Varias eran las esperanzas que había depositadas en esta última etapa de montaña para que el equipo Movistar moviera hasta la saciedad la carrera, confiando que con estos movimientos el líder podía tener algún desfallecimiento. Había quien recordaba lo vivido en el 2015, cuando Fabio Aru le arrebató el liderato en el mismo escenario a Tom Dumoulin, pero en aquel entonces sólo seis segundos separaban a ambos y antes de salida 2’07» era el tiempo que había entre Remco y Enric.
A priori, la formación telefónica prometía batalla en toda regla. «Estamos aquí para ganar y hoy lo demostraremos», decía antes de empezar a rodar el corredor de Movistar Gregor Mühlberger. El austríaco y Alejandro se infiltraron en la numerosa fuga del día, en la que un día más estaban Marc Soler o Richard Carapaz, en un primer movimiento inteligente que después no tuvo continuidad en una etapa de 181 kilómetros y la ascensión a cinco puertos puntuables. Movistar no zarandeó la carrera de inicio de verdad y esperó al puerto de la Morcuera (1ª), donde Enric Mas se movió, pero sin la confianza y la energía necesarios.
Sin pestañear Evenepoel secó este ataque e incluso poco después pondría en práctica aquello de que la mejor defensa es un buen ataque. El grupo de los notables se fue seleccionando, mientras por Higuita, Carapaz y Meintjes coronaban Corcuera con 1’48» de adelanto sobre ellos. La diferencia se fue acortando y a 12 kilómetros de meta, con Carlos Verona y Alejandro Valverde Movistar volvía a alimentar el fuego de la carrera, el cual poco a poco se fue apagando.
Richard Carapaz no quería escapar la oportunidad de ganar otra etapa, la tercera, y pese a la oposición primero de Higuita y después de Arensman, el corredor de Ineos acaba la Vuelta con un gran sabor de boca. El neerlandés Arensman no pudo llegar a su altura y tercero fue un Juan Ayuso que se defendió a las mil maravillas de las hostilidades de López. Tal como hizo Evenepoel de las de Mas, y ya una vez cruzó la línea de meta el belga estuvo casi dos minutos llorando a lágrima viva. La victoria en la 77ª edición de la Vuelta era suya.
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