Macron critica la invasión rusa y llama a la cooperación internacional para defender la paz

NUEVA YORK.- En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el mandatario francés fue muy duro con Rusia por la invasión de Ucrania e hizo un llamado a la comunidad internacional neutral en el conflicto a posicionarse contra lo que considera que fue una agresión de Moscú a la carta de las Naciones Unidas. Durante la jornada hubo también una fuerte presencia de líderes latinoamericanos como Jair Bolsonaro, Gabriel Boric o Gustavo Petro.

Los líderes del mundo inauguraron la primera jornada de discursos de la Asamblea General de Naciones Unidas en un momento especialmente convulso en el panorama internacional por cuestiones políticas y económicas que afectan a una gran mayoría de las naciones del planeta.

Los principales temas por tratar son la guerra de Ucrania, la crisis inflacionaria que afecta a una gran mayoría de las economías mundiales y la gran incertidumbre que genera el creciente problema del cambio climático. Problemas generales a los que se suman cuestiones más regionales.

Una violación a la carta de la Naciones Unidas y a la estabilidad global. Así ha calificado el presidente francés Emmanuel Macron a la invasión rusa a Ucrania. Su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas se ha centrado mayoritariamente contra el actuar de Moscú en esta guerra.

El mandatario galo se ha mostrado muy contrario a las políticas rusas, que ha catalogado de “imperialistas y colonialistas” en lo que considera un irrespeto a las fronteras de una nación soberana como Ucrania. Según su visión, la agresión rusa ha hecho que la paz global peligre y que el mundo esté viviendo momentos que consideraba que había dejado atrás después de la Segunda Guerra Mundial.

En este esfuerzo, Macron lanzó una serie advertencias a los países que han decidido no alinearse a favor de ninguno de los dos combatientes al asegurar que en un futuro “cualquiera podría ser el que sufra una guerra”. Durante su ponencia, intentó convencer a estas naciones de que “Rusia ha pavimentado el camino para otras guerras en todos los continentes”.

Y prosiguió acusando a estas naciones neutrales de ser “cómplices con Rusia y con su objetivo de buscar un nuevo orden mundial”. Algo que para el líder galo es un error, ya que las Naciones Unidas y la comunidad internacional actual fue creada “bajo el consenso que hubo tras las dos guerras mundiales”. Macron fue muy crítico con esta supuesta búsqueda de un nuevo equilibrio en las relaciones internacionales, a la que tachó de “cínica”.

Durante su discurso se mostró abierto a reformar algunos aspectos fundamentales de Naciones Unidas, como incluir a más naciones como miembros permanentes en el Consejo de Seguridad o eliminar el derecho de veto a quienes cometan crímenes de lesa humanidad o de guerra. Reformas que podrían ser factibles sin necesidad de “destruir” la cooperación internacional, como pretende Rusia con sus movimientos.

A pesar de todo, Macron se mostró abierto a seguir dialogando con Moscú para buscar la paz, siempre que estos diálogos respeten la soberanía y la voluntad ucraniana. Y sostuvo que esto no podría realizarse si se llevan a cabo acciones como la realización de referendos de anexión en regiones ucranianas invadidas por Rusia.

En su defensa por mantener y buscar la paz se ha mostrado contrario a las divisiones globales en bloques que solamente “pueden conducir hacia una nueva Guerra Fría”, algo que no sería beneficioso para enfrentar desafíos comunes como el cambio climático, la pobreza o las hambrunas que enfrentan las zonas más pobres del mundo.

En este aspecto Macron se ha mostrado muy abierto a que los países ricos realicen la transición hacia energías verdes lo más rápido posible y que estos “ayuden al sur global” a realizar este cambio. En ello reconoció que la responsabilidad no debe ser la misma para los países pobres que para los más contaminantes e incluso habló de la necesidad de “realizar un nuevo contrato con el sur global” que sea más equitativo para estas naciones con su desarrollo. Aunque mantuvo que estas cuestiones no se deben plantear como una “guerra contra Occidente y revisionismo histórico”, sino como un momento de cooperación.

