Pedro Galdón.- Este miércoles 22 de marzo, a 73 días desde el inicio de las manifestaciones de los empleados de la administración pública, trabajadores del sector educativo de las ciudades de Acarigua y de Araure protestaron en las proximidades de la Redoma de Araure bloqueando el paso vehicular en la Av. Vencedores, salida hacia Barquisimeto en horas de la mañana.
Los protestantes se concentraron en dicho punto en torno a las 8:00 am, y, con pancartas y banderas en mano, trancaron la mentada vía a la altura del Bar Restaurante «La Redoma», entre la rotonda y la homónima estación de servicio, hasta las 11:00 am, impidiendo el tránsito de todo tipo de vehículo.
A la par de ellos, un grupo de trabajadores públicos se apostó en las aceras del tramo de la Av. Trino Meleán concomitante a la redoma y protestó por sus demandas salariales al igual que ellos, mas, sin obstruir la circulación de vehículos.
De acuerdo con una de las involucradas en la tranca, Lenis Pinto, los educadores «que están cansados de esta situación, de esta hambre, de esta miseria» y de «hacer protestas pacíficas», «bicicletadas» y «bailoterapias», decidieron «hacer trancas» para llamar la atención de todos y exigirle al presidente de la República que «quite ya el bloqueo» que ha efectuado a sus salarios en contra de lo establecido en la Carta Magna, y que obligue a la ministra de Educación que firme el contrato colectivo.
Declaró que no les temen a las autoridades, sino a la vacuidad de alimentos en sus neveras y a la pequeñez e insuficiencia de sus salarios actuales, y que ellos no quieren que el Estado les dé algún bono ni regalías para compensarlo, sino un buen y justo sueldo.
El sórdido silencio del gobierno
El secretario general de la Federación Venezolana de Maestros en el Estado Portuguesa, Pablo Rangel, aseveró que los trabajadores públicos siguen sin recibir respuestas satisfactorias del gobierno nacional, y que la única que han recibido extraoficialmente es la del «emprendimiento y el rebusque, como fórmula para resolver la crisis económica», aunque su aplicación se dé en detrimento de la misma educación de los siete millones de niños venezolanos pertenecientes al sistema educativo.
Catalogó tal contestación como «paranoica» y «una solución que no tiene “pie ni cabeza”», ya que la única solución a los problemas económicos de los trabajadores venezolanos es la aplicación de un aumento salarial que se corresponda a lo estipulado en la Constitución.
Además, Rangel expresó que el desfalco a la estatal Petróleos de Venezuela, S. A. (PDVSA) de 3.000 millones de dólares que denunciaron y está siendo tratado por las autoridades gubernamentales actualmente es la «pequeña punta del iceberg» del saqueo que estas han efectuado a las arcas del país durante estos 23 años, y una muestra de que el Estado sí posee los recursos necesarios para incrementar los sueldos de los empleados públicos y cumplir con las leyes tocantes a esto.
