El PSG encarrila la liga derrotando al Nantes y se centra en la vuelta de Champions ante el Bayern

PARÍS.- Era un partido para no mancharse mucho, pero el PSG tiene el vicio de complicarse la vida. El triunfo contra el Nantes pudo ser un trámite, pero al final el campeón tuvo que acabar remangándose: 4-2. Una actuación poco brillante, puede que un señuelo antes de enfrentarse este miércoles al Bayern en Champions para hacer ver que está peor de lo que lo está. Descorchó Messi el partido y Mbappé lo cerró para convertirse en solitario en el máximo goleador de la historia del club. Trabajo hecho, liga encarrilada.

Apuntaba a ser tranquila la noche, pero en el PSG no puede darse nada por supuesto. Nada es lo que parece. Ni con el primer tanto de Messi, que rebañó con la punta del pie una buena asistencia de Nuno Mendes, ni siquiera después de que Hadjam, en propia puerta, comprometiera seriamente al Nantes: 2-0. Se le puso el choque tan de cara al campeón que, por pereza o aburrimiento, decidió invitar a su rival a volver a competir.

Mucha culpa de ello la tuvo Donnarumma, un arquero sobrevalorado. Mientras Keylor Navas tuvo que marcharse a Inglaterra por la puerta de atrás, el italiano ha acostumbrado a la gente a cometer varios errores por partido. Ante el Nantes, otros dos. El primero, por no proteger el palo corto en un remate esquinado de Blas: 2-1. El segundo, después de un córner en el que dio el paso hacia el lado equivocado. El toque de Ganago con la chepa costó el empate: 2-2.

En la foto siempre sale Donnarumma. La temporada pasada en el Santiago Bernabéu y hace dos semanas en la ida de Champions frente al Bayern. Por suerte, tiene a compañeros excepcionales a su alrededor. Mbappé puso un centro tocado para que Danilo, un guerrero también imprescindible para Christophe Galtier, cabeceara a gol: 3-2. Se ilusionó la grada con que Mbappé superara el récord de Cavani, pero el VAR invalidó un penalti señalado anteriormente por fuera de juego.

Se marchó Marquinhos tras un golpe en la cadera, aunque solo fue por precaución. El Nantes se empeñó en sacar algo bueno hasta el final, pero el PSG aguantó el tipo. El triunfo, más pragmático que bonito, sirvió para encarrilar una liga que está cada vez más cerca de revalidar. Mbappé superó el récord de Cavani en el añadido al marcar a la media vuelta su gol 201 con la camiseta parisina. El estadio se vino abajo. Ahora, a por la Champions.

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