La cooperación internacional es el pilar fundamental para Macron en los aspectos que involucran a todos, cuestiones como revivir un acuerdo nuclear con Irán, combatir el terrorismo en la región del Sahel o compartir futuras tecnologías verdes.

Giammattei resalta los daños del calentamiento global a los países centroamericanos

El presidente de Guatemala llamó a «abordar los retos globales» con el «mismo ímpetu» con el que se hizo frente a la pandemia, a pesar de señalar los retos que la emergencia sanitaria evidenció en cuanto a cooperación global, como el acaparamiento de los recursos para luchar contra el Covid-19. «Es oportuno recalcar que se puede salir adelante si nos unimos», recalcó.

En ese sentido, señaló los daños del calentamiento global que vive Guatemala y el resto de Centroamérica y el Caribe. Y recalcó los fenómenos devastadores en esta región, que, según indicó, ha luchado por reconstruirse «sin que el mundo industrializado responda por las consecuencias» del cambio climático. A la vez, señaló el trabajo de su país por fomentar la reforestación como motor económico y como barrera contra la crisis climática.

Se refirió también al fenómeno migratorio que vive la región centroamericana y a la inversión económica como fórmula para reducir la migración irregular hacia otros países. Giammattei también rechazó el bloqueo a migrantes y a poblaciones de algunos países como el suyo en países desarrollados.

Finalmente señaló las «violaciones masivas contra los derechos humanos» que está presenciando el mundo en guerras como la de Ucrania y pidió el cese del conflicto en ese país y garantías de no invasión para la nación europea y para los territorios de Taiwán e Israel.

Alberto Fernández agradece el apoyo internacional contra el “intento de magnicidio” a Cristina Fernández

El mandatario argentino inició su alocución agradeciendo la solidaridad que el mundo expresó a su país cuando días atrás un individuo atacó sin éxito a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirshner con un arma de fuego.

«Valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social, la violencia fascista no conseguirá cambiar ese amplio consenso que vive la inmensa mayoría de la sociedad argentina», dijo el presidente.

Fernández también instó a los líderes mundiales a construir “un nuevo paradigma social que asegure la justicia social”, la soberanía alimentaria y la paz y criticó la desigualdad económica en los países. Defendió el “estado de derecho, la no violencia” como elementos necesarios “para reducir las brechas sociales”.

También agradeció a los Estados que apoyaron a su país en el complejo proceso de renegociación de la deuda externa que ha llevado a cabo el Gobierno argentino en los últimos meses.

Instó, como muchos de sus homólogos a garantizar una seguridad alimentaria “para todos los habitantes del planeta” y el acceso a la energía. Tras ello resaltó que su país trabaja en la transición energética y destacó el papel de Argentina para producir energías renovables.

También se unió a los reclamos de los pueblos de Cuba y Venezuela para pedir que las sanciones internacionales aplicadas en su contra les sean levantadas, asegurando que “las únicas sanciones legítimas son las hechas por el Consejo de Seguridad” de Naciones Unidas.

Finalmente, pidió también a la Asamblea reconocer la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, que según Buenos Aires llevan siendo ocupadas por Reino Unido 190 años.

Pedro Castillo centra su discurso en la defensa de la paz y del bienestar social

El mandatario latinoamericano se mostró convencido de defender el derecho a la soberanía de las naciones en el mundo y su disposición a mantener la paz. Por ello se sumó a las condenas por la invasión rusa a Ucrania y tomó posición en favor de Palestina, defendiendo su derecho a crear un Estado independiente y propio que permita resolver el conflicto con Israel. Dos líneas recurrentes en muchos de los discursos pronunciados en esta primera jornada.

Castillo se mostró confiado en explorar la vía pacífica en estos conflictos para lograr acuerdos y destacó el papel fundamental de América Latina en las Naciones Unidas en este propósito. “América Latina tiene que intensificar en su aporte a la solución de conflictos y la paz. Sudamérica debe ser una zona de paz internacional”, aseveró.

