podría dejar “para siempre” de mantener los topes en los precios de la energía para ayudar a los hogares a hacer frente a la creciente inflación, según aseveró Véran.
«Puede haber aumentos de precios», destacó el funcionario.
En las próximas semanas, el Gobierno galo tendrá que decidir si renueva los límites en los costos de la electricidad y el gas que vencen a finales del presente año.
Asimismo, la Administración de Macron deberá definir si mantiene o no un descuento en el combustible. Medidas que en conjunto han ayudado a conservar la inflación más baja en Francia, en comparación con muchos de los pares europeos, pero que pesan mucho sobre las finanzas públicas.
Macron alertó que la población se enfrenta a “sacrificios”, de cara a un invierno difícil y una nueva era de inestabilidad, cuando los expertos prevén que el conflicto en Ucrania podría tomar años.
“En última instancia, es un punto de inflexión por el que estamos pasando que puede llevar a nuestros ciudadanos a sentir mucha ansiedad. Ante esto tenemos unos deberes; el primero de ellos es hablar con franqueza y claridad”, subrayó el presidente.
El territorio francés depende menos que algunos vecinos de las importaciones de gas de Moscú, que representan alrededor del 17% de su consumo de gas. Sin embargo, persisten las preocupaciones.
La Administración de Macron tiene previsto presentar una legislación, el próximo septiembre, para acelerar los proyectos de infraestructura energética y elaborar un plan a corto plazo con el fin de asegurar el suministro de energía para los meses venideros.
Un «plan de restricción energética» pediría a todos los ciudadanos que se comprometan con una «caza del desperdicio», como apagar las luces al salir de las oficinas, adelantó el Elíseo el pasado julio.
Se avecinan nuevas protestas
Las palabras del mandatario cayeron como un baldazo de agua fría para los sindicatos. Para decenas de grupos de trabajadores, los nuevos llamados del Gobierno a hacer sacrificios no tienen sentido, ya que aseguran que los empleados requieren salarios más altos para hacer frente a la creciente inflación.
Inmediatamente después de los comentarios de Macron, Philippe Martínez, líder del sindicato CGT, confirmó a la televisión local que en septiembre habrá protestas y que estas exigirán medidas para aumentar los pagos de los empleados y limitar los aumentos de los precios de los productos.
«Nos levantaremos en contra de estos nuevos sacrificios», aseguró.
Su sindicato ha convocado a un día de huelgas nacionales el próximo 29 de septiembre.
Las reformas de los planes de pensiones y prestaciones por desempleo también están en proceso y podrían desencadenar más manifestaciones en las calles francesas.
Reuters/ EFE/