‘Lula’ mediará ante Ortega para intentar la liberación del obispo nicaragüense Rolando Álvarez

BRASILIA.- ¿Será suficiente la intervención de uno de los líderes más respetados de la izquierda latinoamericana para convencer a Daniel Ortega para que libere el obispo Rolando Álvarez?  

Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva anunció el jueves, tras una reunión con el papa Francisco en Roma, que intentará convencer a su homólogo nicaragüense de que libere al clérigo condenado a años de cárcel y que se ha negado a abandonar Nicaragua para buscar refugio en Estados Unidos. 

El líder de Brasil reconoció que se trataría de una misión que requeriría mucha paciencia, una cualidad que afirmó poseer en abundancia. Según Lula, el encarcelamiento de Álvarez fue un «error» de Ortega. «Hablaré con Ortega para que le conceda la libertad, porque es necesario aprender a pedir perdón (…) y reconocer este error», dijo Lula, que se reunió el miércoles con el pontífice argentino durante 45 minutos en el Vaticano. 

Uno de los críticos más abiertos del régimen de Ortega 

El obispo Rolando Álvarez fue condenado el viernes 10 de febrero a 26 años y cuatro meses de cárcel por «conspiración para atentar contra la integridad nacional» y «difusión de noticias falsas». El clérigo también fue despojado de por vida de su nacionalidad nicaragüense y de sus derechos civiles.  

Detenido el 19 de agosto de 2022 y en arresto domiciliario hasta su condena, el obispo de la ciudad de Matagalpa, ubicada a 130 kilómetros al norte de Managua, fue trasladado a la cárcel La Modelo, al este de la capital.  

Era una de las voces más críticas contra el Gobierno y el primer clérigo de este rango en ser detenido. Otro obispo, Silvio Báez, se vio obligado a exiliarse en 2019. Para Ortega, que estuvo en el poder entre 1984 y 1990 y desde 2007, la Iglesia católica es cómplice de un supuesto intento de golpe de Estado urdido por Washington. A principios de año, cinco sacerdotes fueron condenados a 10 años de cárcel. Las relaciones entre Nicaragua y el Vaticano están de hecho en un punto muerto

El jueves 9 de febrero -un día antes de su condena- Álvarez debería haber sido deportado a EE. UU, junto con otros 222 opositores liberados por el régimen, que también fueron privados de sus derechos civiles y despojados de su nacionalidad. Pero mientras estaba en la cola para subir al avión, se negó a abandonar su país.

«El personaje Álvarez empezó a decir que no iría», relató el jefe de Estado en un discurso, en el que calificó al obispo de «arrogante», «desequilibrado», «loco» y de «bicho raro». 

El Brasil de Lula, más conciliador que otros países de la región sobre el caso de Nicaragua 

El anuncio de este intento de mediación por parte del mandatario de Brasil se produce en medio de intensas negociaciones en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) para elaborar una resolución conjunta sobre Nicaragua.

Pero un borrador propuesto por Brasil debilitaba considerablemente la propuesta, lo que provocó una inmensa indignación entre las víctimas de la represión de Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores del país subrayó el miércoles que está trabajando con otros países para impulsar una resolución de consenso. Brasilia espera que el texto, además de señalar las violaciones de los derechos humanos, abra la puerta al diálogo con el régimen. 

Según algunos observadores, el líder de la izquierda brasileña se ha mostrado mucho más conciliador que otros presidentes, como los de Chile, Colombia y Argentina, con las autoridades nicaragüenses. En marzo, el gobierno de Lula evitó firmar un informe de la ONU que denunciaba crímenes contra la humanidad en Nicaragua y que fue apoyado por 55 países. 

EFE/

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