LA VENEZUELA ACTUAL Y LOS INICIOS DEL POST -CHAVISMO

El primer punto a analizar se vincula a la Venezuela actual, en el cual me detengo a estudiar los últimos 10 años de actuación del régimen chavista-madurista, para presentar de manera precisa un balance de su gestión.
En materia de economía, hasta hace una década del ascenso de Maduro al poder, el producto interno bruto, para el año 2013, era de 350 mil millones de dólares, en la actualidad es de 60 mil millones de $ , lo que se traduce en una caída vertiginosa del 83% de la actividad económica, en ese lapso.
La tasa de pobreza pasó del 40% en el 2013 al 94% actual, de acuerdo a estudios presentados por la encuestadora Encovi.
La tasa de inflación alcanzó para finales del 2022 un 350%, en comparación a un 56% en el 2013. Con respecto a la anualizada, desde feb. 2022 a feb. 2023 es del 537%, según la firma Ecoanalitica y el OVF.
La producción de petróleo, que representa casi la totalidad de los ingresos en divisas legales se desplomó de unos 2,5 millones de b/d hace 10 años, a unos 690 mil b/d hoy día, datos aportados por la OPEP. Se suma la escasez de gasolina, la cual se sigue acentuando cada día, pasando la mayoría de las estaciones de servicio a dolarizadas. Asimismo, investigadores del área de la salud del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV, manifiestan que en Venezuela existen alrededor de 800 mil niños menores de 5 años que estarían en riesgo de desnutrición.
También, estadísticas revelan que se necesitan 91,3 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria, ya que el costo para una familia de 5 miembros – hasta el mes de febrero pasado – era de 11.873,34 bolívares, de acuerdo a publicaciones del Cendas. Lo anterior significa que cada familia necesitó de 482,26 dólares mensuales o 16 $ diarios para alimentarse, y el ingreso es de apenas 130 bolívares. Complementando lo descrito, se suman las justas protestas del sector educación, dónde maestros y profesores venezolanos se mantienen en las calles, lo que va de año 2023, en busca de justas reivindicaciones salariales, sin haberse alcanzado un resultado favorable.
Igualmente, cabe resaltar en esta coyuntura económica, el tráfico de drogas, la extracción ilícita de petróleo, como también el desvío de tanqueros de PDVSA y otras actividades ilegales como la explotación de minerales en el Arco Minero; todo esto representan el 20% del PIB del país, según lo aprecia Transparencia Venezuela.
Se suma, además, que 7 millones de venezolanos han huido del país en los últimos 10 años, siendo el éxodo masivo más grande en la historia de América Latina.
Como añadidura al panorama, tenemos un presidente usurpador que está siendo objeto de una investigación por parte de la CPI, debido a reiteradas violaciones a los DDHH y crímenes de Iesa humanidad, además de estar solicitado por el Departamento de Estado y de Justicia de los EEUU.
Para concluir, se presenta un nuevo escándalo a nivel de las altas esferas del régimen, vinculando al presidente de Pdvsa y otros aliados, en torno al desvío de los 3.000 millones de $ de las cuentas provenientes de la venta de petróleo, denominados en criptomonedas, utilizadas por el régimen para desviar las sanciones financieras impuestas por los EEUU en contra de Pdvsa.
Sin duda, este es un caso interesante de analizar que pica y se extiende, el cual denota la fractura de poder que existe en el país y de la cual hemos sido víctimas desde hace 24 años.
Estos farsantes tardaron más de dos décadas para darse por enterado de la corrupción que emana de sus actores.
Pero lo más triste de toda esta situación, lo que causa absoluto asombro es saber que los venezolanos hayamos perdido con la corrupción del régimen la noción y magnitud del robo que se nos sigue haciendo desde las alturas del poder.
A nuestro pesar, lo que se va a heredar de este gobierno hamponil es una Venezuela destruida, desde el punto de vista estructural y saqueada hasta la saciedad, desde el punto de vista económico y financiero.
La Venezuela post-chavista debe dejar atrás esa sociedad de jerarcas y enchufados que se aprovechan del tesoro público y que mantiene en hambruna a toda una nación; eso tiene que cambiar.
Por supuesto, ese cambio político que vendrá, establecerá un nuevo modelo económico que hará obligatorio abrirse a las inversiones privadas, tanto interna cómo externas, que generarán nuevas empresas, por ende, mayores empleos estables y de calidad con capacidad para lograr salarios dignos.
Para alcanzar la Venezuela post-chavista la pasión y el coraje deben ser nuestras verdaderas herramientas para lograr derrotar al tirano. Para ello, tenemos una sola opcion, unirnos y dejar a un lado las pretensiones personales.
Esta oportunidad que no debemos perder, no es para competir entre nosotros, es un error pretender creer que estamos en condiciones normales y que podemos lograr posiciones.
El régimen malvado sigue en su tablero de ajedrez haciendo su juego, sacrificando piezas importantes, pero sólo es una estrategia.
Debemos centrarnos en los objetivos trazados, buscar minimizar diferencias y unirnos en torno a la opción que pueda cumplir la tarea de rescatar la institucionalidad de la República y la economía.
No va ser fácil gobernar la Venezuela post-chavista, más que palabras, promesas y pretensiones, necesitamos coherencia, autoridad, aplomo, carácter, conocimientos, liderazgo y compromiso. Así como también, estadistas y tecnócratas, donde prevalezca la meritocracia y todo ese recurso lo tenemos de sobra en nuestro país.
Hoy el llamado es a la sindéresis, estemos preparados para sembrar las bases que permitan consolidar un proyecto de país.
Es la hora de pensar en Venezuela.

Jorge Cárdenas
jorgecardenas055@gmail.com 4602101

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