Al fallecido periodista y compositor colombiano Pedro Juan Meléndez Comas, se le atribuye la autoría de la canción del género tropical “Año nuevo, vida nueva”, popularizada en 1965 por la orquesta venezolana “Billo’s Caracas Boys” en voz del también fallecido cantante venezolano José “Cheo” García.
Es habitual en la época de fin de año escuchar esa melodía, considerada un “himno decembrino”, en muchos hogares dentro y fuera de Venezuela. El coro de esta popular canción, dice:
“Año nuevo, vida nueva
Más alegres los días serán,
Año nuevo, vida nueva
Con salud y con prosperidad”
Hoy en nuestras Reflexiones en Familia, compartiremos una poderosa palabra, que en el capítulo 5 de la segunda carta a los Corintios, verso 17, de la Nueva Traducción Viviente, dice: “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!”.
Queridos hermanos y amigos, iniciamos este nuevo año 2025, agradeciendo a Dios por lo bienaventurado que somos cada día al despertar y sentir la renovación de las misericordias que Él nos ofrece.
Agradecimiento este, que debemos expresarle con más tiempo de búsqueda, con más tiempo para la lectura de su palabra, con más tiempo de servicio y con la absoluta confianza en Él.
Amados, el coro de esa popular canción nos dice que en el año nuevo también será nueva la vida, los días serán más alegres, con salud y prosperidad, y eso humanamente es agradable para todos; pero, ¿Te has propuesto colocar a Dios por encima de todos esos deseos? ¿Has pedido a Dios por la guía absoluta sobre tu vida?
En la porción de la carta, el Apóstol Pablo hace mención sobre una promesa para todo el que esté en Cristo, una nueva vida que pone fin al modo de vida anterior; pero eso implica confiar nuestros planes a Dios, permitirle dirigir nuestros pasos en escasez y en la abundancia, o sea, involucrarlo en todo lo que hagamos para no caer ni repetir los errores pasados. En fin, es un versículo muy poderoso que nos hace recordar la transformación que podemos experimentar si aceptamos a Cristo en nuestras vidas.
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”. Salmos 32:8 (Reina-Valera 1960). Todo lo que una vez fuimos antes de conocer a Cristo, se borra, porque ¡una nueva vida ha comenzado!
Sí, una nueva vida, que comienza cuando nos decidimos a caminar como hijos de Cristo y lo aceptamos como Señor y Salvador; una nueva vida en la que ¡más alegres los días serán! Sí, un año nuevo, en donde nuestros sentimientos de amor, humildad, compasión y servicio por el necesitado sean multiplicados; un año nuevo ¡con salud y con prosperidad!
Finalmente, el exhorto es a ser benignos y compasivos unos a otros, perdonándonos así como Dios nos ha perdonado a través de Cristo; teniendo presente que en la nueva vida que el Señor nos ofrece, no debemos avergonzarnos por las cosas del pasado, ya que precisamente, Él hace todo nuevo.
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”. Isaías 43:18-19 (Reina-Valera 1960).
¡Bendiciones infinitas!