JERUSALÉN.- Benjamin Netanyahu afirmó este sábado que la única forma de vencer a Hamás sería atacando Rafah, en el sur de Gaza, y que no entrar allí significaría «perder la guerra». El primer ministro israelí también dijo que los pedidos de Hamás para liberar rehenes son «delirantes», el grupo islamista ha declarado que estaría dispuesto a liberar a los rehenes cautivos en el enclave palestino a cambio del alto a las hostilidades.
«La esencia de nuestra política para liberar a los rehenes es una fuerte presión militar y una negociación muy dura. Así liberamos a 112 rehenes y así haremos hasta liberarlos a todos. Esta negociación nos obliga a dar un paso al frente», sentenció Netanyahu a través de uno de sus tradicionales comunicados de guerra.
Por otro lado, el primer ministro también fue crítico con los miembros de la comunidad internacional, mismos que han mostrado sus preocupaciones por los violentos bombardeos de Tel Aviv sobre la sureña Rafah, abogando por la vida de los millones de palestinos que fueron ordenados a evacuar sus casas en el norte para ser relocalizados en dicha ciudad, que ahora se encuentra bajo asedio.
Netanyahu fue claro: si Israel deja de atacar Rafah, perderían la guerra, asegura. «Israel luchará hasta alcanzar una victoria total. Sí, eso incluye también una acción en Rafah, por supuesto después de permitir que los civiles en las áreas de combate se trasladen a zonas seguras. Quien quiera evitar que actuemos en Rafah, básicamente nos está diciendo ‘perderán la guerra’. No permitiré eso», dijo el mandatario.
De igual manera, el jefe del Estado israelí rechazó tajantemente el reconocimiento de un Estado palestino tras finalizar su violenta ofensiva en la Franja de Gaza, a pesar de los constantes llamados internacionales por la necesidad finalmente de reconocer a los Territorios Palestinos como un Estado.
El Ejercito israelí detiene a 100 personas en un hospital
Decenas de palestinos murieron en nuevos bombardeos en la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí afirmó este sábado 17 de febrero haber detenido a 100 personas en un hospital asaltado por sus soldados.
Según el Ministerio de Salud, al menos 120 pacientes y cinco equipos médicos están atrapados sin agua, alimentos ni electricidad en el hospital Nasser de Khan Younis, la principal ciudad del sur de Gaza.
El mortífero bombardeo de Gaza continuó durante la noche y otras 100 personas murieron en ataques israelíes, según el Ministerio de Salud, bajo el control del grupo islamista palestino Hamás.
Israel ha concentrado durante semanas sus operaciones militares en Khan Younis, la ciudad natal del líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, el presunto artífice del ataque a Israel del 7 de octubre que desencadenó la guerra.
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Se han producido intensos combates en torno al hospital Nasser, una de las últimas instalaciones médicas importantes en el territorio palestino que sigue funcionando parcialmente.
Se cortó la electricidad y los generadores se detuvieron después del ataque, lo que provocó la muerte de seis pacientes debido a la falta de oxígeno, según el Ministerio de Salud de Gaza.
«Los niños recién nacidos corren el riesgo de morir en las próximas horas», advirtió el sábado el ministerio de Salud de Gaza.
El Ejército de Israel explicó que las tropas ingresaron al hospital el jueves, basándose en datos de «inteligencia creíble» de que rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre habían sido retenidos allí y que los cuerpos de algunos aún podrían estar dentro.
La autoridad castrense indicó que detuvo a 100 personas del hospital sospechosas de «actividades terroristas, confiscó armas y recuperó «medicamentos etiquetados con los nombres de rehenes israelíes».
El Ejército ha insistido en que hizo todos los esfuerzos posibles para mantener el hospital abastecido de energía, incluida la instalación de un generador alternativo. Pero, la redada ha sido criticada por los médicos y organismos como Naciones Unidas.
Un testigo, que pidió no ser identificado por razones de seguridad, señaló a la agencia AFP que las fuerzas israelíes dispararon «contra cualquiera que se moviera dentro del hospital».
‘Patrón de ataques’
El portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Tarik Jasarevic, criticó la operación el viernes y dijo que «una mayor degradación del hospital significa que se perderán más vidas».
«Los pacientes, los trabajadores sanitarios y los civiles que buscan refugio en los hospitales merecen seguridad y no un entierro en esos lugares de curación», afirmó.
Médicos Sin Fronteras denunció que sus profesionales se habían visto obligados a huir y dejar a los pacientes atrás: un empleado está desaparecido y otro fue detenido por las fuerzas israelíes.
La guerra de Gaza comenzó con el ataque de Hamás del 7 de octubre, provocando la muerte de unas 1.200 personas en Israel, en su mayoría civiles.
Los militantes también tomaron como rehenes a unas 250 personas, 130 de las cuales todavía se encuentran en Gaza, incluidas 30 que se presumen muertas, según datos israelíes.
