KIEV.- En la región ucraniana del Donbass los combates entre rusos y ucranianos siguen y parecen escalar cada vez más. La ofensiva rusa, que movilizó a decenas de miles de soldados reservistas en diciembre, está afectando las líneas de defensa ucranianas y se teme que la situación se agrave de cara al primer aniversario de la guerra, el 24 de febrero. Mientras, los ministros de Defensa de la OTAN se reunieron en Bruselas y acordaron mandar más armas y municiones a Ucrania.
Han atravesado dos líneas de defensa ucranianas en el Donbass y se lo están «poniendo difícil» a Kiev. Ese fue el anuncio del Ministerio de Defensa de Rusia este miércoles, que además sostuvo que sus ataques han hecho retirarse a las fuerzas ucranianas en la región de Lugansk.
«La situación en el frente, especialmente en las regiones de Donetsk y Lugansk, sigue siendo extremadamente difícil. Se trata literalmente de combates por cada metro de tierra ucraniana», aseguró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en su discurso diario.
La movilización de las decenas de miles de soldados reservistas rusos en diciembre está empezando a dar sus frutos. Según el ministro de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, Rusia ha comprometido al 97 % de su Ejército en el frente ucraniano.
«Durante la ofensiva (…) las tropas ucranianas se retiraron aleatoriamente a una distancia de hasta 3 kilómetros de las líneas previamente ocupadas», sostuvo el Ministerio Defensa de Rusia a través de redes sociales.
Y es una afirmación que las autoridades ucranianas no han desmentido. De hecho, han reconocido que la ofensiva rusa está poniendo las cosas muy difíciles en el frente.
«La ofensiva enemiga continúa en el este. Los ataques son constantes. La situación es tensa. Sí, es difícil para los nuestros. Usted mismo puede ver qué tipo de guerra está librando Rusia», apuntó Hanna Malyar, la viceministra de Defensa de Ucrania, a través de la aplicación Telegram.
Uno de los puntos más afectados por esta ofensiva es Bakhmut, en la región de Donetsk, ciudad clave por la que Ucrania y Rusia están sumidos en una batalla de desgaste desde hace meses.
«En Bakhmut se está luchando en cada esquina, en cada escalera», dijo hace unas semanas Yevgueni Prigozhin, el líder del grupo Wagner.
Y parece que la situación sigue igual, pero con ventaja para Rusia, que capturó una ciudad cercana hace pocos días. De lograr hacerse con Bakhmut, Rusia tendría la puerta abierta para capturar otras importantes urbes de la región como Kramatorsk y Sloviansk. Y algo más importante a nivel simbólico: tendría una victoria que celebrar en el primer aniversario de la guerra, el próximo 24 de febrero.
A la par, Ucrania también tiene un plan: prepara una contraofensiva para primavera y, para hacerlo, está pidiendo todas las armas posibles a Occidente.
La OTAN, encaminada a aumentar la producción de armamento
Mientras los ucranianos luchan en el campo de batalla, los ministros de Defensa de los países miembro de la OTAN discutieron en Bruselas por segundo y último día de una breve cumbre en aras de acordar más apoyo a las tropas de Kiev.
Al finalizar el encuentro, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, indicó que los países de la Alianza aumentarán la producción de armamento en un momento en que las tropas ucranianas disparan diariamente hasta 10.000 proyectiles de artillería.
«Tenemos que continuar, tenemos que intensificar nuestro esfuerzo aún más. Esto se está convirtiendo en una guerra de desgaste y en una guerra de logística», sostuvo Stoltenberg ante la prensa.
Stoltenberg pidió a las naciones de la Alianza una mayor inversión en defensa, que supere el 2% del PIB anual acordado hasta el momento, una medida para la que se espera una respuesta en julio, cuando los países miembros se vuelvan a reunir en Lituania.
Por su parte, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, resaltó que 48 tanques Leopard 2 serán enviados a Kiev, aunque no especificó una fecha concreta.
Josep Borrell, máximo diplomático de la Unión Europea, pidió a los países que se unieran a la iniciativa de Polonia y Alemania y que manden el «mayor número posible de tanques» a Ucrania. En una clara alusión a países como Dinamarca o Países Bajos, que ya han dicho que no piensan mandar Leopard 2 al frente ucraniano.
Además de tanques, se espera que los socios occidentales de Kiev manden municiones de artillería de 155 mm.
Por su parte, Kiev asegura que necesita todo el armamento que Occidente le pueda brindar con la misma retórica que ha utilizado desde el inicio de la guerra: ‘ahora es Ucrania, pero más tarde podrían ser otros países de Europa los atacados por Moscú’.
«Envía tus tanques a Ucrania ahora para que no seas tú quien tengas que lidiar con los tanques rusos más tarde», publicó el Gobierno de Ucrania en un trino el 17 de enero.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Réznikov, dijo que Ucrania aún necesita unos meses para preparar el contraataque, planeado para primavera. No obstante, aseguró que sus tropas están bien equipadas.
«Ucrania está preparada para frenar a los rusos, pero cuantas más armas tenga, mejor», apuntó Réznikov.
Y es que, en la situación actual, Ucrania va a necesitar toda la ayuda posible si quiere frenar el avance ruso.
Reuters/ EFE/

