ATENAs.- Grecia protagonizó este domingo sus segundas elecciones legislativas en cinco semanas, y los primeros sondeos a pie de urna indicaron de inmediato que el conservador Kyriakos Mitsotakis, de la reformista Nueva Democracia, volvería a ganar otro mandato, esta vez, con una mayoría absoluta de 158 escaños de los 300 que ostenta el Parlamento heleno.
Una situación que le permitirá, en sus palabras, formar «un gobierno estable», pues «el pueblo» le ha dado otros años de mandato «para impulsar reformas muy necesarias». Entre ellas, aumentos salariales y una reforma sanitaria.
«Este apoyo solo aumenta mi responsabilidad de responder a las esperanzas de la gente. Personalmente, siento una obligación aún más fuerte de servir al país con todas mis habilidades», dijo Mitsotakis tras conocer su victoria.
Atrás en la carrera quedó el líder izquierdista y exprimer ministro (2015-2019) Alexis Tsipras, del partido Syriza, que reunió tan sólo el 17,8 % de los votos y perdió más de 30 diputados.
El resultado actual mostró que Syriza obtuvo la mayor diferencia de votos respecto al primer partido desde 1974, a lo que Euclid Tsakalotos, exministro de Finanzas durante la gobernanza del partido, se refirió con un contundente «esta es una gran derrota».
La votación comenzó a las 07:00 hora local y concluyó a las 19:00 como estaba previsto. Alrededor de 9,8 millones de griegos estuvieron convocados a las urnas.
Mitsotakis, un graduado de Harvard de 55 años, exjefe de gobierno, obtuvo hace cinco semanas una amplia victoria con el 40,8% de los votos, el doble que Syriza. La holgura de su triunfo, que sorprendió a los analistas, no le permitió sin embargo alcanzar la mayoría absoluta.
El líder conservador, al frente del partido Nueva Democracia, descartó entonces una coalición con otras formaciones y propició la repetición electoral de este domingo, a la que llegó con entre un 37,8% y un 45% de intenciones de voto según los últimos sondeos.
Tsipras en la cuerda floja
En los días previos, Tsipras había prometidoluchar «hasta el último segundo» pese al mal resultado cosechado en los anteriores comicios del 21 de mayo, en los que Mitsotakis se quedó a solo cinco escaños de la mayoría absoluta. Syriza obtuvo un 20,07% de los votos el 21 de mayo.
La cita electoral, el líder de la izquierda manifestó que el país sabría este domingo si tendría un «gobierno descontrolado» o bien «un equilibrio democrático», con «una oposición fuerte» capaz de desempeñar su papel, dijo Tsipras tras ejercer su derecho al voto.
Al darle a Nueva Democracia una mayoría absoluta en las elecciones de julio de 2019, en detrimento de Syriza, los griegos quisieron pasar página a años de crisis financiera y planes de rescate, que llegaron a destruir un 25% del PIB nacional y amenazaron al país con sacarlo de la zona euro.
Durante la campaña, Kyriakos Mitsotakis, hijo de un antiguo primer ministro y tío del actual alcalde de Atenas, no dejó de presumir de su balance económico, marcado por un crecimiento del 8,3% en 2021 y del 5,9% en 2022, con un desempleo a la baja.
Pero Tsipras, antaño la esperanza de la izquierda radical en Europa, advirtió durante la contienda que no se debe dar a su rival un «cheque en blanco» que le permita impulsar una «agenda oculta» de políticas antisociales.
Entretanto, la extrema derecha se afianzó en el Parlamento. El partido de esta corriente Espartanos obtuvo el 4,6% de los votos, seguida por otras dos formaciones afines: Solución Griega (4,4 %) y el antisistema Niki (Victoria), con un 3,7% de los votos.
AFP/ Reuters/ EFE/