El posterior ataque de Israel contra Gaza ha matado más de 28.800 personas, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del enclave palestino.
Israel ha acusado repetidamente a Hamás de utilizar hospitales con fines militares, lo que el grupo islamista palestino ha negado.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU sostuvo que el ataque al hospital Nasser parecía ser «parte de un patrón de ataques de las fuerzas israelíes contra infraestructura civil esencial para salvar vidas».
‘Morir de hambre’
Mientras avanza la ofensiva en Gaza, esta semana se celebraron en El Cairo negociaciones de alto nivel para detener la guerra, pero su resultado aún no está claro.
Un día después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, pidiera una «tregua temporal» para garantizar la liberación de los rehenes, el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, reiteró el sábado las demandas del grupo, incluida una pausa completa en los combates, la liberación de prisioneros palestinos y la retirada de las tropas israelíes.
Haniyeh, que reside en Qatar, dijo que Hamás «no aceptará nada menos».
Biden también instó a Benjamín Netanyahu, a no lanzar una ofensiva en Rafah sin un plan para mantener seguros a los civiles, pero el mandatario israelí insistió en que seguiría adelante con una operación «poderosa» para derrotar a Hamás.
Alrededor de 1,4 millones de civiles desplazados están atrapados en Rafah, en el sur del enclave, después de refugiarse en un campamento improvisado junto a la frontera con Egipto, con suministros cada vez más escasos.
«Estamos muriendo lentamente debido a la escasez de recursos y a la falta de medicamentos y tratamientos», afirmó el palestino desplazado Mohammad Yaghi.
Mientras en el norte de Gaza, muchos están tan desesperados por conseguir alimentos que están triturando piensos para animales.
«Necesitamos alimentos ahora», urgió Mohammed Nassar, de 50 años, de Jabalia, en el norte de Gaza.
«Vamos a morir de hambre, no por bombas o misiles».
Mientras la ONU advierte que los habitantes de Gaza están al borde de la hambruna, la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) acusa a Israel de emprender una campaña para «destruirla» por completo.
Israel ha pedido la dimisión del jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, tras las afirmaciones de que se descubrió un túnel de Hamás bajo su sede en la ciudad de Gaza.
Lazzarini aseguró al medio suizo Tamedia que el túnel estaba a 20 metros bajo tierra y que la UNRWA no tenía la capacidad de buscar bajo tierra en Gaza. Más de 150 instalaciones de la UNRWA han sido atacadas durante la guerra, afirmó.
Tensiones regionales
El brazo armado de Hamás ha advertido que los rehenes en Gaza también están «luchando por mantenerse con vida» a medida que las condiciones se deterioran debido a los implacables bombardeos israelíes.
El diario estadounidense The Wall Street Journal informó esta semana que Egipto estaba construyendo un campamento amurallado cerca de la frontera para alojar a los palestinos desplazados de Gaza, citando a funcionarios egipcios y analistas de seguridad.
Imágenes de satélite obtenidas por la AFP muestran maquinaria construyendo un muro a lo largo de la frontera altamente segura.
Ahora que el conflicto se encuentra en su quinto mes, las tensiones regionales siguen siendo elevadas.
Hezbolá, aliado de Hamás, y su archienemigo Israel han estado intercambiando disparos fronterizos casi a diario desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
El líder del movimiento Hezbolá, respaldado por Irán, Hassan Nasrallah, prometió que Israel pagaría «con sangre» por los civiles que ha matado en el Líbano.
Una tregua parece estar lejos de suceder en Gaza
Durante los últimos días se ha hablado de la posibilidad que haya una tregua de varios días en la Franja de Gaza, sin embargo, el primer ministro de Qatar, Mohamed bin Abderrahman Al Thani, dijo este sábado que las negociaciones están lejos de concretarse.
El primer ministro qatarí aseguró que las negociaciones para alcanzar un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás «no progresan como se esperaba» y que los últimos días «no son muy prometedores».
Un pronunciamiento realizado desde Alemania, donde más de 400 líderes mundiales se reúnen en la Conferencia de Seguridad de Múnich, desde donde han discutido la actual situación de la guerra.
La guerra en Gaza fue un punto central en la cumbre de la Unión Africana
En otra cumbre, desde Etiopía, se escucharon también distintos llamados para acabar con los ataques contra civiles en la Franja de Gaza. El escenario fue la apertura de la edición número 37 de la Cumbre Ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA).
«Apoyen de una manera alta y clara al pueblo palestino y la creación de un Estado palestino como miembro de pleno derecho de Naciones Unidas», pidió el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, a los países de África en la ceremonia de apertura.
Allí estuvieron presentes otros mandatarios internacionales como el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, así como el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgeit.
Lula, por su parte, indicó que «no existe ninguna solución militar» para el conflicto de Gaza y «es el momento de la política y la diplomacia».
AFP/