COPENHAGUE.- Las políticas de adaptación adoptadas en Europa son insuficientes para afrontar los riesgos climáticos más acuciantes, que amenazan los ecosistemas, la economía, la sanidad y la alimentación, advirtió este lunes la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
La AEMA reconoce en un informe publicado hoy los «progresos» considerables hechos en los últimos años por la Unión Europea (UE) y sus estados miembros, pero alerta de que la preparación no es la idónea y que son necesarias medidas «urgentes y contundentes».
«Dado que muchas de las medidas aplicadas para mejorar la resistencia climática son a largo plazo, puede resultar necesario actuar con urgencia incluso frente a riesgos que todavía no son críticos», advierte la AEMA en lo que llama la primera evaluación de riesgos climáticos específica para el continente que más rápido se calienta del planeta.
El informe resalta especialmente al sur de Europa, en riesgo sobre todo de incendios forestales y por el impacto del calor y la falta de agua en la producción agrícola y la salud, mientras las regiones costeras bajas se ven amenazadas por las inundaciones, la erosión y la intrusión salina.
Efectos en ecosistemas, infraestructura y finanzas
Los ecosistemas marinos y costeros se encuentran en particular peligro, resalta el estudio, que avisa de que las sequías y el calor amenazan la producción agrícola, la seguridad alimentaria y el suministro de agua potable, y destaca los efectos positivos para la agricultura de cambiar las proteínas animales por vegetales.
El calor constituye el principal riesgo para la salud, sobre todo para grupos específicos como personas que trabajan en exteriores, ancianos y residentes en edificios de baja calidad constructiva y áreas con efecto «isla de calor».
«Muchas herramientas destinadas a reducir los riesgos climáticos para la salud se encuentran fuera del alcance de las políticas sanitarias tradicionales, como la planificación urbana, las normas de construcción y la legislación laboral», señala la AEMA.
La subida del nivel del mar y los cambios en los patrones de las tormentas pueden tener efectos «devastadores» sobre personas, infraestructuras y economía; y, en el sur de Europa, la producción, transmisión y demanda de energía pueden verse amenazadas por el calor y las sequías.
Los fenómenos climáticos extremos pueden perjudicar también la economía, aumentando por ejemplo las primas de seguros, poniendo en peligro activos inmobiliarios y aumentando el gasto público y el coste de los préstamos.
El informe resalta que el coste de las inundaciones e incendios de los últimos años pone en cuestión la viabilidad del Fondo de Solidaridad de la UE.
Necesidad de una acción urgente y coordinada
Para resolver los retos climáticos es necesario un trabajo conjunto de la UE y los estados miembros, en el que colaboren también administraciones regionales y locales.
La UE, defiende el informe, puede ser clave para mejorar el conocimiento sobre riesgos climáticos y la titularidad de los riesgos, y sobre cómo abordarlos a través de la legislación, estructuras de gobernanza adecuadas, seguimiento, financiación y apoyo técnico.
«Para garantizar la resiliencia de nuestras sociedades, los responsables políticos europeos y nacionales deben actuar ahora para reducir los riesgos climáticos, tanto mediante la rápida reducción de las emisiones como con políticas y medidas de adaptación sólidas», señala la directora ejecutiva de la AEMA, Leena Ylä-Mononen.
EFE/