Resistir y sobrevivir

Tal y como estamos en el país. Tal y como lo ha hecho el movimiento sindical. Como lo han hecho los gremios, las organizaciones ciudadanas y estudiantiles. Como lo hacen hasta los más pobres y necesitados de nuestros compatriotas todos los días, con el miserable salario mínimo que reciben, bastante menor que un dólar diario. Así está la primera casa de estudios del país y así están sus otrora poderosos Asociación de Profesores e Instituto de Previsión del Profesorado. Están resistiendo y sobre viviendo. Han sobrevivido hasta ahora.

Mientras en otras universidades han literalmente desaparecido, en la UCV todavía respiran, trabajan y mantienen varios servicios, y a veces incluso se sacuden y salen a enfrentar a quienes desde afuera y desde adentro, en una alianza contra natura de gobierno y autoridades, trabajan perversamente para hacerlas desaparecer y acabar con toda posibilidad de resistencia.

El gobierno los ha dejado sin financiamiento, pero no porque les haya retirado un apoyo financiero que tuvieran, sino porque les ha robado a los docentes aquella parte de sus sueldos que éstos destinaban al financiamiento de su gremio y de su propia previsión social. Un modelo exitoso de cogestión de muchas décadas, iniciado luego de la caída de Pérez Jiménez, ha sido desbaratado por quienes se supone son partidarios de la participación protagónica. Nuestra caja de ahorros dejó de recibir desde hace mucho tiempo, los aportes legales correspondientes a la mitad de nuestras remuneraciones, con los cuales se financiaba nuestra previsión social. Y lo que se recibe, no es tampoco de la magnitud recibida en el pasado, pues el envilecimiento de los sueldos profesorales ha llevado su poder adquisitivo a nada. Aun así, se mantienen los programas previsionales prioritarios. Y esto ya es un gran éxito.

¿Y cómo ha sido posible esta resistencia de más de 15 años? Porque en los inicios de esta nunca vista agresión gubernamental económica y financiera, el profesorado logró integrar a un grupo de representantes gremiales, que han dado la talla en resistir y enfrentar al omnímodo poder ejecutivo de este siglo, pese a la posición acomodaticia inicial, e irregular e ilegítima actual, de las autoridades rectorales y de buena parte del Consejo Universitario. Y pese también, a la oposición absurda y perversa de algunos agremiados, incluso en posiciones representativas muy altas, que no sólo no se han incorporado a los combates gremiales, sino que han mantenido una actitud de hostigamiento de sus propios compañeros y han hecho de todo por debilitar la lucha en defensa de la universidad, del gremio, de los profesores y de su instituto de previsión.

Resistir y sobrevivir es lo que se ha hecho durante todos estos años. Resistir al gobierno, resistir al rectorado ucevista actual, empeñado en controlar los fondos financieros creados por los docentes con sus haberes a lo largo del tiempo. Y, durante esa resistencia, se han desarrollado procesos electorales democráticos, que han dado al traste con las políticas injerencistas internas y gubernamentales. Y de nuevo nos enfrentamos a un proceso electoral cercano, aunque esta vez más complejo, pues se inserta en todo un proceso dirigido a sacar a la universidad de su marasmo de años. Comenzó con los comicios de los egresados y continúa este 6 de octubre con la de los representantes gremiales de los docentes.

Ante el avasallante avance de la fórmula electoral de la “Unidad Profesoral”, constituida en toda la institución por profesores luchadores de años, probados en las condiciones más difíciles, lamentablemente se ha desatado una campaña sucia que está destinada a hundirse en su propio estiércol, pero alertamos a los profesores sobre ello. La misma debe ser respondida como lo ha sido por el equipo gremial victorioso. Con trabajo, movilizaciones y propuestas concretas programáticas, así como llamados a la necesaria unidad para la defensa del gremio y de la universidad. Héctor Moreno a la Presidencia y Samuel Pérez a la Secretaría General de la Asociación de Profesores de la UCV encabezan este aglutinante movimiento, que tiene sus equivalentes en todas las facultades ucevistas en académicos luchadores. A votar el 6 de octubre. A dar un nuevo paso positivo en la estabilidad del gremio y el rescate de la universidad.

LUIS FUENMAYOR TORO

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