San José.- Los alimentos acuáticos son claves para erradicar el hambre en el mundo y para impulsar la mejora nutricional, una misión en la que la acuicultura juega un papel primordial, afirmó en entrevista con EFE el subdirector de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Manuel Barange.
«Nuestro consumo de alimentos acuáticos ha aumentado de 9 kilos por persona en 1961 a 20,7 kilos en la actualidad, y está contribuyendo a la mejora nutricional y eso tiene que continuar y mejorar, porque para en el 2050 vamos a ser 10.000 millones de personas y conseguir una alimentación sana, eficiente y sostenible va a ser un reto y los alimentos acuáticos van a ser parte de la solución», dijo Barange.
El también jefe de la División de Pesca y Acuicultura se encuentra en Costa Rica participando en el evento internacional de alto nivel «Inmersos en el Cambio», organizado este viernes y sábado por el Gobierno del país centroamericano como una de las actividades preparatorias a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano de 2025 (UNOC2025).
«Hace dos años en una reunión mundial sobre sostenibilidad alimentaria se concluyó que los alimentos acuáticos son una de las 7 prioridades para erradicar el hambre. No podemos obviarlo, tenemos que tomarlo en serio porque un mundo con hambre y pobreza no puede ser sostenible», manifestó.
La acuicultura, una actividad en auge
Durante el evento en Costa Rica, Barange, también jefe de la División de Pesca y Acuicultura de la FAO, presentó el informe «Estado mundial de la pesca y la acuicultura 2024», que revela un crecimiento en la producción de alimentos acuáticos y que establece que por primera vez la producción acuícola superó a la pesca de captura a nivel mundial.
«La acuicultura es la industria alimentaria de mayor crecimiento en el mundo, con un 5 % anual desde el año 2000, y eso es importantísimo porque nos permite continuar aumentando el consumo de productos acuáticos sin tener un impacto mayor en los océanos», declaró Barange.
Según el subdirector de la FAO, la acuicultura es una industria nueva que atrae a la juventud, provee nuevos métodos de sustento y trabajos.
«Esto es muy importante para poblaciones acostumbradas a vivir en contacto con los medios acuáticos y que ven que la pesca está disminuyendo y no mejora, y que la acuicultura les da un método de sustento», expresó.
El reto de la pesca sostenible
Sobre la pesca, Barange comentó que es una actividad que «tiene muchas ventajas pero también un problema fundamental que es la sostenibilidad», pues hay muchas poblaciones pesqueras que están sobreexplotando los recursos.
«Para que sea sostenible hay que tener métodos y medidas de gestión eficientes», apuntó.
En ese sentido, resaltó que las poblaciones de más volumen, como los atunes, «tienen una mejor sostenibilidad que otras poblaciones» y que ello demuestra que «la gestión funciona».
«Es por eso que la FAO pide a los países que sometan el 100% de las poblaciones pesqueras bajo gestión. Solo así vamos a cambiar esa tendencia de la falta de sostenibilidad y mejorar el estado de las pesquerías que son muy necesarias para nuestra alimentación», comentó.
Barange enfatizó en la urgencia de gestionar adecuadamente el océano y sus recursos, para lo cual los países deben fomentar e invertir en acuicultura como una «industria autosuficiente y sostenible que da resultados».
Los datos del informe de la FAO indican que en 2022 la producción pesquera y acuícola alcanzó las 232,2 millones de toneladas, la mayor cifra de la que se tiene registro, superando en un 4,4 % a la de 2020.
La producción incluyó 185,4 millones de toneladas de animales acuáticos y 37,8 millones de toneladas de algas.
La producción acuícola mundial alcanzó en el 2022 la cifra sin precedentes de 130,9 millones de toneladas, de las cuales 94,4 millones son animales acuáticos, es decir, el 51 % de la producción total de animales acuáticos, contra el 49 % de la pesca de captura. /EFE