KIEV.- Un ataque ruso sobre la liberada ciudad de Jersón mató al menos a siete personas, un hecho que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski calificó como un asalto «por placer».
Otro amargo 24. A más de 300 días del inicio de la invasión rusa en Ucrania y sin una salida diplomática sobre la mesa, los ucranianos viven una oscura y dolorosa navidad.
Solo en vísperas de Nochebuena, un nuevo ataque ruso sobre la recién liberada ciudad ucraniana de Jersón mató a siete personas e hirió a otras 58, según las autoridades.
El presidente ucraniano publicó en Telegram fotografías que mostraban el centro de la ciudad con vehículos en llamas, ventanas destrozadas y lo que parecían ser cadáveres en las aceras.
Las redes sociales marcarían las imágenes como «contenido sensible», comentó el presidente. “Pero esto no es contenido sensible: es la vida real de Ucrania y de los ucranianos», escribió Zelenski.
«No se trata de instalaciones militares. Es terror, es matar por intimidación y placer», agregó el presidente ucraniano que asumió una guerra que ha asolado al país durante 10 meses.
Jersón es la única capital regional que fue capturada por Rusia desde su invasión del 24 de febrero y que fue recuperada el mes pasado. Desde entonces, Kiev afirma que las fuerzas rusas han bombardeado intensamente la ciudad desde el otro lado del vasto río Dniéper.
En los últimos meses, Rusia tiene como blanco las infraestructuras energéticas, con el objetivo de cortar la electricidad y la calefacción a los ucranianos, a medida que avanza el gélido invierno.
Y aunque el Gobierno ucraniano intenta responder con rapidez a la emergencia energética, ha sido prácticamente imposible restablecer el suministro para todos y cada uno de los habitantes del país, incluidos los más de 3 millones de residentes de la capital, Kiev.
Una navidad en guerra
Hace un año, la plaza de Sofía en Kiev era todo un espectáculo con un enorme y llamativo árbol de navidad iluminado por miles de luces que se extendían por la plaza.
Pero este año hay un árbol más modesto, cuyas luces azules y amarillas apenas rompen la penumbra de la plaza, totalmente oscura salvo por los faros de los vehículos.
Hay días en que las calles del centro de Kiev tienen luz, pero las autoridades enfrentan los cortes de electricidad con algunas restricciones, lo que deja, al menos por ahora, el recuerdo de aquella resplandeciente ciudad durante las navidades.
Pero la ciudad busca levantar la moral. Por esto, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, anunció la instalación del árbol de Navidad, diciendo que iba a llamarse «Árbol de la Invencibilidad».
«Decidimos que no dejaríamos que Rusia robara a nuestros hijos la celebración de la Navidad y el Año Nuevo», agregó. El funcionario resaltó que era «porque a los ucranianos no nos pueden doblegar».
El «Árbol de la Invencibilidad» se inauguró el 19 de diciembre, el mismo día en que Rusia lanzó un ataque con drones contra Kiev, pero solo dañó una central eléctrica sin provocar un apagón masivo.
Sin música ni villancicos, ahora el único ruido en la plaza es el de un generador que alimenta las luces del árbol de 12 metros. Encima no hay estrella de Belén, sino un tridente, símbolo de Ucrania.
«Estamos agradecidos de poder ver al menos algo en estos tiempos», comentó Oleh Skakun, de 56 años, durante la inauguración del árbol el lunes.
Skakun recordó que cada 19 de diciembre celebraba el cumpleaños de su esposa y solían ir a ver el árbol de Navidad en la ciudad de Jersón. Este año no fue igual porque su casa, en la orilla izquierda del río Dniéper, está ocupada por las fuerzas rusas, y tuvieron que huir en agosto a Kiev.
Pese a ello, Skakun busca mantener la tradición de visitar un árbol de Navidad. «Veinte rusos viven ahora en mi casa; torturaron a la gente, torturaron a mi hijo», comentó Larysa Skakun, de 57 años. «Pero vinimos aquí para animarnos un poco, para ver a la gente, la celebración», añadió entre lágrimas.
Ucrania pide «liquidar» las fábricas de armas iraníes
Un alto asesor presidencial ucraniano pidió la «liquidación» de las fábricas iraníes de drones o misiles y detener a sus proveedores, en un momento en que Kiev acusa a Teherán de planificar el suministro de más armas a Rusia.
Mykhailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, afirmó en Twitter que Irán «humilla descaradamente la institución de las sanciones internacionales», antes de pedir en respuesta la destrucción de las fábricas de armas iraníes.
Kiev acusa a Teherán de suministrar 1.700 municiones de merodeo Shahed-136 a Moscú, que, según ellos, fueron usados para atacar objetivos en Ucrania desde septiembre. Irán niega las acusaciones.
Según el jefe de espionaje ucraniano, Rusia lanzó unos 540 de estos drones contra objetivos militares y energéticos en Ucrania. Pero en el frente de guerra ucraniano, los misiles Patriot podrían cambiar las reglas del juego.
Los mandos militares ucranianos aseguran que estos misiles de fabricación estadounidense darán un impulso necesario para proteger las ciudades de los ataques rusos con misiles y drones.
Recientemente Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda de 45.000 millones de dólares para Ucrania y sus aliados de la OTAN. El apoyo militar y económico es parte de un enorme proyecto de ley de gastos de Washington.
En Rusia, en cambio, se preparan para recibir el año nuevo más incierto de su historia reciente. Para distraer a la población, preocupada por la campaña militar en Ucrania, las autoridades decidieron mantener las celebraciones de Año Nuevo, aunque con menos pompa de lo habitual.
AP/ Reuters/

