Mi Palabra/ COINCIDENCIA, CASUALIDAD ¿QUÉ SERÁ?

“Solo sentimos los males públicos
cuando afectan a nuestros
intereses particulares»
Tito Livio

El imperialismo cada día aprende más y todo lo convierte en miles de patrañas y cuando esto no le funciona recurre a la violencia, sin importarle los miles de muertos para tratar de mantener su hegemonía. Curiosamente el actual inquilino de la Casa Blanca se encuentra atrapado por sus propios problemas relacionados con la longevidad y prácticamente no gravita, como su antecesor, y además el globo de ensayo lanzado en Venezuela –Guaidó– se terminó de espichar y lo único que le falta es la carta de defunción. En lo inmediato el gobierno estadounidense se parece a la oposición venezolano, no tiene quien lo represente, pero sigue con sus bravuconadas apoyado en su historial de muerte, pero con la bombona de oxígeno pegada: el aparato mediático de donde salen todas las mentiras para maquillar todas sus acciones en contra del gobierno venezolano.
Por lo pronto a las grandes corporaciones del imperialismo les importa poco Biden y Guaidó, ya que, en Venezuela se han conseguido lo que nunca se imaginaron: el reemplazo de las piezas inservibles y usadas del aparato mediático, la obsolescencia programada de los arrastrados. Nadie se acuerda de Pompeo. La sirena la cargan encendidas supuestos revolucionarios y están haciendo más bulla, que un Donald Trump derrotado. Hacen el ridículo, al extremo de pasar de largo sin ver hacia el lado del imperialismo para ir de frente contra el gobierno venezolano. Razón tenía un amigo, muy adeco, cuando decía a manera de jodedera: ¡Aquí se va a saber ¿Quién es quién? cuando los gringos aprieten ¿Cómo les gusta la mantequilla?! fue en la época de la fiebre de la raspadera de tarjetas, cuando todo era una fiesta y muchos que, ni siquiera conocían su propio lugar de nacimiento se bajaban de un avión para montarse en otro y se escuchaban los cuentos llenos de satisfacción.
¡Bueno, apretaron los gringos! ¿Y de qué manera? Lo que buscaban se lo pusieron muy cerca a precio de hambre – la dolarización –con la ayuda de los vendepatrias, pero el culpable es ¡Maduro! El objetivo es convertir la economía venezolana en una sucursal del banco federal de los Estados Unidos, para desvalorizar cada día nuestra moneda y de esta manera borrar cualquier indicio de nuestro máximo héroe de independencia Simón Bolívar. Lo que parece muy sencillo lo ven muy difícil un grupo de escribientes. Por supuesto que los errores del gobierno y la corrupción el mal mayor de cualquier gobierno, no lo podemos tapar, como los gatos, pero por favor, como dice un amigo ¡un poquito de sindéresis! Cada día, coinciden más con el gobierno estadounidense y este sabiendo el mal momento por el que estando atravesando, sobre todo en materia petrolera. Presionan, hasta donde pueden y se agarra de todo el que les sirva de escalera.
Narciso Torrealba

narciso_t_29@hotmail.com

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