El pontífice inició en el Congo una visita de seis días al continente: Francisco exige que cese el saqueo contra los recursos naturales de África

KINSHASA.- El papa Francisco llegó este martes a la República Democrática del Congopara una visita de cinco días a África y en su primer discurso lanzó una dura denuncia contra «el colonialismo económico» que se ceba con el continente africano: «¡Quitad las manos de África!. Dejen de asfixiarla», clamó.

En el discurso ante las autoridades en el Palacio de la Nación de Kinsasa, primer acto de este periplo en el que también visitará Sudan del Sur, Francisco afirmó que es «trágico que estos lugares, y más en general el continente africano, sigan sufriendo diversas formas de explotación».

Denunció que «tras el colonialismo político, se ha desatado un colonialismo económico igualmente esclavizador» y citó el ejemplo del Congo, un país » abundantemente depredado, que no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: se ha llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en extranjero para sus habitantes».

Y en su duro discurso citó que «el veneno de la avaricia ha ensangrentado sus diamantes», en referencia a las mineras de esta piedra preciosa donde se esclaviza y mueren muchos de sus trabajadores, muchos de ellos niños.

«Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca. Sin embargo, este país y este continente merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención», agregó el papa.

«Quitad las manos de la República Democrática del Congo. Quitad las manos de África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear», reclamó Francisco.

«Que África sea protagonista de su propio destino. Que el mundo recuerde los desastres cometidos a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales y no se olvide de este país y de este continente», instó a continuación el papa, que recibió el aplauso de los presentes.

Por otra parte, tras haberse reunido con el presidente del país, Félix Tshisekedi y haber escuchado su discurso, el pontífice lamentó la historia de décadas de guerra en este país que ha causado millones de muertos, «un genocidio», según lo definió, y alentó a que se mantengan «con hechos» los procesos de paz que están en marcha.

«La República Democrática del Congo, atormentada por la guerra, sigue sufriendo, dentro de sus fronteras, conflictos y migraciones forzosas y continúa padeciendo terribles formas de explotación, indignas del hombre y de la creación. Este inmenso país lleno de vida, este diafragma de África, golpeado por la violencia como un puñetazo en el estómago, pareciera desde hace tiempo que está sin aliento», lamentó.

Y, ante el recrudecimiento de la violencia en los últimos meses en el país, sobre todo en el este en la frontera con Ruanda, con el enfrentamientos con grupos armados como el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), el papa pidió a los congoleños «que la violencia y el odio no tengan ya cabida en el corazón ni en los labios de nadie, porque son sentimientos antihumanos y anticristianos que paralizan el desarrollo y hacen retroceder hacia un pasado oscuro».

Francisco había previsto una etapa de su viaje en Goma cuando estaba programado para julio, pero tuvo que suspenderlo por sus problemas de rodilla y ahora ha sido imposible viajar a esta zona ante el aumento de la violencia, que ha causado ya centenares de muertos.

El papa también pidió evitar caer «en el tribalismo y la contraposición. Tomar partido obstinadamente por la propia etnia o por intereses particulares, alimentando espirales de odio y violencia».

Además, tras recordar el mal de la corrupción, invitó a la clase política «a actuar con transparencia, ejerciendo el cargo recibido como un medio para servir a la sociedad» y «favorecer la celebración de elecciones libres, transparentes y creíbles; ampliar aún más la participación en los procesos de paz a las mujeres, los jóvenes y los grupos marginados».

El papa también denunció que muchos niños en el país no van al colegio y, «en lugar de recibir una educación digna, son explotados». «Demasiados niños mueren, sometidos a un trabajo esclavizador en las minas. Que no se escatimen esfuerzos en denunciar la lacra del trabajo infantil y acabar con ella», abogó.

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«África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear»

El Papa ha sido tajante pidiendo a la comunidad internacional respetar y escuchar al país y al continente, que merece “espacio y atención”: “No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear. Que África sea protagonista de su propio destino”.

