CARACAS (AFP).– El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este martes que «falta mucho por hacer» en el sistema de Justicia del país, criticado por su alto retardo procesal y señalado de servir de instrumento para apresar a disidentes políticos.
«Falta mucho por hacer, por eso aquí en la casa de las leyes (…), en la casa de la Justicia llamo a profundizar hoy más que nunca la revolución judicial de Venezuela para que la justicia llegue al hombre de a pie, a la mujer de a pie», señaló Maduro en un discurso durante un acto por el inicio del año judicial en la sede del Tribunal Supremo.
«¡Justicia!, ¡Justicia!, ¡Justicia! Pide nuestro pueblo, clama nuestro pueblo, Justicia, honestidad».
Al mismo tiempo, aseguró que en «Venezuela hemos construido como política de Estado la justicia, el respeto a la supremacía de la Constitución y de los derechos humanos del pueblo”,.
Recordó que las generaciones pasadas -por décadas- enfrentaron a un Estado opresor que violaba los derechos humanos del pueblo. “A nuestra generación le tocó enfrentar a un Estado que tenía como norma la violación de los derechos humanos y la persecución policial de aquellos que se atrevían a levantar las banderas de la dignidad del bolivarianismo, las banderas del cambio profundo”, enfatizó.
El Poder Judicial venezolano ha sido señalado de servir a Maduro con condenas a opositores y decisiones favorables a su agenda política.
La Corte Penal Internacional (CPI) abrió incluso una investigación por crímenes de lesa humanidad y un informe de la ONU concluyó que los servicios de inteligencia cometían crímenes de lesa humanidad bajo las órdenes de altos miembros del gobierno.
Maduro recibió el fin de semana al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, quien destacó que el Gobierno se mostró dispuesto a seguir trabajando para «mejorar el sistema de justicia».
Pidió igualmente libertad para todos los detenidos arbitrariamente y medidas para poner fin a las torturas.
«Tuve una fructífera y larga conversación, jornada de reunión con él», dijo Maduro sobre el representante.
«Yo le insistía que Venezuela pasó de un Estado que tenía como política la violación continúa de los derechos humanos, a un Estado en construcción que tiene como política de Estado la justicia (…) y el respeto a los derechos humanos».
El Alto Comisionado de la ONU trabaja en Venezuela desde 2019, bajo la representación de una comisión que fue instalada por Michelle Bachelet, antecesora de Türk, a fin de vigilar y prestar asistencia en la situación de derechos humanos tras una ola de denuncias de víctimas.
Bachelet dijo antes de abandonar el cargo que veía progresos en materia de derechos humanos, pero que aún quedaba «más por hacer».
La ONG Foro Penal denuncia que existen 274 «presos políticos» en Venezuela.
AFP/