BAKÚ.- Temor y desconfianza en Nagorno Karabaj; júbilo y promesas de amnistía y ayuda humanitaria en Azerbaiyán.
Dos días después del frágil alto al fuego –que acabó con un ataque de 24 horas de las tropas azerbaiyanas y que dejó al menos 200 personas muertas–, el miedo en la región separatista es notorio.
Miles de personas se ocultan en sótanos, en momentos en que el enclave permanece rodeado por las fuerzas de Bakú, según describió una vocera de las autoridades del enclave. Otros residentes se refugian en tiendas de campaña improvisadas, instaladas por las tropas de paz rusas en la región.
«La situación en Stepanakert es horrible, las tropas azerbaiyanas están por toda la ciudad, están en las afueras y la gente teme que los soldados azerbaiyanos puedan entrar en la ciudad en cualquier momento y comenzar las matanzas», aseguró la portavoz del gobierno del territorio separatista, Armine Hayrapetyan.
Tanto Stepanakert, la capital de la región, como otras zonas de Nagorno Karabaj se encuentran sin la mayoría de servicios básicos desde la operación relámpago que lanzó el Ejército azerbaiyano el pasado martes 19 de septiembre, para «recuperar» la región, ubicada en territorio de Azerbaiyán, pero poblada por mayoría de etnia armenia, que se resiste al control de Bakú.
Situación “extremadamente tensa”
Aunque el cese de hostilidades continúa, el acuerdo es frágil, por lo que la situación en la región en disputa es “extremadamente tensa”, reconoció el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, de cuyo país ha dependido el territorio separatista, que se autoproclamó independiente de Azerbaiyán en 1991.
«La situación en Nagorno Karabaj sigue siendo extremadamente tensa. La crisis humanitaria continúa», advirtió el premier este viernes 22 de septiembre, durante una reunión con su gabinete en Ereván, la capital armenia.
Pashinian subrayó que, aunque por el momento “no existe ninguna amenaza directa a la vida de la población civil”, la situación “puede cambiar en cualquier momento”. Por esa razón, su Gobierno se prepara para recibir al menos 40.000 refugiados de Nagorno Karabaj.
Azerbaiyán promete posible amnistía y anuncia acuerdo de ayuda humanitaria
En medio de las presiones para abandonar su autoproclamada independencia, desde el pasado diciembre Bakú impuso un bloqueo en la única ruta que comunica a la región separatista con Armenia, lo que ha conducido a una crisis humanitaria para los 120.000 habitantes de la región, debido a la grave escasez de alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad.
Pero tras la rendición de las autoridades de Nagorno, este viernes Bakú habría autorizado el paso de un convoy humanitario desde Armenia.
Por otra parte, Hikmet Hajiyev, asesor de política exterior del presidente de Azerbaiyán, afirmó que Bakú garantizaría una amnistía para los combatientes armenios de Karabaj que entregaron sus armas, aunque remarcó que algunas unidades militares de la región señalaron que continuarían con su resistencia. El funcionario agregó que su país también permitiría que los civiles de Nagorno viajen de manera segura a Armenia.
Sin embargo, David Babayan, asesor de Samvel Shahramanyan, el presidente del territorio separatista, autodenominado República de Artsaj, sostuvo que no ha habido resultados concretos sobre las garantías de seguridad que los armenios de Karabaj exigen como condición para entregar sus armas a Azerbaiyán, ni tampoco sobre la posible amnistía que propone Bakú.
Protestas y llamados de dimisión contra el primer ministro de Armenia
Mientras en Nagorno Karabaj las esperanzas por mantener su independencia son escasas y el panorama es sombrío, en Armenia los ciudadanos protestan contra su Gobierno al que acusan de abandonar a los ciudadanos de etnia armenia en el territorio vecino.
Por tercer día consecutivo, este viernes, cientos de personas se manifestaron en Ereván contra la Administración del primer ministro Nikol Pashinian, al que señalan de hacer demasiadas concesiones a Bakú, por lo que exigen su renuncia.
Algunos grupos de ciudadanos bloquearon las calles de la capital armenia, previo a la reunión del gabinete de Pashinyan.
La continuidad del premier armenio parece pender de un hilo en medio de la presión por lo ocurrido en Nagorno Karabaj. Desde la oposición, anuncian planes para iniciar un proceso de destitución de Pashinyan en el Parlamento.
Pashinian aseguró que su Gobierno «actuará con firmeza pero de acuerdo con la ley» contra los “alborotadores”.
Entre el miércoles y el jueves, decenas de manifestantes fueron detenidos frente a las oficinas de Pashinian tras disturbios en los que los manifestantes arrojaron botellas y piedras e intentaron irrumpir en el edificio.
Entre los arrestados se encuentra el político opositor Andranik Tevanyan, uno de los organizadores de la protesta.La oposición armenia llamó a la desobediencia civil y prometió protestas indefinidas contra el Gobierno.
AFP/ Reuters/ AP/

