España sufre el primer resbalón de la era De la Fuente al caer derrotada ante una oficiosa Escocia

GLASWOG.- Demasiado pronto llegó el primer resbalón de la España de Luis de la Fuente. Glasgow es una ciudad que no olvidará nunca el seleccionador, que cayó ante Escocia en un duelo que no sirvió para despejar las dudas que se vieron en La Rosaleda. Nunca es buen momento para caer, pero menos a un parón internacional de jugarse el primer título: la Nations League.

Pecó de osadía el once. Solo Rodri, Merino y Kepa repitieron titularidad en un equipo nuevo que no cuajó. Ni siquiera Joselu, que venía por la moral por las nubes, ni Ceballos, su apuesta personal, consiguieron gobernar un partido que se empezó a torcer enseguida y esta vez los cambios al descanso no solventaron la papeleta.

No pudo haber un inicio más desafortunado. Apenas había tenido tiempo España de asentarse en el banquillo cuando se vio por detrás en el marcador. Pedro Porro, que en su debut ante Georgia ya lo pasó mal, arrancó su segundo partido con la camiseta de la Roja con un resbalón del todo inoportuno en el costado del área propia que terminó en el tanto de McTominay (7’).

Primera prueba mental para ver de que pasta está hecha la selección de Luis de la Fuente que, a su favor, su pudo decir que tras un par de minutos de crisis en los que Christie casi hace el segundo supo reponerse. Y lo hizo mediante el balón, amasado en los pies de Rodri, y circulado con velocidad. Ayudó que Escocia tampoco pusiera el autobús y tuviera en mente las contras para conseguir el segundo. Unas que casi dan un grave disgusto antes del final del primer tiempo, cuando Dykes falló un mano a mano en una jugada fatal defendida por David García e Iñigo Martínez desde campo rival.

Antes de esa ocasión, España pudo empatar. Tuvo que pelear contra un ambiente ensordecedor en Glasgow y contra la intensidad de unos escoceses que no eludieron ningún golpe. Tanto, que Robertson se jugó una roja por un golpe a Porro sin balón. Si protagonistas en Málaga fueron Ceballos y Joselu, repitieron en el Hampden Park. El del Madrid con su finura entre líneas y el del Espanyol poniendo las ocasiones. En concreto dos de cabeza, y una casi se canta gol pero se fue al palo. Hasta dos penaltis, que como poco estuvieron al límite, pidió Joselu, que sintió como el balón tenía gravedad hacia su persona cuando España no sabía como percutir entre la defensa británica, cerrada por dentro.

Como ante Noruega, se requería reacción tras el descanso. Esta vez, no obstante, una mayor, porque el marcador era adverso. Igual por eso De la Fuente optó por mover el banquillo. Sustituyó sorprendentemente a Porro, que más allá del resbalón estuvo destacado, y a un Oyarzabal más tímido que en La Rosaleda. Los elegidos fueron Carvajal Nico Williams.

El plan no funcionó. Al menos con el lateral derecho. Si De la Fuente buscaba empaque por ese lado el que la fue a liar fue Carvajal, llegando tarde a cuerpear a Tierney y dejándole entrar para que McTominay, disfrazado de Cristiano Ronaldo en este parón, diera otro bofetón a España (51’).

La cosa no fue a mejor. Bueno, según se mire, porque Escocia casi clava el tercero en un tiro de falta envenenado de McGinn que dio al larguero. En cambio, en el área de Gunn, paz y tranquilidad. Solo Williams pareció revelarse realmente ante la situación con acciones individuales. Le faltó espacio, porque Steve Clarke echó a los suyos a campo propio. Por eso entró también Aspas, de nuevo como mediapunta, para abrir espacios, pero el resultado fue el mismo que ante Noruega, no se le encontró. Como tampoco a Ceballos, que anduvo desaparecido todo el segundo tiempo.

Tanto como la brillantez en el pase, el buscar el área y el generar superioridades. Y esta vez hasta hubo espacios, al contrario que contra Noruega. Asignaturas que quedan pendientes a trabajar de cara a la Final Four de junio, donde hay un título en juego. El primero para De la Fuente. 

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