Hoy quería escribir sobre Rafael Romo y Yeferson Soteldo, nuestras alegrías portugueseñas en la vinotinto empeñada en lograr un cupo para el Mundial 2026. Hoy quería felicitar a Maykel Frías, a Jesús Ortiz y a la fanaticada más fiel del fútbol nacional, la del mítico José Antonio Páez, porque después de varios años de sequía, regresó al Portuguesa FC, el equipo que nació grande, a una Copa Libertadores de América. Hoy quería celebrar los éxitos de Jesús Valenzuela, que pone al país en lo mejor del arbitraje del balompié internacional. Hoy quiero felicitarme por ser paisano de Martín Pérez nuestro ícono actual en el mejor béisbol del mundo y congratularme con ese neoespartano que escogió a Agua Blanca como su casa, Anthony Santander por esos buenos números en esa temporada de Grandes Ligas. O regocijarme con el hermoso encuentro de los músicos fundadores de la Estudiantina Antonio Torrealba del Ateneo Popular de Guanare. Disfrutar de la paisanía presente de Juan Miguel en escenarios nacionales e internacionales. O de los músicos nativos de nuestro estado que tocan con éxito en el mundo entero.
En el último artículo del año quería expresar el orgullo que siento por la labor de nuestros alcaldes democráticos, que frente a las arremetidas del energúmeno y mezquino gobernador que en mala hora nos gastamos los portugueseños, han podido mostrar una obra modesta pero significativa, que les cambió el rostro a sus municipios, en un denodado esfuerzo que hacen administrando el poco dinero que proviene del apoyo del sector comercio en el pago de sus impuestos. Cómo han aguantado la pela, mientras el desprestigio del primer mandatario regional va creciendo y no ha podido celebrar un acto regular en Guanarito, Sucre, Unda y Ospino, porque el espíritu gregario de sus pueblos, los hace defender con pasión la gestión de sus burgomaestres, que han derrotado el cerco y el pesimismo con trabajo y con voluntad, con profundo sentido social, que han vencido las miserias humanas de un tipo que les prohíbe suministrarle gasoil para la ambulancia y las pocas máquinas que tienen, como en el caso de Valmore, al que el capitán de la Guardia le respetaba la cuota, pero que llegó el perverso Francar Martínez y se quedó con el negocio para él solo. O como va a pasar con el asfalto, que pudo comprar unas pocas toneladas para hacerle un cariñito a las calles de su pueblo y cuando los dirigentes chavistas, los pocos que quedan en Guanarito, le mandaban los videos a Tivo, les respondía “no me manden nada de ese viejo coño de su madre, que mientras yo sea Gobernador, Guanarito no tendrá nada.” Como la madre de Valmore era mi abuela, topo y le barajeo. O con Carlos Barrios que tuvo que comprar un transformador para El Algarrobo, porque se cansaron de pedirle uno al que mostró centenares de esos aparatos y los pasea por los pueblos, pero no resuelve ningún problema. Duraron más de 15 días sin luz, pero a Carlos Emilio, como siempre, no le deja morir el muchacho en la barriga, resolvió.
Pero no. Biden le entregó a Maduro, la joya de la corona. El dictador le ofreció de todo al gobierno norteamericano para que le canjearan a Alex Saab, el toñeco del señor, a quien recibieron como héroe de guerra. No me jodan. Con razón no tienen credibilidad, y la confianza de la inmensa marea roja se redujo al millón de votos multiplicados por diez, del referendo del 3 D. Están tan regalados que ni siquiera la Contraloría cumplió el plazo de tres días dado por el TSJ para conocer el expediente de inhabilitación de la candidata presidencial de la gran alianza nacional María Corina Machado. El tipo con su cara bien lavada llegó a Miraflores, a la Asamblea Nacional y hasta lo designaron integrante de la comisión gobiernera en los diálogos con la oposición. Es que la vergüenza la perdieron hace tiempo. Tienen rato sin dar pie con bola, pero como a ellos les importa un carajo la gente, le restriegan en su cara a sus activistas a un colombiano que duró tres años preso en los Estados Unidos, porque un jerarca rojito le dio el plan de vuelo a los gringos y éstos lo capturaron en Cabo Verde. Por algo sería. Cantó, le exprimieron hasta el juguito para conocer los negocios del régimen y tuvo la cachaza de decir, que perdió con la DEA, doce millones de dólares, así como el pelo de un burro.
Bueno, noviembre todo con el show del referendo, disputa con Guayana desaparecida del mapa. Y ahora bombos y platillos para Alex Saab, garantía de que van a tener platica para la campaña y para cazar algunos incautos.
Yo, a pesar de la pésima racha del Magallanes, de la escasez de gasolina, del racionamiento eléctrico y ahora parece del agua, levanto la frente para darle la bienvenida al año del cambio definitivo y para bien. Salud, portugueseños y portugueseñas. Llegó la hora. Se acabaron las excusas porque donde ronca tigre no hay burro con reumatismo. María Corina Presidente.
IVÁN COLMENARES
