Brasilia.- Los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira, y de Colombia, Luis Gilberto Murillo, se reunieron este jueves en Brasilia y, entre otros temas, hablaron de las elecciones en Venezuela, después de que el mandatario Nicolás Maduro dijera que si el domingo pierde, habrá «un baño de sangre».
«Entre los asuntos suramericanos, los ministros debatieron las elecciones en Venezuela», señaló la Cancillería de Brasil en sus redes sociales.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y de Colombia, Gustavo Petro, han manifestado su preocupación sobre el desarrollo del proceso electoral venezolano, en el que Maduro intentará la reelección, con las encuestas dando como favorito al exdiplomático Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición mayoritaria .
Lula confesó el lunes, en un encuentro con corresponsales extranjeros, que «se asustó» cuando Maduro dijo que si pierde las elecciones del domingo en su país habrá «un baño de sangre».
«Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones», afirmó.
Petro criticó en su día el veto a la candidatura de la líder opositora María Corina Machado, medida que calificó como un «golpe antidemocrático».
Recientemente, el excanciller brasileño y actual asesor de Asuntos Internacionales, Celso Amorim, viajó a Washington para reunirse con el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, con el que también abordó los comicios venezolanos, entre otros asuntos.
Amorim, por cierto, viajará a Venezuela para estar presente en las elecciones del domingo.
Vieira y Murillo también hablaron en su encuentro de «temas de interés estratégico» para ambos países, como la vigilancia fronteriza, la protección del medioambiente, «la cooperación amazónica» y «el turismo» .
Según datos de la Cancillería, Brasil es el tercer principal socio comercial de Colombia, con un flujo de bienes que el año pasado ascendió a 6.100 millones de dólares (unos 5.622,7 millones de euros), con un superávit de 1.500 millones de dólares (unos 1.382,6 millones de euros) para Brasil.
EFE/