Estados Unidos: El imperio de la familia Trump, bajo amenaza por juicio civil

NUEVA YORK.- Donald Trump Jr., el primero de los hijos del multimillonario republicano en testificar en su juicio civil en Nueva York por un vasto fraude financiero, aseguró este 1 de noviembre ante un tribunal de Manhattan (Nueva York) que no había manipulado los documentos financieros que están en el centro de la acusación.

La comparecencia del hijo mayor del expresidente estadounidense inauguró un largo despliegue del clan familiar que continuará con Eric Trump, seguido por el propio Donald Trump e Ivanka Trump, que, sin embargo, han presentado un recurso para no testificar.

Vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump, Donald Trump Jr, de 45 años, al igual que su padre y su hermano menor Eric, son acusados por la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, de haber inflado el patrimonio del grupo en miles de millones de dólares en la década de 2010 para obtener mejores préstamos bancarios y condiciones de seguros más favorables.

Con traje azul oscuro, camisa clara y corbata rosa, Donald Trump Jr. ratificó su papel en la cúpula de la Organización Trump, un sinfín de empresas que gestionan rascacielos, hoteles de lujo y campos de golf en todo el mundo.

«¿Quién estaba al frente del grupo desde el momento en que Donald Trump entró en la Casa Blanca en enero de 2017?», preguntó la representante del fiscal general, Colleen Faherty, a lo que Trump Jr. respondió: «En síntesis, yo, mi hermano (Eric) y Allen Weisselberg», el exdirector financiero condenado en 2022 a prisión por fraude fiscal. 

«Deja en paz a mis hijos» 

Pero también se presentó como desconocedor de los cálculos contables. Considerado responsable por la Fiscalía de las declaraciones financieras anuales de Donald Trump desde 2016, el hijo mayor del expresidente explicó que había depositado su confianza en su empresa de contabilidad, Mazars.

«Yo no participé en la preparación» de esos documentos, «los contadores trabajaron en ello, para eso les pagamos», aseguró Trump Jr. sin poder convencer a James, quien afirmó en su cuenta de X que «Trump Jr. lleva mucho tiempo involucrado en los negocios fraudulentos de su familia». 

En su mayoría, la comparecencia transcurrió en un ambiente cordial, muy alejado de los ataques que la familia Trump —padre e hijo— suelen lanzar en contra de la Justicia. «Deja en paz a mis hijos, Engoron. Eres una vergüenza para la profesión judicial», publicó Trump durante la noche en su red social Truth Social, dirigiéndose al juez Arthur Engoron, que lleva el proceso y que ya lo ha multado con 15.000 dólares por agredir a su secretario.

Donald Trump, de 77 años, será interrogado el lunes, casi un año antes de las elecciones presidenciales de 2024 a las que espera concurrir para volver a dirigir Estados Unidos. La defensa sostiene que las valoraciones de los activos del grupo, como la Torre Trump y el edificio del 40 de Wall Street, fueron subjetivas pero sinceras, y que los bancos no perdieron nada.

«Fraude reiterado»

Pero según Michiel McCarty, director del banco de inversión M.M. Dillon & Co, que fue llamado al estrado el miércoles como experto, los bancos prestamistas, como el Deutsche Bank, podrían haber decidido fijar tasas de interés más altas si hubieran tenido a su disposición una imagen menos alentadora de la situación financiera de Donald Trump.

El experto revisó cuatro préstamos para financiar proyectos en torno a un campo de golf en Florida, dos hoteles de lujo y el 40 de Wall Street, y estimó las pérdidas por intereses en 168 millones de dólares entre 2014 y 2023. Este cálculo fue impugnado por la defensa.

Trump no acudió al tribunal este miércoles. Desde el inicio del proceso, se ha presentado como víctima de un montaje judicial, como en los otros cuatro casos en los que se enfrenta a cargos penales, en particular por intentar anular las elecciones presidenciales de 2020.

Aunque no se enfrenta a una pena de prisión en este juicio civil, el caso podría suponerle perder el control de parte de sus propiedades inmobiliarias, además de una multa de 250 millones de dólares y la prohibición de gestionar empresas en Nueva York.

Ya antes de la apertura del juicio, el pasado 2 de octubre, el juez Engoron dictaminó que la Fiscalía había presentado «pruebas concluyentes de que, entre 2014 y 2021, los acusados sobrestimaron activos» por «812 millones de dólares (a) 2.200 millones de dólares», según el año. Como consecuencia del «fraude reiterado», ordenó la liquidación de las empresas, una auténtica bomba jurídica, pero su decisión fue suspendida en apelación.

El juicio se centrará en otras infracciones de la legislación financiera y en la cuantía de la multa.

F24/

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