PARÍS.- En lo que llamó «una cita con la nación», Emmanuel Macron dio la bienvenida al recién reorganizado gabinete gubernamental francés, encabezado por el nuevo primer ministro, Gabriel Attal, de 34 años, quién es ahora el pilar de lo que el presidente describió como «el Gobierno más joven» en toda la historia de Francia.
El mandatario reconoció el complejo momento social, político y económico que atraviesa su nación, por lo que justificó su decisión de reorganizar el gabinete gubernamental asegurando que Francia vive una situación en la que se necesita «audacia, acción y eficacia» para asegurar el futuro de las próximas generaciones.
La rueda de prensa inició con un pequeño discurso en donde el presidente ensalzó los progresos de su segundo mandato, subrayando que el objetivo principal de su Administración es crear «una Francia más fuerte», apelando a la revitalización científica dentro de sus fronteras, al uso de energía nuclear y a cohesión con la Unión Europea como las claves para el crecimiento francés.
Ante ello, Macron enfrentó múltiples cuestionamientos sobre temas centrales de la política interna del país.
La «hoja de ruta» en el sector salud
Sobre la situación sanitaria, los periodistas fueron incisivos en cuestionar la sobrecarga de los hospitales en el área de urgencias, a lo que el presidente respondió que su Administración ha realizado una «inversión histórica» en revitalizar los hospitales en las grandes ciudades.
Aunque también admitió que el país tiene un grave problema en la prevención médica, por lo que uno de los objetivos que dijo se ha trazado es mejorar la atención temprana para aliviar los cuidados intensivos en los centros médicos y «liberar a los doctores». Macron también resaltó el papel de los paramédicos en la división de tareas que propone su proyecto sanitario.
A las preguntas sobre la razón de los constantes cambios en el Ministerio de Salud, el presidente reconoció que son cuestiones «políticas» las que han originado que cinco personas distintas hayan ostentado el papel de ministro de Salud durante su mandato, aunque recalcó que, aunque el Ministerio sufra cambios, lo importante es que «la hoja de ruta no cambie».
El presidente expresó que uno de los grandes problemas del país se encuentra en los índices de natalidad, advirtiendo que cada vez están bajando más, equiparando las cifras con las de sus vecinos europeos, mientras la infertilidad aumenta entre los franceses. Macron abogó por un «rearme demográfico» a través de apoyos a las familias y licencias de paternidad más amplias.
Un «rearme académico» e integración cultural
El jefe de Estado también abordó la situación educativa, haciendo un llamado a un «rearme académico», a mejorar las condiciones laborales de los docentes, apoyando su capacitación constante y mejorando la estructura de los programas educativos en las instituciones públicas para que los jóvenes permanezcan en las aulas más tiempo.
Al ser cuestionado por medidas específicas que implementará en el ámbito educativo, Emmanuel Macron anunció que en los próximos meses su Gobierno propondrá una reforma educativa, que se basaría en cuatro propuestas principales: mejorar la formación a los profesores, acabar con la duplicidad de clases, generalizar la evaluación de fin de año y reestructurar la instrucción cívica en las escuelas.
Sobre la juventud, el presidente recordó el descontento popular del verano pasado con decenas de protestas y choques violentos con las fuerzas del orden, tras el asesinato del joven ‘Nahel’ a manos de elementos de la Policía en un suburbio cercano a París.
El mandatario aseguró que el descontento tras la muerte de ‘Nahel’ aumentó debido a que los jóvenes franceses se encontraban fuera de las aulas de clase, gracias a una reestructuración del sistema educativo en ese verano, por lo que «estaban aburridos» e, «influenciados» por las redes sociales, decidieron salir a las calles a desafiar a la estructura estatal.
Sin embargo, reconoció un grave problema de integración cultural en Francia y lo atribuyó a un fallo mismo de los planes escolares en los centros educativos franceses. «Hay un problema de integración, no necesitamos motines para saberlo», apuntó el mandatario durante la rueda de prensa.
El «pleno empleo» y el acompañamiento familiar
Sobre la situación del empleo en Francia, Macron anunció los planes de su Gobierno sobre «una reforma al mercado laboral que asegure el pleno empleo», además de exponer los logros de su Gobierno en los índices de inversión y defender la polémica reforma pensionaría que puso a su Gobierno pendiendo de un hilo en 2023.
Por otro lado, el jefe del Estado francés fue claro en mostrar su apoyo a la clase media, que según él es «la que sostiene al país», y aunque reconoció que muchas familias no se sienten identificadas con las políticas impuestas en su Gobierno, también vaticinó que este año se implementarán medidas que beneficiarían a dicho sector poblacional.
«Somos el país de Europa donde más ha aumentado el poder adquisitivo de los trabajadores, pero existe una Francia que continúa en un punto ciego», dijo el mandatario.
El camino a la descarbonización
Ferviente defensor de la energía nuclear, Emmanuel Macron también abordó la lucha contra la crisis climática en la ronda de preguntas, afirmando que su Gobierno apunta a liderar la transición energética e industrial, presumiendo de los índices de descarbonización en Francia, aunque reconoció que necesitan ser acelerados.
Ante la amenaza de que una parte del territorio francés quede sumergida bajo el agua en los próximos 10 años, como consecuencia del cambio climático, el presidente mostró su apoyó a las comunidades que podrían ser afectadas, aunque aseguró que «habrá que hacer adaptaciones» a las ciudades para que puedan enfrentar la catástrofe climática.
«Hay que adaptar nuestras ciudades para las consecuencias del cambio climático (…) Seguiremos viviendo felices, con resiliencia», aseguró Macron, advirtiendo sobre la inevitabilidad de la catástrofe climática, proponiendo la reducción del uso de automóviles personales como una de las posibles herramientas que ayudarían a mitigar sus efectos.
Macron cargó contra las promesas de la extrema derecha
En la parte más política de la rueda de prensa, el presidente fue cuestionado por el ascenso de la política de extrema derecha Marine Le Pen y sus posibilidades en las próximas elecciones presidenciales de 2027, así como sobre la participación de su partido, Agrupación Nacional, en los comicios para el Parlamento Europeo de este año.
Macron marcó como un objetivo de su Gobierno el «evitar el regreso de los extremos» al poder, calificando a la agrupación de Le Pen como «el partido de la cólera fácil», afirmando que defiende discursos idealistas y «políticas imposibles en la realidad», misma en la que se dice centrado para gobernar con medidas «realizables».
«Presidir en lo real con sentido de lo ideal», resumió Macron, que alertó sobre la subida de la extrema derecha en países como Alemania, agregando que todavía le hacen falta tres años a su mandato.
En medio de cambios de gabinete y en uno de sus puntos más bajos de popularidad, el presidente francés intenta recuperar la confianza del electorado galo, en vísperas de unas elecciones europeas que tradicionalmente han servido como termómetro político en París, y en donde el conservadurismo y la extrema derecha han ganado fuerza.
Reuters/ AP/