En su tiempo destacó la fortaleza macroeconómica de su nación en un momento especialmente convulso en el panorama económico global y pidió que las sanciones contra Rusia no afecten a la seguridad alimentaria de los más pobres.

Las personas más desfavorecidas fueron uno de los ejes fundamentales del discurso del líder peruano. Castillo se comprometió a defender lo expuesto en los objetivos de la Agenda 2030, como la erradicación de la pobreza extrema, la reducción a la mitad de la pobreza o la garantía de una salud y educación universales para todas las personas del planeta.

Además, pudo reiterar su apoyo a los defensores y lideres medioambientales, haciendo especial hincapié en la ratificación de Perú en acuerdos como el de Escazú, que según el presidente andino “protegen las vidas de estas personas y garantizan la soberanía de los países latinoamericanos sobre sus recursos”.

Castillo terminó su intervención con la defensa de la plurietnicidad y multiculturalidad de su nación, una cuestión que le hace luchar contra el racismo y la xenofobia que todavía existen en el mundo.

Luis Arce defiende el de derecho de los países a la soberanía de sus recursos

El presidente de Bolivia, Luis Arce, heredero del mandatario Evo Morales, presentó ante la Asamblea una serie de propuestas para enfrentar desafíos modernos como la seguridad internacional, el cambio climático o la lucha contra las drogas e hizo énfasis en la defensa de los recursos naturales de su país, así como en la necesidad de fomentar la soberanía alimentaria y económica de los países en desarrollo.

Arce hizo hincapié en la necesidad de proteger los recursos nacionales. “Queremos que nuestras reservas de litio” sean de soberanía nacional, “no de transnacionales”, dijo el mandatario. “No somos fichas de tableros de ajedrez y tenemos todo el derecho de decidir sobre nuestros derechos nacionales”, agregó, al rechazar los intereses de países como Estados Unidos en algunos de sus recursos, como el litio.

Tal y como su homólogo colombiano lo hizo previamente en la reunión, Arce también subrayó el fracaso de la lucha contra las drogas que ha llevado a cabo por décadas Estados Unidos en la región, enfatizando que su “énfasis en la oferta y no en la demanda” ha condenado a los campesinos por años mientras que ha dejado impunes a los cárteles asentados en países del norte.

“Hay que cambiar el abordaje en la lucha contra el narcotráfico. La guerra internacional contra las drogas facilita el lavado de activos en los países del norte y es el momento de trabajar juntos con Perú y Colombia”, dijo.

Hizo asimismo un llamado a consolidar la equidad entre las distintas generaciones de ciudadanos que componen las sociedades y a asegurar su igualdad de derechos sin importar su edad, así como a erradicar la violencia contra las mujeres y niñas del campo, las más perjudicadas en su país y otros lugares del mundo, acentuando las diferencias de oportunidades que ha incrementado la pandemia entre los hombres y las mujeres.

El mandatario boliviano también hizo énfasis en el debilitamiento de la seguridad mundial y pidió a Rusia y a Ucrania finalizar la guerra, a la vez que criticó lo que calificó de “planes expansionistas” de la OTAN. El mandatario suramericano también aseguró que la seguridad mundial se ha debilitado debido a “la concentración de armas de destrucción masiva en un pequeño número de países”.

El líder latinoamericano también llamó a los países a fortalecer sistemas de salud en los que el Estado cumpla con la obligación de satisfacer los servicios colectivos y a fomentar y proteger la soberanía alimentaria de las naciones del mundo, en medio de la crisis generada por la guerra en Ucrania, una situación que, señaló, “ha afectado y amenaza los derechos de millones de seres humanos”. Para hacer frente a ese problema, Arce instó a crear un programa mundial para el acceso a semillas, fertilizantes, infraestructura, créditos comunitarios y mejores condiciones de vida en las comunidades”.

