Señales de esperanza

Tengo a Tivo extraviado. No sé si le perdí el rastro o es que estaba muy ocupado con las UBCh, sobre las que Nicolás Maduro dijo que se habían electo más de 14 mil en todo el país, y que son el comando rojo del centro de votación. Lo último que supe de él, después del fracaso estrepitoso, incluyendo los regaños miraflorianos y las carcajadas estrepitosas del Ministro de Agricultura que no las he escuchado, pero me las imagino, fue la improvisación en el estadio “Lisandro Coronel” de Guanarito, donde iba a ser inaugurado el Campeonato de Criollitos de Venezuela, el sábado pasado. Un palo de agua inundó el campo, por no atender los drenajes, lo que hizo que el gobernador durara 10 minutos y fuese escasamente aplaudido, mientras al solo nombre de Valmore Betancourt, el choque de las manos fue abrumador. Lo cierto es que Cedeño va de mal en peor en la opinión pública.
Por cierto, se notó el movimiento en la elección roja del sábado. A pesar de los enfrentamientos, el aparato del Estado y el peculado de uso estaban al servicio del PSUV. Esos carajos se traen una vaina entre manos y en la oposición aún no sale el reglamento por unas primarias que deben ser inclusivas, abiertas, donde puedan votar los venezolanos que están afuera, e impulsemos el registro en el CNE, de 2 millones de jóvenes que están aún en nuestro país y que son potenciales nuevos votantes.
Pero el mismo sábado en Chabasquén se realizaba un acto muy significativo para las fuerzas opositoras portugueseñas. Oswaldo Zerpa convocó junto a la Plataforma Unitaria y a otras organizaciones de la Alianza Democrática a un evento donde se comprometieron a impulsar las primarias, exhortando a la cúpula nacional a ponerle fecha para escoger el candidato presidencial de la unidad nacional y seguir exigiendo además elecciones libres, justas y verificables en el 2024 o cuando se le antoje al régimen.
Zerpa y Valmore Betancourt, alcaldes de Unda y Guanarito, electos por la Alianza, expresaron en ese evento, lo que las bases y el pueblo dice que la única fórmula para salir de todo esto, es la mayor unidad posible en torno a una figura nacional que se convertiría en el próximo presidente de la República, en la encarnación del cambio para reconstruir a Venezuela.
Chabasquén lanza una señal de esperanza. Plantea una reflexión necesaria que se remite al espíritu federal de la nación, expresado durante siglos, consagrado en las Constituciones, pero letra muerta en la práctica. Es urgente una verdadera rebelión de las regiones, para que sean escuchadas por las cúpulas caraqueñas. Es poner el oído en la tierra para oír por dónde vienen los caballos, es construir una unidad donde los que no estén o no quieran estar, es simplemente como bien dijo el Alcalde de Unda, están jugando en el equipo contrario, al que tiene a la Patria sumergida en este caos que no merecemos.
Para las primarias ya recorren los caminos nacionales, Carlos Prósperi y Guaidó como nombres sugeridos por AD y Voluntad Popular. María Corina ha dicho que sí pero sin el CNE. César Pérez Vivas anunció su participación. Nicmer Evans por la disidencia revolucionaria ha dicho que participará. Faltan PJ y UNT. Henri Falcón se adhirió y el MAS dice que debe hacerse una segunda vuelta. Detalles que se van discutiendo para la norma definitiva. También han sido contundentes pero en no hacerlo, el filibustero Bernabé Gutiérrez, el comodín rojo Claudio Fermín y la última coca cola en el desierto, Antonio Ecarri. Bueno se les respeta su opinión. Hay que seguir presionando desde abajo, para que las primarias sean un éxito y la antesala del cambio.
PD: En La Gran Aldea, Elías Pino Iturrieta, como siempre en un excelente artículo “Los adulantes de la corrupción” escribió lo que les trasmito con orgullo: “Tal vez no quedó para la posteridad el ejemplo de la República austera que comienza en 1830 con José Antonio Páez a la cabeza, pletórica de testimonios de rectitud que pasaron al olvido cuando los hermanos Monagas, confundieron el erario con su alcancía familiar; o mucho peor, cuando la corrupción llegó a su clima en el delictuoso régimen de Antonio Guzmán Blanco y de sus acólitos del liberalismo amarillo. Ya Páez era rico, cuando llega al poder, después de haber sido un humilde peón y un ganadero de limitados recursos. Ya había cobrado en oro y en propiedades agrícolas, sus victorias contra los realistas, pero no se aprovechó de su papel de mandatario y temible conductor de tropas para aumentar el caudal mediante trampas y ventajas”. Y además del reconocimiento a la Venezuela civil en el trienio del 45 y la democracia vituperada por esta delincuencia de cuello rojo que secuestró al país. Les recomiendo que lo lean completo.
IVÁN COLMENARES 
 

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