Francisco ha pedido al mundo recordar “los desastres cometidos a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales”: “Que África, la sonrisa y la esperanza del mundo, adquiera más importancia; que se hable más de ella, que tenga más peso y representación entre las naciones”. “No podemos acostumbrarnos a la sangre que corre en este país desde hace décadas, causando millones de muertos sin que muchos lo sepan. Que se conozca lo que está pasando aquí. Que los procesos de paz que están en marcha, los cuales aliento con todas mis fuerzas, se apoyen en hechos y que se mantengan los compromisos”, ha pedido el Papa en el jardín del ‘Palais de la Nation’.

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«El poder solo tiene sentido cuando se convierte en servicio»

Volviendo a la imagen del diamante que “refracta maravillosamente la luz que recibe”, Francisco ha pedido a quien ostenta responsabilidades cívicas y de gobierno “a actuar con transparencia, ejerciendo el cargo recibido como un medio para servir a la sociedad. De hecho, el poder solo tiene sentido cuando se convierte en servicio”.

“No debemos dejarnos manipular ni comprar por quienes quieren mantener al país en la violencia, para explotarlo y hacer negocios vergonzosos; esto solo trae descrédito y vergüenza, junto con muerte y miseria. En cambio, es bueno acercarse a la gente para darse cuenta de cómo vive. Las personas tienen confianza cuando sienten que quien las gobierna está realmente cercano, no por cálculo ni ostentación, sino por servicio”, ha subrayado el Obispo de Roma.

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«La educación es fundamental, es la vía hacia el futuro»

Para Francisco, “los diamantes más valiosos de la tierra congoleña, que son los hijos de esta nación, deben poder contar con oportunidades educativas sólidas, que les permitan aprovechar al máximo los brillantes talentos que poseen. La educación es fundamental, es la vía hacia el futuro, el camino que hay que tomar para alcanzar la plena libertad de este país y del continente africano”. Por eso, el Papa ha lamentado la explotación de muchos niños: “Demasiados mueren, sometidos a un trabajo esclavizador en las minas. Que no se escatimen esfuerzos en denunciar la lacra del trabajo infantil y acabar con ella. ¡Cuántas muchachas son marginadas y vulneradas en su dignidad! Los niños, las niñas, los jóvenes son la esperanza, ¡no dejemos que sea suprimida, si no cultivémosla con pasión!”.

Utilizando siempre la imagen del diamante, el Papa ha invitado al “cuidado de la creación y a la protección del medio ambiente”: “Muchos han pedido el compromiso de África y han ofrecido ayuda para combatir el cambio climático y el coronavirus. Sin duda, son oportunidades que hay que aprovechar, pero lo que se necesita, sobre todo son modelos sanitarios y sociales que respondan no solo a las urgencias del momento, sino que contribuyan a un efectivo crecimiento social: hay necesidad de estructuras sólidas y personal honesto y competente, para superar los graves problemas, como el hambre y la malaria, que cortan de raíz el desarrollo”.

Programa para este miércoles 1° de febrero

Por último, Francisco ha invitado a los habitantes del país “a un reinicio social valiente e inclusivo. Lo exige la historia luminosa, aunque herida, del país; lo suplican, sobre todo, los jóvenes y los niños. Estoy con ustedes y acompaño con mi oración y cercanía todos los esfuerzos por un futuro pacífico, armonioso y próspero de este gran país. Que Dios bendiga a toda la nación congoleña”.

Tras finalizar su primer discurso, el papa Francisco descansará para preparar el día de mañana que empezará muy pronto con la Santa Misa celebrada según el rito zaireño del Misal Romano a las 9:30h en el mismo Aeropuerto “Ndolo” de Kinshasa. Ya por la tarde de mañana, miércoles 1 de febrero, Francisco vivirá otro momento muy especial del viaje: el encuentro con las víctimas del este del país en la Nunciatura Apostólica y por último, a las 18:30h, un encuentro con los representantes de las obras de caridad.

EFE/ AP/ Reuters/

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