De la misma forma, llamó a “fortalecer la cooperación”, algo que calificó como necesario para “un mundo estrechamente interconectado”. El presidente rechazó acatar “imposiciones del Fondo Monetario Internacional”, y pidió revisar las deudas externas de los países en desarrollo y realizar una “reestructuración de la arquitectura financiera mundial para que los países en desarrollo” puedan fortalecer sus economías.

Paraguay apoyará investigar violaciones de derechos humamos en Venezuela 

En el que fue su último discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez fue uno de los líderes latinoamericanos en hablar durante la jornada de hoy.

El mandatario conservador defendió algunas de las líneas políticas de su gobierno y resaltó la crisis política en Venezuela, que afecta seriamente a toda la región según su criterio. Por ello, mantuvo su posición de defender la democracia en el país caribeño y anunció su intención de promover una resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para seguir investigando las violaciones de los derechos humanos en Venezuela.

«El primer gran desafío que tenemos consiste en contener los estallidos de proyectos que manipulando la genuina irritación ciudadana avanzan con acciones demagógicas y despóticas», sentenció el jefe de Estado, quien llamó a no dar «cabida a discursos que busquen, con ofertas engañosas, sacrificar la sagrada libertad».

En su discurso también hubo un apoyo hacia la República China, conocida también como Taiwán. En plena escalada de tensiones en esa región, Paraguay se mostró como un firme aliado del gobierno de esta isla. Este país es una de las 10 naciones que a nivel global todavía consideran a Taiwán con el representante legítimo de China.

Erdogan destaca el papel diplomático de Turquía en la guerra de Ucrania

El papel de Turquía como mediador internacional. Esta es la línea defendida por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Una posición entendible, ya que la presencia de Turquía en conflictos regionales ya sea como parte de ellos o como mediador, es cada vez mayor.

Durante su discurso, el mandatario turco destacó la necesidad que existe de que el conflicto en Ucrania llegue a su fin de una forma diplomática, ya que según su criterio “nunca habrá un vencedor”.

El máximo representante turco ha destacado cómo su país ha intentado explorar todas las vías para que se produzcan encuentros entre las dos partes para poner final a un conflicto que está afectando a todo el mundo.

Esta cuestión le ha servido además para criticar la falta de eficacia que han demostrado tener organismos internacionales como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al que ha pedido cambios y “más implicación” tras experimentar este punto de inflexión que ha supuesto el conflicto ruso-ucraniano.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sostiene una foto con niños refugiados sirios fallecidos para denunciar la actuación de Europa en la crisis migratoria en las Naciones Unidas, el martes 20 de septiembre de 2022.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sostiene una foto con niños refugiados sirios fallecidos para denunciar la actuación de Europa en la crisis migratoria en las Naciones Unidas, el martes 20 de septiembre de 2022. © Mary Altaffer / AP

Además de su papel en esta guerra, Erdogan ha tenido espacio para hablar del conflicto sirio, un enfrentamiento armado civil que lleva produciéndose desde el año 2011 y en el que Turquía está del lado de los rebeldes y tiene presencia en el norte de la nación siria. El mandatario ha hecho un llamamiento a finalizar esta prolongada contienda y lanzado duras críticas sobre la gestión de los refugiados producidos por la misma.

Turquía actualmente tiene dentro de sus fronteras a más de 4 millones de refugiados sirios, en lo que es la mayor crisis migratoria del planeta. Una cuestión que ha servido a Erdogan para criticar el papel de la comunidad internacional y, especialmente, de Europa en este tema, al asegurar que “la crisis de los refugiados no se puede resolver abandonándolos, construyendo muros o dejándolos en campos de concentración”.

En otros aspectos, Erdogan defendió sus posturas en otros conflictos, como su apoyo a la paz y a la defensa de los intereses de Azerbaiyán en el Cáucaso sur, la defensa de la creación de un Estado palestino con capital en Jerusalén este que paralice las “invasiones” de Israel, el reconocimiento del pueblo uigur en China sin necesidad de que afecte a la soberanía de Beijing o el final de la crisis de refugiados rohingyas en Bangladesh.

EFE/ Reuters/

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