BERLÍN.- El semanario alemán ‘Der Spiegel’ informó que Berlín accederá a entregar un escuadrón de sus unidades pesadas terrestres para la defensa del este europeo y habilitará la autonomía de los demás países para hacer lo propio. Esto sucede tras días de presiones internacionales, pedidos oficiales y negociaciones. En tanto, para darle sentido al sentimiento de coalición que se intenta formar entre miembros de la OTAN, Estados Unidos también daría sus Abrams, unidades más sofisticadas que las alemanas.
Si bien falta la confirmación oficial, el panorama es alentador para que se cumpla el insistente pedido de Ucrania para la próxima fase de la guerra contra Rusia: contar con los tanques Leopard 2 de fabricación alemana.
El semanario teutón ‘Der Spiegel’ afirmó que Berlín modificará su postura reticente y hará un envío de unidades. En tanto que le dará vía libre a los otros miembros de la OTAN para que hagan lo propio, una intención que países como Polonia y Finlandia habían machacado en los últimos días.
Desde el cónclave que los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica tuvieron en la base de Ramstein a finales de la semana pasada, los ojos estuvieron puestos en Alemania, que recibió continuas presiones internacionales para reformular su decisión.
Tanto miembros de peso como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y Estados Unidos habían reafirmado la importancia alemana en la defensa de Ucrania desde el comienzo de la guerra, mientras otros miembros remarcaron la necesidad de responder a la urgencia planteada por el Gobierno de Volodímir Zelenski.
El mandatario ucraniano, durante su habitual discurso nocturno, exigió respuestas más contundentes a los socios occidentales: «Decisiones sobre el fortalecimiento real de nuestra defensa contra los terroristas. Los aliados tienen el número necesario de tanques. Cuando se tomen las decisiones de peso necesarias, estaremos encantados de darles las gracias por cada decisión de peso.»
Para Kiev, la llegada de los tanques Leopard 2 puede torcer el rumbo del conflicto por sus atributos de combate terrestre frontal contra otras unidades pesadas, su capacidad para disparar a blancos a cinco kilómetros de distancia y sus convenientes condiciones de mantenimiento. Según ‘Der Spiegel’, el canciller Olaf Scholz aprobaría un envío de una compañía de Leopard 2. Es decir, 14 unidades.
Polonia, poseedor de más de 200 unidades de distintas versiones, había advertido que pese a enviar una autorización formal a Berlín, de seguir el bloqueo optaría por medidas “no estándar” para hacerle llegar los tanques a Ucrania.
Alemania mostró sus temores de enviar abiertamente los tanques Leopard ante una posible escalada en el conflicto con Rusia y a que pueda interpretarse como una intromisión de la OTAN en la guerra ruso-ucraniana, algo que habían estado evitando, por lo que habían limitado sus contribuciones a paquetes de auxilio militar, como el aprobado –el séptimo en 11 meses- este último lunes.
Los tanques Leopard en acción
Las producciones en serie de estas unidades desarrolladas por las dos principales compañías alemanas de armas han llegado a los ejércitos de Defensa de once países europeos –según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos-, cada uno con modificaciones a pedido según los contextos territoriales para su implementación.
Sin embargo, a pesar de ser adquiridos independientemente por cada nación, las licencias y su despliegue deben ser aprobadas por Alemania. Al igual que sucedería en Ucrania, los Leopard han sido utilizados en distintos conflictos por los miembros europeos.
La primera intervención en una guerra real fue en Kosovo. Después, Dinamarca y Canadá los desplegaron en su incursión en Afganistán, donde destacaron por su resistencia a ataques con minas.
En contrapartida, Turquía los llevó a Siria, pero la experiencia no fue completamente satisfactoria. Su poca protección a los laterales y la parte de atrás lo dejaron expuestos en los combates urbanos, algo para lo que no están preparados.
¿Estados Unidos libera sus Abrams?
Las unidades norteamericanas han estado en el centro de la polémica también en los últimos días. Alemania había deslizado que el envío de tanques Abrams sería un gesto valioso en la idea de conformar una coalición y facilitaría la aprobación de los Leopards.
A pesar de que los funcionarios especializados de Washington dijeron que no era conveniente por su sofisticado mantenimiento –los Abrams utilizan combustible de avión y son más difíciles de mantener, contrarios a los Leopards y Challenger británicos, que usan diésel-, la postura también podría modificarse.
Sin confirmación oficial, Estados Unidos podría honrar el espíritu de bloque aliado y sumarse a los envíos de armamento terrestre pesado, según dos fuentes le manifestaron a la agencia ‘Reuters’ este martes.
Durante la jornada, miembros del Pentágono y el Ministerio de Defensa habían rechazado otra vez la posibilidad ante versiones periodísticas.
EFE/ Reuters/
